Cospedal cierra heridas del Yak-42
20 / 01 / 2017 Antonio Rodríguez
La ministra de Defensa pide perdón a los familiares de las víctimas y aclara varias incógnitas: el Gobierno no pagó los 149.000 euros del fatídico vuelo, si bien renunció a reclamar a la empresa el seguro por accidente.
Dolores de Cospedal en su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso
En ocasiones pedir perdón en política cuesta una eternidad. Federico Trillo lleva más de 13 años eludiendo este acto de contrición por la tragedia del Yak-42 de mayo de 2003, en la que murieron 62 militares que regresaban de Afganistán. En junio de 2004, tras conocerse que los tres militares de Sanidad que procedieron a las identificaciones se habían equivocado en 30 de los 62 cuerpos, el exministro de Defensa pidió “disculpas” por el dolor que hubiera podido causar a los familiares de las víctimas.
Ahora ha sido el Consejo de Estado el que ha desempolvado la tragedia con un informe –aprobado por unanimidad– en el que se declara la “responsabilidad patrimonial objetiva” del Estado a la hora de asumir las indemnizaciones que ya se entregaron en su momento. El máximo órgano consultivo del Gobierno relaciona el siniestro con una mala gestión del Ministerio de Defensa, cuyo titular era por entonces Trillo.
El informe publicado por El País el 3 de enero llevó a toda la oposición a pedir el cese de Trillo como embajador en Londres y a solicitar al Ejecutivo del PP que pidiese perdón por aquel vuelo que se estrelló en Trebisonda (Turquía) con una caja negra que no funcionaba desde hacía 45 días y con una tripulación exhausta que había encadenado muchas horas de vuelo sin descanso. El cese de Trillo se presentó como un anticipo del relevo que se iba a producir en cuestión de semanas y el propio afectado evitó mencionar la tragedia en su comparecencia del día 12 en la capital británica ante los medios.
