El destino de los regalos oficiales
26 / 09 / 2017 Javier Otero
La Casa Real ha seleccionado 59 obsequios recibidos que pueden ir a Patrimonio Nacional. El Gobierno desvela los suyos.
Cortesía. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibe un Chupa Chups y un décimo de lotería de la administración La Bruixa D’Or. Foto: Ramón Gabriel
Una vajilla, una silla de montar y un rifle de metal labrado de los reyes de Jordania, son algunos de los regalos recibidos por los Reyes que pueden quedarse en Patrimonio Nacional, según desvela TIEMPO. Pañuelos de Loewe, condecoraciones, gemelos, o tricornios pisapapeles de mayor o menor valor son los regalos que realizan los ministerios, pero poco o nada se sabe de los que reciben, porque los consideran de mera cortesía y que, como tales, no se lleva una relación de ellos.
La tendencia general hacia la transparencia llevó a la Casa Real a encabezar el compromiso de dar a conocer los regalos que reciben los Reyes. Además, anualmente debe valorar su importancia y decidir el destino que les va a dar. El primer año en que aplicó las nuevas normas de transparencia fue en 2015 y ya ha realizado una primera criba en la que los califica como institucionales o personales y decide su incorporación a Patrimonio Nacional, su donación a una entidad sin ánimo de lucro que persiga fines de interés general. Todavía hay selección de los 378 regalos recibidos el pasado año.
Los regalos que pasan a Patrimonio Nacional no cuentan con una valoración económica. Varios regalos de los reyes Abdullah y Rania de Jordania, quienes ya mantenían una estrecha relación con los reyes Juan Carlos y Sofía, pasarán a este inventario muy probablemente, como por ejemplo una caja de plata, un rifle de metal labrado o una silla de montar regalados al rey Felipe o una vajilla de té con la que obsequiaron a la reina Letizia. También una copia de la espada del emir Abdelkader, del primer ministro de Argelia.
La información sobre el destino de los regalos de la Casa Real y de los diferentes ministerios han sido obtenidos tras las peticiones realizadas por TIEMPO en virtud de la Ley de Transparencia. Entre los regalos que no irán a Patrimonio Nacional, pero sobre los que no se ha decidido su destino final, se encuentra la colección completa de las cuatro primeras temporadas de Juego de tronos que le regaló el líder de Podemos, Pablo Iglesias, en su primer encuentro con el Rey, cuando era diputado en el Parlamento Europeo y que tuvo una gran repercusión pública. También se encuentran algunos regalos de visitas de Estado, como la primera edición en cuatro volúmenes de un libro sobre la vida de George Washington que le regaló el presidente estadounidense Barack Obama al rey Felipe en la visita de los monarcas a Estados Unidos. Tampoco se conoce aún que pasará con el plato y taza con cuchara de madera de Oquendo y la insignia proceso de paz del presidente de Colombia.
