José Rosiñol

El presidente de sociedad civil catalana llama a que las movilizaciones de octubre contra el proceso independentista se traduzcan en votos el 21-D. Y pide al Gobierno que salga a respetar la pluralidad catalana.

José Rosiñol (Ripollet, Barcelona, 1970)  araña minutos de su familia y su trabajo para tratar de mantener viva la asociación que él mismo fundó hace tres años y medio para luchar contra el nacionalismo creciente, Sociedad Civil Catalana (SCC). El coste es alto, asegura, pero merece la pena. También los resultados. En octubre, en dos manifestaciones sacaron a la calle a cientos de miles de catalanes contra el desafío independentista. Son quienes han dado voz a los silenciados del procés.

P_ Desde el nacionalismo se les acusa de tensar aún más la sociedad catalana.

R_ Es evidente que hay un fractura social. Pero cuando alguien dice que nuestras manifestaciones solo sirven para tensionar, lo que está diciendo es que solo hay dos opciones: acatar o callar. Eso en democracia no puede ser. A veces me preguntan si vamos a hacer más manifestaciones. Yo no quiero. Creo que lo que necesitamos es bajar la tensión social. De hecho, solo nos hemos manifestado en momentos muy concretos, después de la república de los 8 segundos y de la DUI [declaración unilateral de independencia]. Se estaban poniendo en peligro temas muy importantes: la convivencia, la economía, las instituciones, etc... y teníamos que dar visibilidad a esa mayoría social que está en contra de la ruptura.

P_ ¿Por qué ha despertado esa mayoría de la que habla?

R_ Para mí el hito clave es la sesión parlamentaria del 6 y 7 de septiembre, en la que se conculcaron los derechos políticos de la mayoría de catalanes. Esos días yo creo que los ciudadanos empezaron a percibir que empezábamos a jugarnos cosas básicas como la prosperidad, el futuro de nuestros hijos. Creo que es cuando la gente se dio cuenta de que una minoría nos estaba empujando hacia un precipicio.

P_ Llevamos años con el procés. ¿Por qué no antes?

R_ Hasta ahora quizá esa gente no salía a manifestarse porque defender lo obvio es poco reivindicativo. Reclamar lo que consideras normal no es un incentivo muy grande para dejar de hacer tu vida, salir con amigos o irte de viaje con la familia. ¿Qué ha sucedido? Que de repente mucha gente ha visto en peligro eso que consideraban normal. Ha visto que la arrastraban a un precipicio. Ha sido una etapa de movilización provocada por la incertidumbre.

P_ Muchos les tachan de fachas por salir detrás de una bandera de España.

R_ Y detrás de una bandera catalana, y europea, y navarra, y andaluza y hasta alguna colombiana. Esas son nuestras manifestaciones y es la realidad catalana.

P_ ¿No tiene SCC vínculo alguno con la extrema derecha?

  Me resulta paradójico que siempre me pregunten esto mismo. En cada convocatoria hemos dicho de forma explícita y clara que solo son bienvenidos quienes defiendan la Constitución y la democracia. Cualquiera fuera de ese rango no es bienvenido de forma explícita. Los principios de nuestra asociación tienen que ver con la democracia, las libertades y el Estado de Derecho. Todo aquel que defienda otra cosa, no está con nosotros. Somos muy estrictos con esto.

P_ Ha habido algún incidente tras sus convocatorias.

R_ Es curioso que los medios más nacionalistas siempre pongan el foco en cosas muy puntuales de nuestras manifestaciones, pero no en los casos puntuales de las suyas. Estoy seguro de que sus manifestaciones son plurales y yo no intentaré estigmatizarlas por que hayan intentado pegar a periodistas como Ferreras, por ejemplo. Hacer de la excepción norma, es algo muy perverso.

P_ ¿Cree que la movilización se mantendrá en las elecciones?

