Cayetano rompe su silencio

11 / 03 / 2016 Jesús Manuel Ruiz y Celia Lorente
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El conde de Salvatierra se confiesa tras pasar los meses más difíciles de su vida desde la muerte de su madre.

Foto: Paco Llata

Cayetano Martínez de Irujo acaba de atravesar la peor de sus pesadillas. Ha estado entre la vida y la muerte. Dos semanas después de su última intervención en la clínica La luz habla para TIEMPO de todo lo vivido. Es el testimonio más íntimo del quinto hijo de la siempre recordada Cayetana de Alba, su ojito derecho. La duquesa se fue para siempre el 20 de noviembre de 2014 y Cayetano quedó huérfano. Desde aquel día, se comenzó a escribir otra página en la historia de la Casa de Alba. Esta semana Cayetano Luis Martínez de Irujo y Fitz-James Stuart, IV duque de Arjona y XIV conde de Salvatierra, con Grandeza de España, nos recibe en el palacio madrileño de Liria. “Aunque esta ya no es mi casa”, aclara. Un posado entre impresionantes tapices, cuadros, jarrones y estatuas de época. Un tú a tú con el aristócrata, donde Cayetano revela sus miedos, sus ilusiones, su presente y su futuro. La conversación comienza por las operaciones de los últimos meses. “A día de hoy, me encuentro bien y en franca mejoría de recuperación total. Gracias a Dios ambas operaciones han salido bien, puesto que están magistralmente hechas por el doctor Enrique Moreno” explica el hermano menor del actual duque de Alba. Más delgado que nunca pero con buen aspecto, sin ningún pudor se levanta la camisa y deja su abdomen al descubierto mostrándonos las cicatrices que le han dejado las operaciones. “Hace solo dos semanas y ya están cerradas”, dice orgulloso.

La cronología médica de Cayetano Martínez de Irujo comienza días después de fallecer su madre. A finales de noviembre de 2014 tuvo que ser ingresado en la clínica Santa Isabel de Sevilla. El problema de entonces, según se le informa, es una obstrucción intestinal severa. Un año después resurgen los mismos problemas. En ese momento se encuentra en su domicilio sevillano, su finca de Carmona. Es noviembre de 2015. El conde de Salvatierra se siente indispuesto y acude a la misma clínica donde un año antes fue ingresado. Una vez realizados los análisis pertinentes se decide realizar una nueva operación. Durante cuatro días permanece en el centro y hasta Sevilla se desplazan sus hijos mellizos Luis y Amina acompañados de su madre y exmujer del jinete, Genoveva Casanova. Tras la operación la recuperación es más lenta de lo esperado y el propio Cayetano decide su traslado a Madrid, a la clínica La Luz, para que el doctor Moreno le dé una opinión sobre su salud. La situación es complicada y se decide volver a intervenir.

El pasado febrero, el hijo de la duquesa de Alba vuelve a entrar a quirófano para finalizar el proceso quirúrgico que comenzó en noviembre. Días muy difíciles donde las sombras son mayores que las luces. “Sí. Sí he temido por mi vida. Me he dado cuenta de que el poder no estar hoy aquí me ha pasado muy, muy cerca”. El duque de Arjona explica y resume los últimos meses. “Sin ninguna duda ha sido el peor año de mi vida”.

Sus dos madres.

En el transcurso de los últimos 18 meses, Cayetano ha perdido a dos de sus seres más queridos: su madre, Cayetana de Alba, y su nana Margarita, la persona con quien pasó su infancia y a la que visitó hasta el último día de su vida.

El recuerdo de Cayetana de Alba es constante. El pensamiento de su madre es diario. “Sin la duquesa de Alba se vive con añoranza, con admiración, un gran recuerdo, un gran ejemplo. Sin la madre se vive un poco triste, pero a la vez me siento muy satisfecho y contento de la impresionante relación que mantuve los siete últimos años con ella, lo que aprendí, su confianza hacia mí, su reconocimiento y su querer. Me he quedado muy lleno”, se sincera Martínez de Irujo. Le cuesta todavía más expresar los sentimientos que dibujan a un Cayetano Martínez de Irujo sin la presencia física de su progenitora. “De mi madre me acuerdo en muchos momentos. Buff... en muchos, no se ha equivocado en casi nada. Han sucedido en gran parte las cosas como ella las predijo”.

