A la búsqueda de tecnócratas
Los partidos podrían echar mano de independientes de consenso para desencallar una situación de bloqueo a la hora de formar Gobierno. Los mejor situados son Félix Sanz Roldán, Rafael Matesanz y José Antonio Marina
Los independientes o tecnócratas con carrera política son una especie en extinción en nuestro país ya que el PP y el PSOE han sido poco dados a darles entrada en sus respectivos Gobiernos. Pero la compleja aritmética del 20-D puede provocar un escenario de votaciones de investidura fallidas y unas nuevas elecciones en mayo o junio, en las que el reparto de escaños apenas sufriese variación harían que la ingobernabilidad se instalase en Madrid como la piedra de Sísifo.
¿Necesitaría entonces España un Mario Monti? El caso del ex primer ministro italiano, que salvó a su país del rescate europeo entre noviembre de 2011 y abril de 2013, es un buen ejemplo. Con una reconocida trayectoria económica en la Comisión Europea y sin afiliación partidista, a Monti se le encargó la formación de un Ejecutivo “técnico” que aplicase las reformas y las medidas de austeridad que Bruselas le exigió a Italia.
Podemos da el paso. El runrún de la búsqueda de independientes para la política española empezó a las pocas horas de que cerrasen las urnas del 20-D. El primero en plantearlo fue Podemos, por boca de Íñigo Errejón, el 22 de diciembre. “No sé si veo mucho a Pedro Sánchez de presidente. Para algunas de las transformaciones importantes que necesita nuestro país, a lo mejor necesitamos pensar en figuras independientes”, dijo el número dos de la formación morada.
Su jefe de filas, Pablo Iglesias, recogió el guante al día siguiente para advertir de que si Sánchez no consigue ser presidente, “tal vez sea el momento de que una figura independiente de prestigio asuma dar los pasos necesarios para intentar que en España deje de gobernar el PP y pongamos fin al tiempo de la corrupción y la desigualdad”. Desde entonces, no han vuelto a mencionar dicha posibilidad.
Ciudadanos tendría más fácil la búsqueda de personas sin pasado partidista ya que se ha dedicado a ello en el último año. En este terreno ha jugado un papel muy importante el headhunter jubilado Gerardo Seeliger, quien desde comienzos de 2015 ha organizado encuentros en su casa con dirigentes de la formación naranja –entre ellos, Albert Rivera y Luis Garicano– a los que asistieron medio centenar de empresarios en cada ocasión. “Es un formato muy atractivo, pero las cenas son confidenciales”, señaló este cazatalentos en junio a TIEMPO cuando se le preguntó por esta labor de intermediación.
Seeliger es amigo personal de Javier Nart, el eurodiputado más conocido de Ciudadanos, pero también de la presidenta popular madrileña, Cristina Cifuentes. “No tengo ninguna ambición política. Lo único que quiero es que España esté bien gobernada”, insistió este profesor asociado de IE Business School que además dirige la empresa Xchanging, “dedicada a la alta tecnología digital”.
Los partidos tradicionales apenas se han prodigado en el pasado a la hora de encontrar personas de consenso. El caso más llamativo fue el de Alberto Oliart en 2009, durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. El exministro de Defensa con la UCD fue llamado para dirigir RTVE con 81 años y dirigió la etapa más independiente de la radio y la televisión pública hasta poco antes de las elecciones de 2011.
Espías y trasplantes. En la actualidad, solo el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general retirado Félix Sanz Roldán, y el presidente de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, provienen de la etapa socialista. El primero siempre se ha considerado un “servidor del Estado” y esgrime como tarjeta de presentación sus más de 50 años de trabajo público, por lo que podría seguir en ese puesto tan delicado como es la dirección del CNI.
Matesanz, por su parte, es el artífice del llamado modelo español de trasplantes que ha llevado a nuestro país a ser líder mundial en este apartado desde 1992, con tasas de donación y trasplante que doblan a las del resto de países de la Unión Europea. En su condición de alto cargo del Ministerio de Sanidad, Matesanz podría ser el sustituto idóneo del ministro Alfonso Alonso si hubiera que buscar un perfil independiente para dicho puesto.
Otra responsable política con perfil tecnócrata es Carmen Vela, actual secretaria de Estado de I+D+I. Esta empresaria e investigadora trabaja desde enero de 2012 a las órdenes de Luis de Guindos –el único ministro de Rajoy sin afiliación al PP–, pero se le considera de carácter progresista ya que formó parte de la Plataforma de Apoyo a Zapatero desde la que el llamado grupo de la ceja apoyó en 2008 la reelección del presidente socialista.
Para Educación encajaría muy bien José Antonio Marina, el ensayista y profesor más mediático de los últimos meses a raíz del Libro Blanco de la función docente no universitaria que entregó al departamento de Íñigo Méndez de Vigo a principios del mes de diciembre. Y para Asuntos Exteriores, el diplomático que mejor ha navegado bajo los Gobiernos del PP y del PSOE gracias a su independencia de criterio ha sido Jorge Dezcallar.