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De partido en partido hasta C’s

22 / 04 / 2015 Clara Pinar
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En pleno éxodo de militantes de UPD a Ciudadanos, la formación de Rivera es el tercer partido en el que recalan algunos candidatos autonómicos y municipales que el 24 de mayo intentarán ganar un escaño o mantener el que tienen.

El Cholo Simeone dice “partido a partido” y ellos, “de partido en partido”... hasta llegar a Ciudadanos. Ellos son cuatro políticos que figuran en alguna lista electoral, autonómica o municipal, bajo las siglas del que es ya su tercer partido, Ciudadanos. En pleno éxodo de militantes y organizaciones territoriales en bloque desde Unión, Progreso y Democracia (UPD) a las filas de Albert Rivera, hay también fugas desde otros partidos y protagonizadas por políticos con una larga trayectoria no en uno si no en dos formaciones previas.

Alexis Marí, Eva Borox, Gema Amor y Manuel Vicente intentarán sentarse, respectivamente, en las Cortes Valencianas, la Asamblea de Madrid, y los ayuntamientos de Benidorm y Ávila de la mano, esta vez, del partido naranja el 24 de mayo. Entre todos, dejarán atrás militancias en el PP, el PSOE, UPD y el pequeño Centro Democrático Liberal (CDL), para intentar lograr un escaño de la mano de Rivera. Antes que ellos, el líder de la delegación naranja en el Parlamento andaluz, Juan Marín, fue teniente alcalde socialista de Sanlúcar de Barrameda, después de militar en el Partido Andalucista y en Alianza Popular.

“Una cosa es el político que vive de la política, de su cargo, y para mantenerlo da igual la coraza con la que se revista, eso es lo que critico y lo que opina la gente en general de quien salta de un partido a otro”. Estas palabras son de Javier García Oliver, consultor de recursos humanos que a sus 28 años ha pasado por la militancia en cuatro partidos. Sabe bien lo que es cambiar, porque entre 2003 y 2010 militó en el PP; entre 2010 y 2011, en UPD; en 2013 se afilió al partido de Mario Conde, Sociedad Civil y Democracia (SCD), y en 2014 pasó brevemente por Vox. En su trayectoria fue candidato popular en Lazkao (Guipúzcoa) y dirigente regional en Madrid del PP y UPD. García Oliver distingue entre un militante de base que cambia por “motivos ideológicos” y el “político profesional” que cambia dependiendo del sol que más calienta. Esta, dice, es la “opinión generalizada” entre los ciudadanos que asisten a las transiciones de un partido a otro.

Oportunidades. Meses antes de la última y más grave crisis de UPD, Marí dejó la formación de Rosa Díez junto a parte del consejo territorial de la Comunidad Valenciana, del que era coordinador. Aunque en los primeros días mantuvo la incógnita, terminó confirmando todas las sospechas y pasándose a Ciudadanos, que le colocó como número 2 de la lista a las Cortes valencianas. Salvo catástrofe, conseguirá su mejor resultado en una carrera política que empezó en el PP valenciano, que hace meses consideraba que está hoy “hecho trizas”.

Parte del éxito que obtenga Ciudadanos en las municipales tendrá que ver, además, con que ha reproducido una práctica ya conocida en Cataluña, su territorio de origen: convertir en afiliados a personas que ya son concejales. Es el caso, por ejemplo, de su candidato a alcalde de Ávila, Manuel Vicente, que durante esta legislatura fue portavoz y uno de los cuatro concejales de UPD en esta ciudad. Él también empezó su andadura en el PP, con el que fue teniente alcalde y llegó a disputar, sin éxito, la presidencia del partido de Ávila. En 2011, hizo algo parecido a lo que ha hecho ahora: antes de las municipales, se dio de baja en el PP y pasó a UPD.

En su particular conquista del mapa político, Ciudadanos ha optado en otras ocasiones por integrar en sus filas a partidos enteros. Así, el mes pasado, el CDL anunciaba que se disolvía para integrarse en el partido de Rivera. Su presidenta, Eva Borox, ocupará con mucha seguridad un escaño en la Asamblea de Madrid, puesto que va como número 3 en la lista autonómica. También para ella es su tercer partido, porque antes de militar en CDL, lo hizo en el PSOE, en Valdemoro(Madrid), cuya agrupación la eligió en 2007 candidata a la alcaldía (de donde era edil Francisco Granados y epicentro de la operación Púnica) pero el Partido Socialista de Madrid se opuso a su nominación, lo que motivó su pase a CDL, del que fue nombrada presidenta nacional en 2012.

En el CDL también encontró acomodo otra vieja conocida de la política en la Comunidad Valenciana, Gema Amor. Zaplanista reconocida, fue consellera de Francisco Camps y, tras romper con él, se replegó a su feudo, Benidorm, donde logró ser alcaldesa en las filas del CDL con un pacto con el PSOE que se rompió hace unos meses. Recientemente, Amor anunciaba que su grupo “irá de la mano” de Ciudadanos para las municipales. En lugar de la absorción directa, Amor ha abierto un periodo de prueba antes de decidir integrarse en Ciudadanos.

En 2014, la dirección del partido de Conde, ya sin el exbanquero, dio a elegir a sus militantes, García Oliver entre ellos, unirse a Vox o a un partido aún poco conocido, Movimiento Ciudadano, génesis de la hoy omnipresente formación de Rivera. Eligieron Vox, recuerda García Oliver, que en breve abandonó. Hoy no milita en ningún partido. “Ya tengo bastante”, dice. Echando la vista atrás, tampoco cree que hubiera sido mejor que SCD hubiera optado por unirse a Ciudadanos. “Conozco a mucha gente allí y están cometiendo los mismos errores, creciendo por aluvión, y el día que tengan miles de actas de concejal se van a dar cuenta de lo que tienen y van a tener problemas”, dice este experto cuatrimilitante

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