Odón Elorza

15 / 11 / 2017 Luis Calvo [Fotos: David Garcia-Amaya]
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Secretario de Transparencia y Democracia Participativa del PSOE

“Cataluña es una nación en lo histórico, lo político y lo identitario, pero sin Estado”

Foto: David Garcia-Amaya

El secretario de Transparencia y Democracia Participativa del PSOE marca diferencias con el PP y Ciudadanos en cuanto a la aplicación del artículo 155. Ahora, argumenta, toca pelear para encontrar una solución política.

Mientras contesta pausado a las preguntas, en el despacho de Odón Elorza (San Sebastián, 1955), enfrente de su mesa, cuelga una bandera saharaui con el lema “Sahara Libre”. Poco sospechoso de centralista o reaccionario, verso suelto del socialismo, el exalcalde de San Sebastián defiende con vehemencia, sin embargo, el papel del PSOE en la crisis catalana.

P_ ¿Por qué tenía que estar el PSOE en el pacto del 155?

R_ Pedro Sánchez lo ha expresado con mucha claridad: somos un partido de oposición a la derecha, con vocación de Gobierno y, además, sentido de Estado. Esto significa que ante problemas de gran envergadura, sea el terrorismo yihadista o en este caso la ruptura de la integridad territorial, el PSOE se posiciona claramente. No se pone de perfil como hace Podemos. Con esas premisas, en la coyuntura actual, no podíamos dejar que la derecha patrimonializara la defensa de la Constitución y las instituciones comunes. Dicho esto, el 155 no es plato de buen gusto para los socialistas. Y hemos tratado de condicionarlo al máximo.

P_ ¿En qué sentido?

R_ El 155 es un artículo casi en blanco que podía tener un desarrollo muy diverso. El empeño de la dirección del PSOE ha sido limitar una aplicación excesiva en contenidos y tiempo para evitar que se convierta en una bomba de relojería. Primero, insistiendo hasta el final en que si Puigdemont convocaba elecciones no haría falta aplicarlo. Y una vez hecha la declaración unilateral de independencia, presionando para que se rebajaran las pretensiones iniciales del Gobierno. Hay, por tanto, una influencia muy grande en su aplicación.

P_ Pero les sitúa en el mismo bloque que PP y Ciudadanos. ¿Cómo se van a distinguir?

R_ Es muy difícil, pero posible. No podemos dejarnos llevar por un acusado sentido de responsabilidad. Nuestro acuerdo con el Gobierno da de sí lo que da de sí: es la respuesta a una amenaza a la integridad del Estado. Pero seguimos defendiendo con vehemencia nuestras banderas de identidad, las que nos distinguen de los partidos que se empeñan en encerrarnos en ese bloque.

P_ ¿Cuáles son?

R_ Primero, hay que insistir en un modelo plurinacional de país. No solo por nosotros, sino porque es uno de los puntos que podría ayudar a encontrar una salida a la crisis de Estado en Cataluña. Segundo, debemos insistir en que nuestro modelo de España es federal, algo en lo que no creen ni Ciudadanos ni el PP. Tercero, el 155 no puede significar una regresión en las capacidades de autogobierno de Cataluña o de otras regiones como algunas voces de la derecha empiezan a proponer. Cuarto, defendemos la Constitución al mismo tiempo que queremos su reforma para acomodarla al Estado del siglo XXI. Debemos construir un nuevo modelo de España, una nueva marca política donde primen mucho más la convivencia y los derechos sociales. Y quinto, defendemos el pacto de Estado para Cataluña que está liderando Iceta. Este pacto tiene unos contenidos concretos en competencias, autogobierno, financiación, que habrá que discutir, y mucho. Y en materia de relación bilateral, porque creo que el federalismo del PSOE debe tener algunas asimetrías, aunque haya compañeros que no lo compartan...

P_ ¿En qué se concretan esas asimetrías?

