Rebeca Grynspan

02 / 11 / 2016 Ana Lázaro Verde (DPA)
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Secretaria general Iberoamericana 

“El paso del tiempo añade riesgos al proceso de Colombia”

La cita de Cartagena de Indias se había concebido como “la cumbre de la paz”. ¿Fue un revés el resultado del plebiscito?

Fue una sorpresa que no esperábamos, pero no fue un no a una negociación con las FARC para terminar el conflicto armado, sino un no a aspectos específicos del acuerdo. Hay elementos que nos hacen ver con cautela, pero con optimismo, el proceso: que se haya extendido el alto el fuego, que las FARC hayan actuado con mucha mesura... En ese marco, es muy importante la presencia de la comunidad internacional en Colombia diciendo: “También estamos aquí cuando hay un revés”.

¿Cree posible un acuerdo de paz definitivo antes del final del alto el fuego, anunciado el 31 de diciembre?

Cuando hay voluntad, todo es posible. Tenemos que hacer un llamamiento a la voluntad para no prolongar la incertidumbre, porque si bien creo que hay un espacio de negociación positivo, también creo que el paso del tiempo añade riesgos al proceso. Sería bueno que esto no se prolongue innecesariamente.

¿Cree que la comunidad internacional podría perder interés en el proceso si se dilata en el tiempo?

Creo que hay un elemento positivo en el hecho de que Naciones Unidas dijera que daba el margen necesario. Es un buen síntoma. Pero no puede ser indefinido.

Si la negociación se dilata, ¿podría afectar a las ayudas comprometidas, por ejemplo, por la UE?

Si pasa mucho tiempo, sí, porque los organismos no pueden mantener inmovilizados eternamente sus recursos. Pero todos tienen la mejor de las intenciones en mantener lo comprometido.

¿Qué fue lo primero que pensó al conocer el resultado del plebiscito?

No lo creí. Y además con una diferencia tan ínfima... Pero ese momento hay que superarlo. Reconocer lo que refleja el resultado es la mejor manera de ayudar al proceso de paz.

¿Es más preocupante que el no gane por unas décimas o que el 60% de la población no se pronuncie?

La conquista de la democracia y del voto es de las cosas más importantes que han pasado en la región en los últimos 30 años. Por tanto, debemos hacer un llamamiento a entender el poder que tiene el voto.

¿Van a plantearlo en la cumbre?

He pensado mucho en este tema, ahora que la cumbre es sobre la juventud. Una de las cosas que me preocupan es que los jóvenes no ven la democracia como una conquista. Y que es juzgada con dureza, solo en lo que hace y no en lo que es en sí misma.

Iberoamérica tiene la generación de jóvenes más preparada de la historia, pero un alto porcentaje sigue excluido del sistema educativo y laboral. ¿Qué se puede hacer en este sentido?

Hemos puesto mucho énfasis en la educación superior. Pero muchos de los presidentes, con razón, nos piden una mirada más profunda hacia la parte técnico-profesional. A muchos jóvenes que se sienten excluidos deberíamos darles oportunidades de capacitación profesional para abrirles al mercado laboral.

Hace dos años, en Veracruz (México), se anunciaba una nueva etapa para las cumbres iberoamericanas. ¿Ha habido una renovación real?

Creo sinceramente que hay un reconocimiento de un proceso de renovación y de un enfoque más dirigido a resultados: a una rendición de cuentas que llevamos a la cumbre y nos hace ser un espacio más cercano para los ciudadanos. También hay un reconocimiento de que la plataforma iberoamericana es un espacio en el que revalorizamos lo que nos une, no lo que nos separa. Hay países más entusiastas que otros, pero nadie quiere salirse de este espacio. Eso es muy importante para el futuro de las cumbres.

No le gusta hablar de las presencias y ausencias en las cumbres, pero es inevitable preguntarle...

No quiero que eso desaparezca, pero tampoco que sea lo único.

Una de las ausencias más destacadas este año es la del jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, por la coincidencia de la cumbre con la formación de Gobierno en su país.

Esas cosas suceden y hay que entenderlo. Hay una voluntad de estar y no es posible.

¿No es un fallo por parte de España?

No, estas cosas de la política son complicadas. El Gobierno español ha sido solidario y comprometido. Y estamos sumamente agradecidos a que, si bien el rey Felipe VI canceló compromisos internacionales por la situación interna, en ningún momento estuvo en sus planes cancelar su presencia en la cumbre. Eso denota su compromiso con la región iberoamericana.

¿Cómo ve la situación en Venezuela? ¿Cree posible un acuerdo entre el Gobierno y la oposición?

No pierdo la esperanza. Cuando me hacen esta pregunta respondo: ¿entonces cuál es la alternativa?

¿Y en Cuba?

Yo he celebrado el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y EEUU. Por supuesto, el embargo y la ley Helms-Burton aún existen y, hasta que el Congreso no las derogue, lo que estamos viendo son medidas administrativas, que son muy importantes. Me parece que Cuba está en un proceso que ellos están liderando, como debe ser, y yo veo cambios muy importantes.

¿Y ese proceso en el plano económico puede derivar hacia un proceso en el plano político?

Lo veremos. Son procesos que toman su tiempo y tienen que respetar la especificidad de cada país. En ese sentido, hay que tener paciencia para observar el camino que se vaya a seguir. 

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