Margarita Mariscal de Gante

Ilustración: Luis Grañena

Instructora del caso por el 9-N. El expresidente de la Generalitat Artur Mas deberá hacer frente a una fianza de 5,12 millones de euros por organizar el 9-N y detrás de esta decisión está Margarita Mariscal de Gante, ministra de Justicia de José María Aznar y hoy consejera del Tribunal de Cuentas. Como titular del departamento de Enjuiciamiento número 2 de la institución que vela por el correcto uso del dinero público, a ella le correspondió “por turno” tramitar una denuncia contra Mas, tres exconsellers y cinco ex altos cargos por presunto quebranto de las cuentas públicas catalanas por gastos en publicidad, información o papeletas para el 9-N. 

Juicio contable. Mariscal de Gante salta a la luz pública con uno de los casos más controvertidos del Tribunal de Cuentas, donde curiosamente las sentencias de las que ha sido ponente este año terminaron con absoluciones. Hace meses admitió a trámite la denuncia contra Mas y nombró a un delegado instructor. Ahora, le corresponde a ella seguir el proceso en primera instancia, recibir recursos de las partes, presentar el dictamen y la vista oral y redacción de sentencia. 

Sin enemigos. Es uno de los 12 miembros del Tribunal de Cuentas como cuota del Senado, en un sistema de nombramientos que, como en el Consejo General del Poder Judicial del que fue vocal entre 1990 y 1996, se reparten PP y PSOE. En 1996 Aznar la nombró ministra. Nacida en Madrid, en el 2000 se convirtió en diputada por Albacete y en 2002, en vicepresidenta primera del Congreso, que abandonó en 2004, cuando pidió el reingreso en la carrera judicial, primero en la Sala Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y después en el Registro Civil Central. En su audiencia previa a ser nombrada consejera, Mariscal de Gante dijo no haber encontrado “nunca enemigos y ni siquiera adversarios” en su carrera política. Por encima de todo se definió como “juez”, que ahora tiene ante sí a Mas y el 9-N.