Cataluña busca su CNI en Israel

09 / 12 / 2016 Antonio Fernández
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Una delegación de la Generalitat visitó recientemente Israel en busca de información y proveedores para su futuro centro de inteligencia. Fueron alojados en un hotel en el que también estaban guardias civiles españoles.

Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat de Cataluña

El pasado 13 de noviembre, una delegación de directivos catalanes aterrizaba en Tel Aviv, la capital de Israel. Su misión oficial era asistir a la feria Israel Homeland Security & Cibersecurity, considerada la más importante del mundo en ciberseguridad. En el viaje, a 1.900 euros por cabeza y subvencionado por el Govern, iban directivos de las empresas Alphanet, Ase Optics Europe, Crises, Eurecat, i2cat, Leitat, Safelayer Secure Communications y Somos Digitales. Pero, lo más importante, viajaban también cuatro directivos del Centro de Seguridad de la Información de Cataluña, un organismo oficial conocido como Cesicat.

Al frente de la delegación, que fue organizada por la Consejería de Empresa, iba el secretario de Telecomunicaciones, Ciberseguridad y Sociedad Digital de la Generalitat, Carles Puigneró, su jefe de gabinete, Iván Monforte, otro cargo de la Administración y el director del Cesicat, Xavier Gatius. Las semanas anteriores, habían removido cielo y tierra para intentar atar varias reuniones de trabajo en Israel. Una nota oficial de la Generalitat decía que habría “reuniones con posibles socios comerciales y partners tecnológicos”, para lo que se estaba coordinando con el Israel Export and International Cooperation Institute. E incluso llegaron a atar visitas programadas a la Universidad Ben Gurion, a algunas empresas expertas en ciberseguridad y al Cyberspack, un área de innovación cibernética al sur de Israel, controlada por el Gobierno.

Pero la principal atención de los directivos de la misión estaba fuera de esos focos. En realidad, los representantes de la Administración catalana querían ver de cerca diverso material que les puede interesar en un futuro inmediato sin tener que dar explicaciones sobre ello.

Solo hubo un pequeño inconveniente: los altos cargos del Gobierno catalán filtraron a una publicación conectada con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que en realidad iban a Israel a intentar sentar las bases de unos servicios de inteligencia, lo que sería un CNI catalán, después de que hubiesen intentado lo mismo en 2012 transformando el Cesicat en ese CNI catalán. Fue una gran chapuza. Y ahora buscan hacer algo “más serio”. Iván Montforte, uno de los integrantes de la operación, no pudo resistirse y, el día antes del viaje a Tel Aviv, retuiteó la noticia filtrada a la publicación. “Fue una pifiada. A nadie serio se le ocurriría lanzar algo así, y menos si tienes un cargo directivo en el Gobierno”, reconoce a Tiempo una fuente oficial de la Administración catalana.

La comitiva de la Generalitat, para mayor abundamiento, fue colocada estratégicamente en el mismo hotel que una delegación de la Guardia Civil, que también había acudido a la feria. Seguir sus pasos no fue muy difícil. Los representantes catalanes se quedaron un día más, aunque en realidad ya habían mantenido contactos a alto nivel con agencias gubernamentales judías, y finalizaron reuniones con posibles proveedores de material para una futura Agencia de Ciberseguridad de Cataluña (ACC). Esta agencia tomará el relevo del Cesicat, herido de muerte tras el fiasco de la creación del primer CNI catalán, aunque, de momento, solo hay un proyecto de ley en el Parlamento catalán.

Fecha y dinero

“La Agencia será un hecho en 2017. En realidad, estará totalmente diseñada antes de verano del año que viene”, afirma a este semanario una persona que trabaja en el desarrollo de ese nuevo organismo. El motivo es que “cuando se aprueben las leyes de desconexión para romper con España y se convoque un referéndum de independencia, en el mes de junio o julio, las estructuras de Estado para que Cataluña eche a andar sola deben estar totalmente finalizadas. Y unos servicios de inteligencia son una de esas estructuras básicas. A nadie se le ocurriría crear un Estado sin un servicio de espionaje, lo mismo que no se podría crear sin una Hacienda”, añade la misma fuente.

El Gobierno catalán espera destinar a la Agencia de Ciberseguridad un total de 35 millones de euros, además de otro pico multimillonario para la compra de material. En los presupuestos del año que viene, no obstante, aún no figura ninguna partida de dinero para la Agencia. “Es normal, porque aún no está creada. Cuando sea un hecho, se le traspasarán los fondos del Cesicat y de la Secretaría de Telecomunicaciones”, afirman las fuentes internas del Gobierno. Esta secretaría tiene un presupuesto de 12,3 millones.

De ellos, 3,5 millones de euros irán al Cesicat, que en el último ejercicio recibió una partida que apenas superaba 3,2 millones de euros. Por la prestación de servicios propios, el Cesicat recibirá otros 3,8 millones adicionales, por lo que su presupuesto supera con creces los 7,5 millones de euros para 2017. Los gastos de personal de este último organismo pasarán de 1,5 a 2 millones de euros y para “servicios exteriores” se ha previsto una partida especial que asciende a más de 5,1 millones de euros. En total, el Gobierno catalán tiene previsto un desembolso de algo más de 14 millones de euros en un programa que prevé diseñar la política de seguridad TIC y la potenciación de mecanismos como el propio Cesicat.

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