Doscientos años de parlamento y de nación

24 / 09 / 2010 0:00 JAVIER OTERO [email protected]
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

El 24 de septiembre se celebra el bicentenario de la apertura de las Cortes Extraordinarias de 1810. El actual presidente del Congreso, José Bono, relata para Tiempo cómo nació allí la nación española.

Pocos países en el planeta pueden invocar, como España, 200 años de parlamentarismo moderno y democrático”. José Bono, presidente del Congreso de los Diputados, subraya así la importancia del bicentenario de la primera sesión de las Cortes Generales y Extraordinarias que se celebró en San Fernando (Cádiz) el 24 de septiembre de 1810. Entre San Fernando (entonces llamada Real Isla de León) y Cádiz, aquellas Cortes desembocaron en la Constitución de 1812.

Los diputados se reunieron en el último pañuelo de territorio sin conquistar por los franceses en plena guerra de la independencia y reivindicaron la soberanía nacional frente a las tropas napoleónicas. Mientras muestra los objetos que recuerdan este acontecimiento en el palacio del Congreso de los Diputados en Madrid, el presidente José Bono destaca que aquel día, hace 200 años, “se reunieron las Cortes Generales en la Isla de León y allí se acabó el Antiguo Régimen. Allí se inició la nación española, con uno de los comienzos más hermosos que contemplarse pueden, porque España nació al grito de Viva la libertad, frente a quienes levantaban sus voces para decir Vivan las cadenas”. Bono defiende con vehemencia la importancia del 24 de septiembre como la fecha del nacimiento de la nación española moderna antes que llevar este origen a los Reyes Católicos: “Hay demasiada ignorancia. Las fechas fundacionales no se excluyen unas a otras. Es evidente que en el reinado de los Reyes Católicos puede establecerse un hecho muy importante, que es la unión territorial de los reinos. Para el Estado supuso un avance históricamente único. Pero, para la formación de las naciones como se entienden actualmente, el 24 de septiembre de 1810 fue un hecho fundamental, fundacional”.

Bono cree que está poco reivindicada la fecha del nacimiento de la nación española: “Sí, porque hay gente que ha creído que lo moderno es el nacionalismo o incluso algunos piensan que lo moderno es atribuir la palabra España al franquismo, sin darse cuenta de que España es mucho más importante que el franquismo, el PSOE, el PP y los nacionalismos juntos. España es madre de derechos y de libertades y garantía de futuro y de igualdad. Eso sí, algunos son tan contrarios a la igualdad como a la nación que la garantiza. Soy respetuoso con cualquier planteamiento, pero deseo que sean respetuosos conmigo cuando digo que España tiene Historia, pero sobre todo es garantía de igualdad y de futuro”.

Patria y Constitución.

Tras hojear el ejemplar de la Constitución de 1812 expuesto en la entrada principal del Congreso, Bono recuerda: “La Constitución de 1812, dijo Argüelles mostrándola, es la patria de los españoles. Es verdaderamente hermoso. Por eso, cuando algunos ignoran este origen de España, conviene recordarles que otros países nacieron fruto de una guerra o fruto de una confrontación. Aquí se nació como fruto de la libertad”.

El próximo 24 de septiembre, los Reyes, junto con las mesas y juntas de portavoces del Congreso y del Senado, se trasladarán a San Fernando para celebrar la efeméride. Allí se reproducirán de nuevo los hechos 200 años después. En la Iglesia Mayor se celebrará, como entonces, una Misa del Espíritu Santo y se entonará un Te Deum. Además, un grupo de actores representará la dramatización del cuadro del juramento de los diputados, que hoy preside el hemiciclo del Congreso de los Diputados en Madrid. A continuación, como en 1810, los diputados marcharán en procesión cívica al Teatro de las Cortes, el Teatro Cómico de la ciudad que acogió la primera sesión de aquellas Cortes y que se mantuvo allí hasta que una epidemia obligó a su traslado a Cádiz. En ese teatro se celebrará 200 años después una sesión parlamentaria solemne, con la asistencia de representantes de países hispanoamericanos, que conmemoran también su independencia. La sesión estará presidida por los Reyes, a diferencia de la de 1810, en la que un sillón colocado de espaldas presidía el salón como símbolo del ausente Fernando VII.

