Francisco, el papa obstinado

Francisco

Todos han tenido sus manías personales, pero está claro que una de las características esenciales del papa Francisco es la obstinación. Cuando toma una decisión, cuando se le mete una cosa en la cabeza, no hay forma de conseguir que rectifique. Prácticamente todo el mundo le ha aconsejado que suspenda su próximo viaje a Egipto después de los tremendos atentados del Domingo de Ramos contra los cristianos coptos, perpetrados por el llamado Estado Islámico. El mismo patriarca de la Iglesia ortodoxa copta, Tawadros II, estuvo a punto de morir. Pero Francisco ha dicho que no. Que irá a Egipto por encima de todo. Tan solo ha transigido con el vehículo: en vez del habitual papamóvil descubierto, esta vez usará un modelo algo más seguro.