Confesiones del Duque de Alba

17 / 02 / 2016 Jesús Manuel Ruiz
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Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo posee 40 títulos nobiliarios, 12 de estas distinciones con Grandeza de España. Es el XIX duque de Alba. TIEMPO ha mantenido una reveladora conversación con él donde cuenta cómo se siente.

Cumplirá 68 años el próximo mes de octubre. El duque de Alba es reservado y quienes lo conocen bien aseguran que incluso bastante tímido. Un perfil muy diferente al de Cayetana, su predecesora y madre. Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo es discreto, poco dado a hablar de su vida, de su persona, de su gente y de
 su cargo. TIEMPO ha mantenido con
 él una conversación reveladora que permite conocer en profundidad al nue-
 vo duque y que marcará la hoja de ruta de la prensa de sociedad de los próximos años.

“Me considero una persona normal, consciente de su responsabilidad y con mucha ilusión con la labor que tengo que desempeñar”, explica desde el principio. “Estoy llevando la distinción de duque de Alba con mucha ilusión”, añade. “El objetivo como duque de Alba es mantener la Casa en los más altos niveles institucionales y sociales, de manera que siga ocupando en nuestro país el lugar en el que la historia la ha situado”, explica.

La duquesa y el duque

Las comparaciones entre el pasado reciente de los Alba y el presente son inevitables. La sombra de doña Cayetana es alargada, difícil de difuminar e imposible de borrar. El tiempo no podrá conseguir olvidar el genio y la figura de la noble que en ocasiones consiguió ponerse el mundo por montera, bailar flamenco ante los maestros del arte, enamorar a toreros y casarse por tercera vez a los 85 años. Carlos Alba no se esconde ante la pregunta de la comparación entre su madre, la última duquesa, y él, el nuevo duque. ¿Cuánto de fácil o difícil es ocupar el lugar de su madre?: “Como le digo, me ocupo con toda ilusión y responsabilidad de todos los asuntos de la Casa”. Ante las diferencias con la última titular no titubea. “Tengo muy buenos sentimientos como ella, puedo ser impaciente, nervioso y quiero que las cosas se hagan bien”, puntualiza el duque. El peso de la responsabilidad es grande.  Y el recuerdo es constante. ¿Cuándo se acuerda más de ella? “Me acuerdo de ella en todo momento”.

La relación de Cayetana Alba con la prensa fue fantástica aunque con altibajos. Fueron compañeros de viaje salvo en ocasiones cuando, sin tabúes, dijo a los micrófonos lo que pensaba de algunos periodistas ante preguntas incómodas. La relación que mantendrá Carlos Alba también es una incógnita. Bueno, incógnita hasta hoy. El duque de Alba comenta a la revista TIEMPO que procurará tener la mejor y más respetuosa relación con la prensa.

Su vida

Desde niño el duque de Alba ha sido consciente de la importancia de sus apellidos. Hasta el punto de que solicitó invertir su orden, al igual que lo hiciera su hermano Jacobo, conde de Siruela. Esta inversión hizo que los apellidos paternos pasasen a un segundo lugar. Desde niño se apellida Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo en lugar de Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart. El duque de Alba se licenció en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid para luego convertirse en presidente de la Fundación Hispania Nostra.

El 18 de junio de 1988 contrajo matrimonio en el altar mayor de la catedral de Sevilla con Matilde de Solís-Beaumont y Martínez de Campos, hija de Fernando Solís-Beaumont y Atienza, X marqués de la Motilla, y de su esposa, Isabel Martínez de Campos y Rodríguez-Garzón (hija a su vez de los duques de Seo de Urgel) con quien tuvo dos hijos. Fernando Juan Fitz-James Stuart y Solís tiene 26 años y es el actual duque de Huéscar. “A mi hijo Fernando como futuro duque de Alba procuro darle buen ejemplo y buenos consejos. Al igual que a mi hijo Carlos”. Carlos Arturo Fitz-James Stuart y Solís nace en 1991 y desde hace unos días es conde de Osorno. Esta distinción nobiliaria ha sido otorgada por su padre y tan solo falta que la firme Felipe VI. El condado de Osorno nace en 1445 con carácter hereditario por una concesión del rey Juan II de Castilla a Gabriel Fernández Manrique, I duque de Galisteo. Con la muerte sin sucesión en 1675 de Ana Apolonia Manrique de Lara, VIII condesa, el título recae en la Casa de Alba. Desde hace cuatro siglos sigue teniendo dicha dignidad la Casa de Alba. En unos días, el nuevo portador será el segundo hijo de Carlos Fitz-James Stuart, otro Carlos.

Carlos Alba y Matilde Solís se separan en 2000 y años después su matrimonio es declarado nulo por el Tribunal Eclesiástico de la Rota. Le preguntamos cómo es como padre: “Como padre soy como todos los padres, un poco pesado”. Dicen –le comentamos– que su hijo Carlos se parece a él y su hijo Fernando a los Motilla. ¿Es cierto?: “Los dos se parecen mucho a mí”, explica Carlos Alba.