R_ Nosotros hemos hecho un llamamiento. Y a esos que acuden a las manifestaciones o no pudieron, pero les habría gustado, les pedimos que la movilización se traduzca en votos. Que voten a quien quieran. Nosotros no nos metemos en eso. Pero que haya una participación masiva. Cuando se configura un Parlamento tiene que ser la foto real de la sociedad. El mapa real de Cataluña no es solo de independentistas, ni solo de constitucionalistas, es un caleidoscopio de naturalidad. Y a partir de ahí, bajo el Estado de Derecho, que se forme un juego de mayorías y cada uno defienda lo que quiera. Si te fijas, la cuestión no es el qué, es el cómo. Voltaire decía que podía estar en contra de lo que otro decía, pero daría su vida para que pudiera hacerlo. Lo que no puede ser es que las cosas se impongan saltándose todas las normas, callando al disidente. Yo nunca le diría a un independentista que dejara de serlo. Ni se me ocurre. Estupendo, pero reclámelo a través de las vías establecidas.

P_ ¿Promoverán un frente constitucionalista tras el 21 de diciembre?

R_ No, nosotros no somos un partido político. Es otro de los síntomas del retroceso de la cultura democrática en Cataluña. Ninguna asociación tiene el derecho de inmiscuirse en las instituciones o la vida interna de un partido. No tiene sentido que la Generalitat se reúna con ellas para marcar la ruta. Es como si yo voy a un Consejo de Ministros. ¿Quién me ha votado a mí para estar allí? Es una perversión democrática. Son los partidos quienes se tienen que poner de acuerdo. Para eso les votamos. 

P_ ¿Era inevitable la aplicación del 155?

R_ A mí me entristece mucho haber llegado hasta este punto, pero ¿qué alternativa había cuando los poderes públicos empiezan a actuar con arbitrariedad, fuera de la ley, exigiendo a los catalanes que hicieran cosas ilegales? Lamentablemente la única manera de defender los derechos de todos los catalanes, incluidos los nacionalistas, era aplicar el 155.

P_ ¿Y el encarcelamiento del Govern?

R_ Digo lo mismo, es lamentable. No me gusta ver a ex consellers en prisión. No voy a entrar en la argumentación legal de la prisión provisional, pero lo que está claro es que han vulnerado reiteradamente el orden constitucional. Si hubiesen adoptado la vía Forcadell, probablemente no estaríamos como ahora.

P_ ¿Cree que deberían salir para la campaña electoral?

R_ Si como Sociedad Civil Catalana no hablamos de qué deben hacer los partidos políticos, imagínese de la Justicia. Nosotros podemos tener nuestra opinión personal sobre un auto judicial, pero hay que respetarlo.

P_ ¿Por qué ha calado tanto en Cataluña la idea de que son presos políticos?

R_  Por la propaganda. La maquinaria de propaganda en Cataluña es brutal. Y no es solo la televisión pública. Hablamos de todo el conglomerado de medios privados subvencionados. Si tú te fijas, siempre hay una misma línea editorial en todos ellos. En todo caso, en España hay muchos más políticos en la cárcel, no solo ellos. Y todos por presuntos delitos. En un Estado de Derecho quien incumple la ley debe asumir las consecuencias. Después no te quejes.

Cinco cosas sobre José Rosiñol

1. Fundador de SCC. Participó en la fundación de Sociedad Civil Catalana en abril de 2014 y fue su primer presidente. Después dejó el cargo, pero nunca su actividad en ella

2. Familia plural. Reivindica su ascendencia como ejemplo de la riqueza catalana. Padre catalán de convicciones europeístas y madre murciana enamorada de Cataluña

3. Liberal. Interesado en la política desde muy joven, siente especial devoción por el filósofo y político liberal John Stuart Mill y sus teorías sobre la libertad individual y la disidencia

4. No remunerado. Su militancia dentro de Sociedad Civil Catalana no le da de comer. No está remunerada. Al revés, le quita tiempo de su trabajo, en una agencia de publicidad, y su familia

5. Articulista. Desde hace años publica artículos en distintos medios digitales y es muy activo en Twitter. Aunque hace tiempo que no publica, desde 2014 mantiene activo un blog: Diario de un no nacionalista