José Bono ha defendido la importancia de repetir de forma mimética aquel momento “porque hay ritos y liturgias que tienen su fuerza”. En el salón de plenos del Congreso de los Diputados, ante el cuadro del pintor Casado del Alisal que representa aquel juramento, recuerda el significado que tenía entonces el protocolo, según atestiguan los diarios de sesiones, “y cómo se enfadó un cardenal porque no le dieron la importancia debida”. “Es que empezaba a ser importante España y empezaban a ser menos importantes los cardenales y los reyes. Y eso no gustaba ni a los cardenales ni a los reyes”, cuenta el presidente de las actuales Cortes. ¿Se ha perdido aquel respeto por la ceremonia? Bono recuerda que sólo ha tenido que llamar al orden a un diputado una vez y opina: “Hay menos liturgia ahora de la que había entonces, pero lo esencial sigue siendo lo mismo. La representación nacional está en las Cortes Generales, y eso es lo verdaderamente llamativo. Entonces había que someter a los reyes a la soberanía porque se creían reyes por la gracia de Dios. Ahora ya no hay cortesano que no sepa que aquí todo poder viene del pueblo y el pueblo es el que lo legitima. Ni la Historia ni Dios legitiman los poderes políticos”.

1810 y Tejero, juntos.

En un guiño de la Historia, la pintura que recuerda aquel acontecimiento cuelga pegada al techo del hemiciclo del Congreso de los Diputados en Madrid donde, a escasa distancia, todavía se ven los impactos de bala del golpe de Estado de Tejero del 23 de febrero de 1981. Como recuerda el propio Bono, desde aquella Constitución que se empieza a gestar en San Fernando a la de 1978 pasaron 166 años. Sólo 16 fueron de libertad. Once textos constitucionales vieron la luz y no fueron respetados por golpes de Estado. Hoy la representación de aquel primer acto constituyente y el último intento, esta vez fallido, de golpe de Estado, comparten el mismo rincón. Bono apunta: “Cuando se dispone de un bien preciado se corre el peligro de no valorarlo. Ojalá no incurramos nunca en ese error. La libertad ha costado mucho tiempo y esfuerzo como para dilapidarlos. Larga vida a la Constitución de 1978”.

Bono se detiene ahora en los detalles del retrato de su predecesor Lázaro Dou, el primer presidente de las Cortes. En el cuadro, en la galería de retratos de presidentes en el Congreso, se aprecia a Dou firmando un documento que reza: “San Fernando, 1810”. El actual presidente destaca cómo Lázaro Dou ganó su elección de modo muy reñido y que “venía de diputado por el Principado de Cataluña y era un ardiente defensor de la libertad que entonces empezaba a surgir en las Cortes Generales de España”. Si en algo le envidia Bono es en la trascendencia del momento que vivió y en que tuvo que “luchar contra un rey que era probablemente la peor expresión de la monarquía de todos los tiempos y también la muestra de cómo un indeseable puede llegar a ser jefe de Estado”.

Libertad de imprenta.

La trascendencia de aquellos días se revive hoy en los diarios de sesiones, cuya edición digital acaba de hacerse pública. En la Real Villa de la Isla de León, donde aún llegaban los últimos diputados convocados a las Cortes, se acantonaban las tropas españolas, inglesas y portuguesas que defendían el último reducto de la España libre frente a los franceses, y que acogía en el convento de la Compañía de María al Consejo de Regencia que sustituía al rey, aquellos diputados proclamaron la soberanía nacional, la separación de poderes, el consejo de Regencia juró lealtad a aquellas Cortes soberanas y decretó un mes y medio después por primera vez en la historia de España la libertad de imprenta el 10 de noviembre de 1810. A las pocas semanas comenzaron a debatir sobre la futura Constitución.

El alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, destaca el protagonismo de su ciudad: “La fecha del 24 de septiembre de 1810 se puede considerar como fecha fundacional de la España contemporánea porque gracias al trabajo de aquellas Cortes de la Isla y al esfuerzo de la población isleña, que resistía el duro asedio de las tropas de Napoleón, se pudieron concretar normas esenciales para el funcionamiento del Estado y la sociedad. Aquellos acontecimientos políticos y sociales constituyeron un hito en la Historia”. La Isla de León, a la que le fue concedido el título de ciudad y se le otorgó el nombre de San Fernando por los méritos de aquellos días, fue el escenario de unos hechos que “supusieron el inicio del Parlamento contemporáneo en España, construyeron un pilar esencial de la democracia y el Estado de Derecho y sentaron las bases de la primera Constitución española”, subraya el alcalde.

La conmemoración del bicentenario la vive San Fernando, según su alcalde, “como una oportunidad de progreso

y un reto colectivo”, con una importante transformación de la ciudad que ha comenzado por la recuperación del patrimonio histórico, artístico y cultural, “revalorizado como atractivo tu-rístico”.

Grupo Zeta Nexica