Su personalidad

Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo asegura que entre el duque de Alba y Carlos no hay mucha diferencia. “Creo que son casi lo mismo”, añade. Se define como una persona tímida aunque señala que con los años y la experiencia lo va superando todo. Sus amigos aseguran que es más tímido que vergonzoso o pudoroso. “Si no supiésemos quién es diríamos que es más gallego o cántabro que madrileño con raíces sevillanas”, comenta su entorno más cercano.

El nuevo duque de Alba siente verdadera pasión por el deporte de mar. Una práctica que comparte con el rey Felipe VI y con el emérito Juan Carlos I. Navegar es la gran pasión de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo.

Carlos Huéscar no es de sitio fijo para descansar. Son varios los lugares escogidos para dejar la mente en blanco. Quizás uno de los lugares que más se repite para disfrutar de su tiempo libre sea Sotogrande. Este destino gaditano es el lugar preferido para pasar parte del verano acompañado de sus dos hijos, Fernando y Carlos.

Sus hermanos

Carlos es el mayor de seis hermanos. Carlos, Alfonso, Jacobo, Fernando, Cayetano y Eugenia. “Con todos mis hermanos tengo buena relación. Quizás tenga más afinidad con mi hermano Alfonso, ya que por razones de edad hemos pasado más tiempo juntos”, se sincera. “En cuanto a los rumores sobre la escasa relación con mi hermano Cayetano que apuntan algunos medios, solo puedo afirmar que probablemente por razones de edad puede haber más diferencias que con los demás hermanos” explica.

Alfonso, viudo de su madre

El funcionario de la Seguridad Social Alfonso Díez Carabantes se convertía en 2011 en el tercer marido de la XVIII duquesa de Alba. El comienzo de la relación fue difícil por la fuerte oposición de sus seis hijos. El tiempo suavizó posturas y los acercó en sentimiento. “La relación con Alfonso Díez ha sido muy buena. Significa una persona muy querida por mi madre y con quien se puede contar como amigo”, se sincera al hablar del viudo de su progenitora. “Sí es correcto hablar de Alfonso Díez como duque viudo de Alba, aunque no es habitual utilizarlo”, puntualiza.

Según se desprende del tono de la conversación, el duque de Alba quiere mantener la mejor relación posible con el viudo de su madre.

Dueñas se abre al público

“Con el palacio de las Dueñas lo que quiero hacer es cuidarlo lo mejor posible y hacer que cualquier persona pueda disfrutarlo”, explica.

La residencia oficial del duque de Alba es Madrid. La de su madre era Sevilla. La capital hispalense para Cayetana Alba era una de sus pasiones, junto al flamenco, los toros y la pintura. La revista TIEMPO le pregunta al duque de Alba que qué significa Sevilla para él. “Significa mucho, estoy ligado a Sevilla desde los primeros días de mi vida, desde niño me ha gustado mucho, encuentro que es una ciudad maravillosa, con un ambiente extraordinario y donde tengo muy buenos amigos”, cuenta.

El palacio sevillano de los Alba no está adscrito a la Fundación Alba a diferencia de los palacios de Liria y Monterrey en Madrid y Salamanca, respectivamente. Al no ser fundación el palacio de las Dueñas no tendrían obligación de mostrarlo al público. El nuevo duque de Alba desea que sea conocido por el pueblo y así también le permitiría otra firma de ingreso a la Casa de Alba.

Según ha podido conocer esta publicación, se está trabajando 24 horas seguidas en el palacio sevillano para que pueda ser abierto en marzo, coincidiendo con la gran afluencia de visitantes que tiene Sevilla con su Semana Santa en la calle. Se prevé que pueda estar abierto a partir del 18 de marzo. El precio de la entrada para visitarlo aún está sin delimitar, pero podría oscilar entre los 6 y los 9 euros.

La Corona

La nobleza y la realeza han estado muy unidas a lo largo de la historia. Fueron los anteriores reyes, Juan Carlos y Sofía, quienes se distanciaron de la corte noble. La relación entre los anteriores reyes y la aristocracia vuelve a reconducirse en 1991, cuando los nobles de España son recibidos por la Casa Real. Fue la recepción de la realeza a la aristocracia. “Tenemos mucha suerte con nuestros Reyes, son magníficos en todos los sentidos”, explica. “El rey Juan Carlos ha sido un monarca extraordinario en un momento muy difícil en donde se ha producido el mayor desarrollo económico, social y cultural probablemente en la historia de España”, explica.

El futuro de los Alba

Carlos Alba es rotundo al contestar a la preguntar que le realiza esta publicación acerca de cómo le gustaría que se escribiese la historia de los próximos años de la Casa de Alba. “Históricamente, como una persona que ha sabido cumplir con sus responsabilidades”, concluye.

El nuevo duque de Alba no se quiere pronunciar sobre la situación política de este país. Y ante el dilema o abanico de posibilidades de gobernabilidad que tiene nuestra nación mantiene una postura muy diplomática. ¿En qué España quiere vivir? ¿Podemos-PSOE, PSOE-PP o PP-Ciudadanos? “En una España donde exista la mayor estabilidad y donde quepamos todos”, contesta. Su respuesta podría tener interpretación pero la megafonía anuncia que hemos llegado a la estación de Santa Justa de Sevilla. No da tiempo a más.

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