Odón Elorza
20 / 01 / 2017 Luis Calvo
Diputado del PSOE
“Patxi López solo ha sumado capitanes y generales, pero no a militantes”
Bicho raro” dentro del PSOE, como él mismo reconoce, Odón Elorza se ha convertido en una de las caras visibles de las plataformas socialistas que tras la dimisión de Pedro Sánchez recogieron la defensa del “no es no”. Él fue uno de los ocho diputados del PSOE (más otros siete del PSC) que se negaron a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy. Pese al espíritu combativo, sus formas son suaves. Se expresa en voz baja, sin ninguna prisa ni apenas elevar el tono incluso en los temas más controvertidos. Solo de cuando en cuando reflexiona largamente antes de contestar a la pregunta.
Habla de conspiración bipartidista. ¿En qué se concreta?
A lo largo del año 2016 quedó patente la coincidencia de intereses entre sectores económico, políticos y mediáticos para que fuera imposible un Gobierno alternativo con el apoyo de Podemos. La convergencia de intereses para que no peligre la continuidad en el Gobierno de Rajoy, que algunos dirigentes socialistas creían que había obtenido una victoria clara, se plasma ya a partir de las elecciones de diciembre de 2015. Esa postura fue entonces defendida por algunos dirigentes, hombres y mujeres, del PSOE, los llamados barones.
No muchos. Guillermo Fernández Vara quizá fue el más claro, pero pocos se atrevían a decirlo abiertamente.
Bueno, también Susana Díaz propugnó que el PSOE se quedara en la oposición. Algunos líderes socialistas, no de primera línea, es verdad, incluso defendían la gran coalición tras los resultados de diciembre. Yo eso lo denomino conspiración, pero no es malo. Según el diccionario, es una reunión de gente para conseguir un objetivo, en este caso de poder. Detrás había sectores económicos, mediáticos... pero, insisto, también algunos dirigentes del PSOE.
¿A día de hoy sigue dentro del PSOE el veto a Gobiernos de izquierdas?
Yo entiendo que sí, que sigue habiendo una fortísima resistencia dentro del PSOE a cualquier avance junto a Podemos. Hay dirigentes dentro de la actual dirección o miembros de la llamada vieja guardia que puede que sientan cierta nostalgia del bipartidismo.
