300 españoles tienen una póliza antisecuestro

Los grupos terroristas yihadistas han generalizado la costumbre de secuestrar a ciudadanos de los países occidentales y pedir un rescate para conseguir dinero con el que financiarse. No son los únicos. Mafias de todo tipo y organizaciones armadas en muchos países del mundo también utilizan esa vía. El último caso es el de la periodista Salud Hernández-Mora, secuestrada esta semana por la guerrilla en Colombia.

Para hacer frente a esta amenaza, en España, según datos obtenidos por Tiempo de fuentes cercanas a Lloyds, la compañía de seguros más importante del mundo, hay cerca de 300 españoles con una póliza antisecuestro en vigor. Los secuestros constituyen una preocupación permanente para las empresas que tienen trabajadores en muchos países del mundo en los que son un arma común para obtener dinero. Mafias y grupos terroristas campan con cierta libertad en esos países, en los que sus Gobiernos tienen dificultades para perseguir este tipo de hechos delictivos. Los especialistas hablan de África, Asia y Latinoamérica, pero especifican que también se producen con frecuencia, aunque con menos eco en los medios de comunicación, en países de Europa o Norteamérica.

Un problema previo, que está llevando a grandes debates en todo el mundo, es la política oficial de los países frente a esta amenaza. En los últimos años, Estados Unidos ha sido el país más beligerante contra el pago de rescates. Defienden que a los terroristas no se les debe financiar con dinero que luego utilizan para cometer más crímenes.

No obstante, el propio presidente Barack Obama dio un paso atrás en su política de rigidez en junio de 2015, cuando recibió a una comisión de familiares de secuestrados. La opinión pública estadounidense se había quedado impactada el año anterior con la difusión de las imágenes grabadas por los terroristas del Estado Islámico (EI) del asesinato de dos periodistas. El presidente americano se sintió presionado y accedió a permitir que los familiares pudieran recaudar dinero para pagar los rescates. Incluso ha creado un grupo para la liberación de rehenes, que facilita información a los familiares para ayudarles a solucionar el problema.

Empresas en países críticos

Numerosas empresas de todo el mundo tienen delegaciones en países conflictivos en los que el secuestro es un arma demasiado común. Tiempo ha podido contactar con Víctor González Moreno, máximo responsable de la empresa de seguridad SGSI, que trabaja en los lugares más conflictivos del mundo, que cuenta con una póliza de secuestro con rescate y que vende las pólizas de Lloyds a quienes las precisan. Pólizas que en España no están a la venta, quien desee suscribirlas debe acudir al Reino Unido. El motivo, según el experto en seguridad, es que “el Estado español prefiere ser el garante y así controlar y estar informado de las situaciones en las que España puede salir implicada, controlando ellos mismos todo el proceso”.

Relata que “es un seguro que te garantiza que en el caso de que hayas sido secuestrado la aseguradora se hará cargo de la situación. El proceso empieza con una llamada tras la cual nos reunimos con el cliente para hacer su perfil. Él tendrá que explicar exactamente la naturaleza de sus necesidades y temas como la duración. Se hace un estudio previo del candidato y sus riesgos naturales, luego se hace un estudio de la zona y se le entrega un informe sobre las condiciones que tiene que cumplir para poder hacer la póliza, condiciones que tienen que ver con el equipo de seguridad o con el número de escoltas”.

Estas pólizas van desde la negociación y el pago del rescate a la recuperación del asegurado. Algunas incluso cubren el uso de especialistas que en caso de que todo falle tratarán de recuperar al secuestrado por otros medios disponibles, siempre –y esto es muy importante– en el caso de que el secuestro se tuerza.

Estos seguros los contratan empresarios y multinacionales para sus ejecutivos expatriados temporalmente o de larga duración, y también políticos y sus familiares. El coste, según las coberturas, puede ir desde los 10.000 euros, “hasta una póliza, que fue un caso excepcional, que costaba 250.000”.

La puesta en marcha del seguro al producirse un secuestro es el siguiente, según explica González Moreno: “Las aseguradoras trabajan codo con codo con empresas especializadas que tienen sus propios equipos multidisciplinares. Se informa y se colabora con las autoridades siempre o la mayoría de las veces, y con mucha cautela, no es lo mismo un equipo de policías español que uno de Sudán. Se pueden llevar a cabo operaciones de rescate, pero son siempre casos muy concretos y para clientes muy determinados que, aun siendo secuestrados, prefieren la intervención de un equipo privado a la intervención de las autoridades de su país”.