Jordi Cuixart

Ilustración: Luis Grañena

Empresa, cultura, política. Jordi Cuixart (1975) es uno de los dos Jordis que hoy mueven a gran parte de la masa independentista en Cataluña. Como la del otro – Jordi Sánchez, líder de la Asamblea Nacional Catalana (ANC)–, su liderazgo está muy ligado al avance del procés, que ha alimentado a través de diversas partidas de la Generalitat buena parte del presupuesto de Òmnium Cultural, la asociación que preside, para la defensa de la lengua y la cultura catalanas creada en pleno franquismo. También fue el procés el que llevó a la malograda Muriel Casals a un escaño del Parlament en 2015 por Junts pel Sí. Tras un breve interregno, le sucedió Cuixart, que arenga a las masas en público y en privado hace cálculos con el Govern sobre la mejor manera de seguir adelante tras el 1 de octubre. 

Fabricante de sobres. Hijo de una murciana y de un badalonés, es empresario, propietario de la empresa Aranow, especializada en maquinaria para fabricar embalajes y sobres. Con un look trajeado, alejado de la barba y la chupa de cuero con la que se prodiga hoy, lamentaba en una entrevista en 2014 que la pertenencia de Cataluña a España diluyera los logros catalanes en ámbitos culturales. Este era el motivo, decía, por el que  Cataluña no tiene un premio Nobel de Literatura y de que las empresas “del Principado” tengan menos prestigio internacional. 

Independencia pronto. Además de empresario, Cuixart ha dedicado años de activismo hasta ponerse al frente de una organización que hoy tiene 60.000 socios, entre ellos Pep Guardiola y sus hijos, y lleva años a la cabeza de Diadas y manifestaciones soberanistas. Sobre la moqueta, como la ANC, Òmnium ha sido muleta del Govern y ahora observa los titubeos de Puigdemont, su búsqueda de un mediador internacional, mientras pide que la independencia sea pronto.