El repliegue de los Michavila

08 / 01 / 2010 0:00 CLARA PINAR [email protected]
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El cese de la jefa de Gabinete de Camps es la última deserción de la política de una familia que cuenta con un ex ministro, una teniente de alcalde y un asesor electoral.

En la jerga militar a la que no es ajena la familia Michavila, a los movimientos de los últimos meses de dos de sus miembros más ilustres se les podría llamar batirse en retirada. En este caso, no del campo de batalla, sino de la vida política, donde tres de los cuatro hermanos Michavila Núñez han coincidido hasta que hace un par de meses empezó el repliegue hacia la vida civil de dos de ellos. Primero fue el ex ministro y ex diputado José María Michavila. Hace unas semanas, la hermana pequeña, Ana, materializaba un adiós que se veía venir desde hace tiempo y cesaba de manera voluntaria como jefa de Gabinete de Francisco Camps, el presidente valenciano. Entre quienes han trabajado cerca de ellos hay quien no duda en hablar del clan Michavila, cuya influencia en distintas esferas políticas se ha ido forjando a lo largo de la última década, a través de puestos para los que fueron elegidos por los ciudadanos, en el caso de los dos mayores, María del Carmen y José María, y también como asesores en la trastienda política, desde donde han actuado los pequeños, Narciso, reconocido sociólogo, y Ana, jefa de Gabinete de Camps durante una década. Hasta ahora, los Michavila han tenido responsabilidades políticas y profesionales en la Comunidad de Madrid y en la Comunidad Valenciana, así como en el Congreso de los Diputados.

Todo ello con la máxima discreción, en la que también se han escudado para no participar en este reportaje, y combinando su actividad pública con otras más privadas que en ocasiones levantaron polémica y también acusaciones de favoritismo y tráfico de influencias. Esta ubicuidad política se ha reducido notablemente. El repliegue empezó con el hermano más conocido, José María Michavila, que fue ministro de Justicia con José María Aznar entre 2002 y 2004 y desde entonces diputado nacional hasta que entregó su escaño en septiembre de este año. Perteneciente a una etapa anterior al nuevo PP que quiere confeccionar Mariano Rajoy, Michavila fue reduciendo su implicación parlamentaria hasta el punto de que antes de su salida del Congreso figuraba entre los diputados con menos actividad. Su nombre sí sonó a cuenta de la conciliación de su actividad privada como exitoso abogado y la de servidor público.

Diputado y abogado

Desde el inicio de la legislatura en 2008, Michavila pidió en dos ocasiones la autorización del Congreso para compatibilizar su escaño con otros trabajos remunerados. La obtuvo en los dos casos, aunque no sin reticencias del PSOE e IU, que reclamaron más información sobre sus empresas para descartar posibles conflictos de intereses. Michavila es fundador del bufete Eius Abogados, a través del que, entre otros, asesora a estrellas como Alejandro Sanz y Shakira y de la firma de banca privada Michavila y De Fernando Family Office, dedicada a gestionar grandes patrimonios. A día de hoy, el ex ministro compagina su trabajo en estas dos firmas con la Fundación ALAS, dedicada a luchar contra la pobreza y hambre infantil en América Latina.

Forma parte de la junta de directores a la que también pertenecen Felipe González o el millonario mexicano Carlos Slim. En su entorno se cree que, al final de su etapa política, Michavila “ha recibido muchas críticas injustas”, apreciación que el ex ministro podría suscribir a decir por el consejo que le dio a su sustituta en el Congreso, la alcaldesa de Picassent, Inmaculada Guaita: “Me llamó el mismo día de mi toma de posesión, me deseó una buena entrada en el Parlamento y me dijo que no siempre todo es bueno, que hay críticas”. Menos de dos meses después, la menor de los Michavila, Ana, seguía los pasos de su hermano mayor y abandonaba la esfera política. En su caso, los diez años que ha permanecido a la sombra de Camps han pasado con total discreción. Empezó a trabajar con el presidente valenciano en Madrid, cuando en 1999 fue nombrado secretario de Estado de Administraciones Públicas. En ese momento empezó una trayectoria en la que Ana Michavila se fue convirtiendo en la persona con más influencia sobre Camps, incluso por encima de sus vicepresidentes. En 2003 fue elegida diputada de las Cortes valencianas, pero sólo permaneció en su escaño para votar la investidura de Camps.

Después entregó su acta de diputada y volvió a su lugar como jefa de Gabinete. Desde confeccionar la agenda de Camps a preparar los programas electorales del PP de Valencia y diseñar los mensajes de Canal 9, se la consideraba el filtro último para llegar al presidente valenciano. Junto a una discreción extrema, se la define como una mujer distante, incluso difícil. Muestra de la importancia de la pequeña de los Michavila en el entorno del presidente es que su nombre también aparece en la parte conocida del sumario de la trama Gürtel. Al contrario de lo que las conversaciones telefónicas dejan entrever con otros miembros del PP valenciano, los cabecillas de la trama la consideran un obstáculo para llegar al presidente. El desencuentro de la trama con Michavila se aprecia en una conversación en la que Álvaro Pérez, el Bigotes, y Pablo Crespo hablan de conseguir que Camps se reúna con quien entonces sonaba como secretario de Comercio de Estados Unidos, Bill Richardson. Pero también debía estar el Bigotes. “Quien coja el teléfono, el jefe de Gabinete, de Richardson o de su puta madre, lo que tiene que decir, señora Michavila, el señor Richardson lo único que pide por favor es que esté presente en la reunión su amigo Álvaro Pérez”, fantasea éste por teléfono según recoge el sumario. Precisamente a través de Ana el otro hermano Michavila, Narciso, se convirtió en uno de los principales asesores electorales de Camps.

El tercero de la saga mira la política desde el análisis sociológico y electoral, lo que no le ha impedido convertirse en una gran influencia para el presidente valenciano ni trabajar como asesor del Ministerio de Defensa durante el Gobierno del PP. Paradójicamente, ha sido el único de los cuatro hermanos que heredó la vena militar de una familia en la que el padre, Benjamín Michavila, fue general de división del Ejército del Aire, y un tío, Federico Michavila, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire. Narciso es comandante de artillería en excedencia voluntaria, dirige el instituto de investigación sociopolítica Gabinete de Estudios Demoscópicos y es profesor de distintas universidades. A día de hoy, se desconoce si ha acompañado a su hermana Ana y también ha dejado de colaborar con Camps. “No puedo decir ni que sí ni que no”, dicen en su entorno.

Política municipal

Junto a la política nacional y regional, en la política municipal también encontramos a otro miembro de la familia, la hermana mayor, María del Carmen, que es la única que queda en activo. En las elecciones de 2003 obtuvo con el PP la concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Villanueva del Pardillo, localidad madrileña de unos 15.000 habitantes. Cuatro años después, la mayor de los Michavila subía el escalafón y en las elecciones de 2007 pasó de ocupar el puesto siete al segundo, desde el que se convirtió en concejala de Hacienda y teniente de alcalde. En este caso, los lazos de sangre de los Michavila también han dejado críticas. La oposición ha denunciado que desde hace tres años el bufete de su hermano José María, Eius Abogados, fue la única empresa que asesoró y asistió jurídicamente al ayuntamiento en virtud de un contrato para dar “servicio de consultoría y asistencia en materia laboral y contencioso- administrativa”, negociado sin publicidad, por el que ha venido percibiendo 2.500 euros mensuales.

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