El negocio millonario de Masterchef

MasterChef ha echado el cierre a su tercera edición en España con un gran éxito, cuatro millones de espectadores han visto cómo Carlos Maldonado, el vendedor ambulante de Talavera, se ha alzado con el premio al mejor cocinero de esta edición. Ahora sigue ruta en la caravana de Cocineros al volante acompañado de su padre en un nuevo espacio de La 1 que quiere conquistar el prime time del verano. A la vuelta al cole la euforia continuará con MasterChef Junior; el 23 de diciembre se emitirá un especial de Navidad, donde los concursantes más carismáticos de las ediciones adultas y júnior se reencontrarán enseñando trucos para poner la mesa y consejos sobre menús para esas fiestas y si la cosa sigue tirando de audiencia, vuelta a empezar con lo que sería la cuarta edición de MarterChef. Se trata de que el boom no decaiga y de seguir explotando un formato que además de gran éxito televisivo se ha convertido en la gallina de los huevos de oro. MasterChef, además del talent show de cocina más famoso del mundo, una fórmula exportada a más de 40 países que lo han adaptado a sus propias versiones, se ha convertido también en un producto de gran consumo que mueve millones. No solo es un gran reclamo para anunciantes, sino una plataforma de venta de productos relacionados bajo su marca MasterChef. Un talent show que cuesta producir 4,4 millones de euros, pero que ha conseguido otras vías de ingresos con las que resulta muy rentable para TVE y su productora, Shine Iberia. Patrocinios culturales, intercambios comerciales, escuelas de cocina, publicaciones de libros y revistas, menús especiales para grandes cadenas de hostelería... Incluso venta de artículos como cuchillos, aceites y delantales.

Alberto Agudo, responsable comercial del departamento de patrocinios y productos derivados de MasterChef, cuenta a TIEMPO que el proceso no ha resultado complicado: “El programa es la adaptación de un formato comercial que ya había probado este desarrollo en otros países con buen resultado, así que empezamos a desarrollar productos de la mano de TVE y ha sido todo un éxito”. Para la comercialización y lanzamiento al mercado de sus artículos cuentan con la agencia especializada El Ocho Licencias y Promociones que estudia cada caso en particular antes de darle el visto bueno: “Hemos rechazado algunas propuestas porque las condiciones económicas o la calidad resultaban insuficientes, las licencias están sujetas a unas determinadas condiciones que tienen que cumplir”. Hasta el momento se ha dado el visto bueno a unas 60 licencias en productos derivados.

Particularmente satisfechos se encuentran con el funcionamiento de los campamentos de verano MasterChef para chicos y chicas de entre 8 y 16 años que se están desarrollando actualmente en Gerona, Málaga y Burgos. Cuestan 750 euros a la semana con clases de cocina, pruebas entre equipos y actividades deportivas. “El padre de uno de los niños que concursaron en la segunda edición de MasterChef Junior nos lo propuso y son todo un éxito. En este momento ya solo quedan unas pocas plazas, hemos superado los 1.500 niños inscritos”, cuenta Alberto Agudo. Entre los incentivos de estos campamentos se incluyen visitas de los miembros del jurado o concursantes de MasterChef a sus instalaciones. “Queremos que esto sea una sorpresa para vuestros hijos, por lo que no desvelaremos anticipadamente qué miembros visitarán o residirán en cada campamento”, dice la página web de reservas.

Otro éxito es implicar a las estrellas del programa en la comercialización de sus lanzamientos. La Escuela MasterChef dirigida por Jordi Cruz, es otra de sus apuestas ganadoras. “Para amateurs y para profesionales que busquen otros puntos de vista, con técnicas, consejos, recetas... todo lo necesario para aprender a cocinar: más de 160 lecciones magistrales impartidas por un equipo de cocineros profesionales dirigido por Jordi Cruz”. En la actualidad, debido al éxito comercial, MasterChef se plantea refrescar la web con nuevos contenidos y nuevas recetas para los suscriptores fieles que la siguen y que pagan 19 euros al mes y 114 por el semestre. Aunque ahora hay una promoción para nuevas incorporaciones por 9,95 euros y 49,95 euros respectivamente.