La otra persona que ha dejado gran vacío en su vida es Margarita Cayarga, quien representó para él alguien más que una educadora. Fue su fiel confidente en todos los momentos de su vida. Los mejores platos caseros de cuchara se los comió en el domicilio de Margarita, a muy pocos metros de la madrileña Puerta del Sol. Margarita se fue hace dos meses y su recuerdo no prescribirá ni caducará nunca. “Sin Margarita, sin mi segunda madre, sin mi nana. Nana [el conde de Salvatierra usa con frecuencia este apelativo para referirse a Margarita Cayarga] fue para mí uno de los pilares de mi vida, la recuerdo muchas veces al día porque, sobre todo, me ha dejado la mejor de sus herencias, su hija Margaret”, explica. Cayetano Martínez de Irujo es el tutor de la única hija de Margarita. La hija de Cayarga está a punto de cumplir 50 años y tiene síndrome de Down. Desde el día que falleció Margarita, Cayetano es el encargado de ella, su tutor. Para Margaret, Cayetano es como un hermano o un padre. Hay una imagen entre Cayetano y Margaret que fue muy comentada hace un año: el abrazo fraternal en el funeral de Cayetana de Alba en diciembre de 2014.

Sus hermanos.

En los últimos meses muchas crónicas han contado qué relación existe entre Cayetano y sus cinco hermanos. Unas apuntan a una nula relación con los mayores. Otras describen una relación cordial con todos los hermanos, y otro grupo de informaciones diferencian la relación entre unos hermanos y otros. Hoy es nuestro protagonista quien habla de esta situación para disipar cualquier duda acerca de las relaciones entre los seis herederos de la duquesa de Alba. “Con unos hermanos tengo más relación. Con otros, menos. Pero bien. La relación con el actual duque de Alba es cordial. No es cierto que mantenga una relación no cercana con mi hermano mayor. No es cierto”.

Cayetano Martínez de Irujo habla sin tapujos sobre todos sus hermanos: Carlos, duque de Alba; Alfonso, duque de Aliaga; Jacobo, conde de Siruela; Fernando, marqués de San Vicente del Barco; y Eugenia, duquesa de Montoro. “Es cierto que mi hermana Eugenia es mi ojito derecho, junto a mi hermano Fernando. Ambos por igual”, explica su relación fraternal. Tanto Eugenia como Fernando han sido los hermanos con los que más tiempo ha pasado. La diferencia de edad se acortaba con ellos en comparación a sus otros tres hermanos mayores y había entre ellos más vivencias y cosas en común.

Su papel en la Casa de Alba.

“El lugar y la función que tengo ahora en la Casa de Alba es ninguno. No me gustaría tener en esta nueva era de la Casa de Alba ningún papel que no me corresponda. Yo tengo la función de la marca de productos que representan a la Casa de Alba y además pienso que una casa con esta historia la representamos todos, con o sin funciones atribuidas”, afirma el conde de Salvatierra sin ambages.

Cayetano Martínez de Irujo presentó el pasado mes de diciembre en Madrid los nuevos productos gourmet de la Casa de Alba, un proyecto en el que comenzó a trabajar en 2012. “Antes, la Casa de Alba destinaba una partida económica a la línea de productos gourmet, pero ahora parece que cada uno va a lo suyo y mis hermanos han considerado que esto era mío. Así que en enero de este año me encontré con una línea de productos que ya se habían lanzado al mercado y sin ninguna financiación. He conseguido un crédito y tengo unos colaboradores maravillosos con los que estamos trabajando muy bien y ya empezamos a tener distribución en el extranjero”, explicaba Cayetano Martínez de Irujo, en el Club 567, su primera aparición pública tras la intervención quirúrgica a la que fue sometido. “Siempre me he ocupado demasiado de los demás, de la casa, pero a partir de ahora voy a centrarme en mí”, precisaba entonces el hijo menor de la duquesa. El conde de Salvatierra posee el 55% de las acciones de la empresa –el resto está dividido entre sus cinco hermanos–, que actualmente produce aceite de oliva virgen extra Alter Ego, galletas artesanales, turrones, carne de vacuno mayor, miel, dulces, chocolates, una línea de productos del cerdo ibérico y cerveza artesanal. “Ella [la duquesa de Alba] fue quien me animó a iniciar este proyecto en el que llevamos cuatro años trabajando con productos de nuestras fincas y en el que un pequeño equipo hemos ido creciendo y aprendiendo juntos”, precisó el conde de Salvatierra. Martínez de Irujo compatibilizará su labor al frente de los productos gourmet Casa de Alba con la de consejero de la firma de moda sevillana Piel de Toro, cargo que ocupa desde el pasado mes de  julio.