R_ Por ejemplo, en la concepción de Cataluña como nación sin Estado. ¿Es una nación? Yo entiendo que sí, una nación sin Estado. En lo histórico, lo político, lo identitario o lo cultural, sí. Y participa de una soberanía única compartida que es la del conjunto del pueblo español. ¿Puede tener relación bilateral con el Estado en algunas materias? También entiendo que sí. Ya lo tiene Euskadi. ¿Puede Cataluña tener presencia en temas que le afecten muy directamente en la UE? También entiendo que sí.

P_ El 155 y la acción de la Justicia, ¿condicionan las elecciones catalanas?

R_ No es una situación de normalidad, evidentemente, pero tampoco lo era la que precede a las decisiones judiciales. La aprobación el 6 y el 7 de diciembre de leyes ilegales, el desprecio desde hace tiempo a los autos y decisiones de los tribunales... Estábamos instalados en la anormalidad. Y sus precedentes van hasta el recurso del Estatut y la sentencia de 2010. El 155 añade dramatismo a la situación. Cesar al Gobierno y cerrar el Parlament supone un trauma para la inmensa mayoría de los catalanes y de los demócratas españoles, pero ¿qué opción había?

P_ ¿Se ha extralimitado la fiscalía pidiendo cárcel para los imputados?

R_ Las elecciones van a ser elecciones democráticas y con garantías. Está claro que nosotros no querríamos que hubiera políticos en la cárcel. Porque eso es lo que hay, políticos en la cárcel, no presos políticos. Pero desde hace tiempo, la judicialización de la política es un hecho. Se ha sustituido el tablero de juego político por el judicial. Son los tribunales quienes llevan el peso. Y es curioso que quienes más han contravenido la ley y la Constitución sean quienes más se van a beneficiar electoralmente de determinadas decisiones judiciales que desde mi punto de vista, y con el respeto que los socialistas tenemos a la Justicia, creo que son desproporcionadas.

P_ ¿Deberían quedar en libertad para hacer campaña?

R_ Debe ser la Justicia quien lo determine, pero es evidente que las circunstancias condicionan el resultado del 21-D. El proyecto independentista arrastra una fracaso evidente respecto al reconocimiento internacional, la salida de empresas y la fractura social que ha provocado. Pues, pese a esos lastres, ha conseguido mantener la cohesión interna como consecuencia de esas decisiones judiciales.

P_ Pero, ¿deben salir?

R_ Yo creo que sería conveniente, pero no seremos nosotros quienes usemos la conveniencia político-electoral para presionar a los jueces.

P_ ¿Las elecciones solucionarán algo?

R_ Las elecciones son una parte importante de la solución. Servirán para clarificar la posición de la ciudadanía catalana.

P_ ¿Y si vuelven a ganar los mismos?

R_ A la vista de lo que ha sucedido, aunque gane el bloque secesionista, con comunes o sin ellos tendrán que replantearse su estrategia de ataque al Estado. En todo caso, estamos peleando para romper esa mayoría absoluta. Y para eso va a ser fundamental, aunque es muy difícil, que logremos recomponer el diálogo con la coalición de los comunes y Podemos. Por eso digo que el nuevo escenario dependerá de muchas cosas: quién gane, cómo gane, qué objetivos tenga y qué alianzas se puedan fraguar con algunos sectores de ese mundo.

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Cinco cosas sobre Odón Elorza

1. Antifranquismo. Tuvo sus primeros contactos con la política en la facultad, donde desde 1973 colaboró con el movimiento universitario antifranquista

2. Derecho y política. Aunque se licenció en Derecho, en 1979, con 24 años ya era concejal del PSE en el Ayuntamiento de San Sebastián. En 1991 se convirtió en su alcalde. Estaría 20 años

3. Defensor de Sánchez. Fue una de las caras del sanchismo tras la destitución del secretario general en octubre de 2016. Su trabajo con las plataformas de militantes fue clave en la reelección

4. Articulista y escritor. Es colaborador habitual de distintos medios, escribe con regularidad en su blog y está muy presente en las redes. Además, ha publicado cuatro libros sobre su experiencia política

5. Derechos humanos. Durante toda su carrera ha defendido los derechos humanos, especialmente en la lucha por la paz en el País Vasco. En 2011, esa labor fue reconocida con el premio Nicolás Salmerón en su categoría nacional

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