Éxito editorial. El de la publicación de libros es otro de los nichos de negocio de MasterChef. Se han publicado diez libros de recetas, entre ellos el de Jordi Cruz, MasterChef, grandes platos para todos los días, que en tan solo un mes ya imprimía su segunda edición. En este libro editado por Espasa (con participación de Shine Iberia y TVE), los lectores pueden encontrar las recetas del chef con dos estrellas Michelin, con platos sencillos y ricos para cocinar todos los días. En la pasada Feria del libro de Madrid los protagonistas de MasterChef visitaron el parque del Retiro para celebrarlo con todos los fans del programa. Jueces y concursantes firmaron sus libros de recetas, que los lectores podían adquirir en las casetas de la feria con un descuento especial del 10%. Otro éxito editorial ha sido MasterChef Junior: recetas para cocinar con niños.

MasterChef ha encontrado también su filón en los juegos y juguetes. Con la empresa Clementoni ha sacado MasterChef juego de preguntas, por el módico precio de 25 euros. Se trata de un juego de mesa con tres pruebas para convertirte en el mejor MasterChef “con numerosas recetas y fichas para jugar y que incluye un gorro de chef” según reza su publicidad. Como novedad ahora MasterChef sacará próximamente una nueva versión del juego para niños. Y también tiene juguetes para los más pequeños de la casa como La fábrica de pasta de MasterChef (Giochi Preziosi), por 44,99 euros: una máquina para hacer verdadera pasta en casa con recetas e instrucciones para preparar la masa y donde se elige la forma de la pasta entre nueve diferentes. Otro juego, MasterChef Junior-Cake Party (Giochi Preziosi), por 34,99 euros, tiene “todos los accesorios necesarios y las recetas para hacer deliciosos pasteles y para crear tus propias tartas. Ideal para convertirse en un verdadero maestro pastelero”. Y, cómo no, una cocinita tamaño niño con todo lo necesario para convertirse en un chef de primera con utensilios de cocina, ollas, delantal y un libro de recetas. Y por supuesto, donde el campo se abre hasta el infinito de posibilidades es en el lanzamiento de productos relacionados con la gastronomía como gorros de cocinero, mandiles, cuchillos y productos de alimentación. Entre las últimas novedades que la marca MasterChef ha lanzado al mercado está un aceite de oliva en colaboración con una cooperativa de Jaén. Aceites de oliva virgen extra MasterChef, en tres variedades: royal, picual y arbequina. Vadolivo es la empresa productora de este aceite, cuya almazara se encuentra situada en pleno corazón de la Sierra de Cazorla.

El único problema de estos productos es que son efímeros, durarán en el tiempo lo que dure el éxito del concurso y una vez apagados los focos del plató de MasterChef se oscurezcan para siempre. Algo de lo que son conscientes. Así que mientras dure, de lo que ahora se trata es de explotar la gallina de los huevos de oro al máximo, como ellos mismos reconocen. “Nos hemos encontrado con un regalo, con un éxito tremendo, pero somos conscientes de que esto va a tener la duración del éxito del programa y nos vemos obligados a sacar la mayor cantidad de artículos para explotar al máximo el éxito de la marca”, confiesa Alberto Agudo.

Publicidad sin anuncios. Desde que entró en vigor la ley que prohibía la publicidad en RTVE, las arcas de la cadena pública han buscado una alternativa de financiación donde los “patrocinios culturales” se han convertido en una forma de poder costear algunos de sus programas. En 2013 TVE ingresó 8,5 millones de euros gracias a esta fórmula. En MasterChef los patrocinadores del programa son las empresas Burgo de Arias, el Corte Inglés y Bosch, que le inyectan unos ingresos de más de un millón de euros.