La prensa.

La relación de Cayetano con la prensa ha tenido altibajos. Momentos de relación distendida y otros de diferencias notables. Ha interpuesto hasta 17 demandas por esta cuestión y considera que lo que se ha escrito sobre él en los medios es muy injusto. Sin embargo, Cayetana de Alba le dio un consejo a su hijo antes de fallecer que revela a la revista TIEMPO: “Mi madre me pidió que hiciera un esfuerzo. Se refería a la prensa del corazón. Lo estoy haciendo, yo la respeto y pienso que este sector de la prensa ya me respeta también a mí. Lo único que pido son dos cosas, que no se me pregunte nunca más sobre mi vida sentimental, puesto que nunca volveré a decir nada al respecto, es ya solo mía, y lo segundo, que no me persigan cuando voy en coche en mi vida cotidiana”, puntualiza y solicita.

Hijos.

“La relación con mis hijos es excepcional”. Luis y Amina son los dos hijos que nacen fruto de la relación con la mexicana Genoveva Casanova. “No me da miedo la adolescencia de mis hijos. Tengo también una gran relación con Genoveva y ambos hemos formado a nuestros hijos conjuntamente, y seguiremos haciéndolo siempre y muy por encima de cualquier interés personal de ambos”.

Cayetano y Genoveva contrajeron matrimonio en el palacio de Las Dueñas el 15 de octubre de 2005. El matrimonio se divorció en 2009. Desde entonces los rumores de una vuelta a empezar entre Cayetano y Genoveva han sido constantes ya que tienen una buena relación y era frecuente verles juntos, incluso de vacaciones. Pero cuando la prensa escribía sobre una posible reconciliación, saltaba a los medios la noticia del noviazgo del año. La pareja formada por el exministro de Aznar José María Michavila y la ex de Cayetano Martínez de Irujo, Genoveva Casanova. Ya no había vuelta atrás. El pasado no sería presente. Y mucho menos futuro.

En aquel momento, el conde de Salvatierra conoce a la nadadora Melani Costa. El noviazgo se rompe hace solo unos meses. Según las declaraciones vertidas en varios medios por parte de Costa, la ruptura es definitiva y no habrá segundas oportunidades.

Ahora su exmujer Genoveva Casanova ha solicitado la nulidad eclesiástica de Cayetano para estar conforme con sus ideas religiosas y ante la posibilidad de poder celebrar en el futuro otro matrimonio religioso aunque, según ella misma ha afirmado, todavía no tiene planes de boda “ni esa es mi meta”. El jinete, por su parte, ha asegurado que no se personará en el proceso. “La razón es que quiero estar al margen, dado que no tengo esa sensación o necesidad de anular mi matrimonio”, ha declarado.

Alfonso Díez.

En las últimas semanas hemos sido testigos de las instantáneas donde Alfonso Díez visita a Cayetano Martínez de Irujo en la clínica La Luz para interesarse por la evolución del hijo menor de su esposa. Una vez que las dudas se disiparon sobre la figura de quien se convertiría en el tercer marido de su madre, la relación entre Cayetano y Alfonso Díez fue muy fluida. Cayetano dejó patente ante los medios de comunicación el apoyo al enlace de su madre con el funcionario de la Seguridad Social en octubre de 2011. La relación fue in crescendo desde hace cuatro años.

Las palabras del hoy conde de Salvatierra no dejan lugar a dudas. “La relación que mantengo con el viudo de mi madre es muy buena. Alfonso es un hombre inteligente, discreto y muy buena persona. Hizo muy feliz a mi madre”, concluye Cayetano.

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