El importe total de la producción de MasterChef asciende a 4.413.562,35 euros, 3.767.562,35 euros de los cuales son abonados por RTVE y el resto, 646.000 euros, son patrocinados por Bosch y El Corte Inglés. Los otros patrocinios posteriores, representaron para la casa un desembolso de 3.333.812,35 euros, según una auditoría de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). Este sistema de sufragación ha satisfecho tanto a ambas partes que estas mismas marcas han decidido apostar de igual manera con la versión infantil del mismo programa, MasterChef Junior, con una inversión de 180.000 euros. Para el experto José Luis Matarranz, de la escuela de negocios on line Isead, esta fórmula televisiva supone una innovación desde el punto de vista de la comercialización de productos y servicios bajo la marca de un espacio de televisión. ¿Y lo hacen bien? “Yo diría que sí, incluso con cierto sosiego, sin atosigar y con productos y servicios que incluso lo hacen más aspiracional al programa”.

La gran innovación de MasterChef es que se ha convertido en una marca de referencia, “en un modelo de venta, que innova comercialmente y lo hace tras su formato televisivo, que se aprovecha del conocimiento masivo que millones de espectadores tienen de él, de la afición a la cocina y a la curiosidad que levanta en sus seguidores, que son los receptores de los mensajes, que ven y calibran cada propuesta para adquirir otros cuantos productos e ideas directamente relacionadas con el programa: aprender a cocinar o llegar a ser un buen cocinero, y de una manera que es algo más que publicidad o atrezzo publicitario: es participar del programa, es proponer la compra del programa en sí, o parte de él”, concluye Matarranz.

Una exigente y dura experiencia:

Y qué pasa con los concursantes de MasterChef. ¿Salen beneficiados de su paso por el programa? MasterChef es el talent show de cocina más duro del mundo, donde no es fácil alcanzar la gloria. Primero hay que destacar en un casting con más de 15.000 personas que se realiza en Valencia, Barcelona, Bilbao, Sevilla y Madrid. De ahí salen los 50 elegidos que se enfrentan a otra selección, de la que saldrán los 30 que destaquen y de ahí saldrán los 15 concursantes finales que se verán compitiendo en el concurso. Tan solo el ganador se embolsa 100.000 euros de premio y la publicación de un libro de recetas, un máster en el Basque Culinary Center y el título de MasterChef, además de múltiples bolos para promocionar el concurso y su merchandising. Pero al resto, ¿le merece la pena la experiencia? Durante el tiempo que dura el programa, tres meses, todos los concursantes tienen que convivir en una casa al estilo Gran Hermano, aislados del exterior, y solo tienen diez minutos a la semana para hablar con sus familiares en una conversación telefónica supervisada. En este tiempo muchos tienen que dejar atrás familia, hijos y también su trabajo. A medida que se les expulsa del programa van abandonando la casa. Durante ese tiempo reciben una compensación económica. Estarán a disposición de TVE y de Shine Iberia para participar en cualquier programa de la cadena si fuese necesario, desde el momento de incorporarse al proceso de selección y durante un periodo de 30 días a partir del fin de emisión del concurso, “desarrollando asimismo a requerimiento de la cadena todas las actividades relativas a la preparación y ensayos, documentación, viajes, actos de prensa y promoción”, estipula el contrato. Además de la exclusividad que impedirá al aspirante/concursante intervenir en otras cadenas de televisión y que se mantendrá durante todo el periodo de selección/grabación/emisión y hasta 30 días después de la conclusión del mismo.

La dureza de los jueces es otra dura prueba a la que se tienen que enfrentar, la exigencia es máxima. En esta tercera entrega hicieron saltar las lágrimas de Alberto Sempere (bajo estas líneas), que se atrevió a presentar su ya famosísimo “León come gamba”, que alcanzó gran impacto mediático. Tras su paso por MasterChef lo único que desea es mantenerse alejado de los focos, como demuestra su renuncia a participar en la repesca del concurso. De hecho, ha declinado hacer ningún comentario sobre cómo se encuentra tras su paso por MasterChef: “Prefiero no decir nada”, ha sido su única respuesta.