José M. Arroyo, Joselito

¿Por qué sintió la necesidad de explicar a un niño o a un joven lo que significan los toros?

Yo no entendía por qué a mi hija, criada en el seno de una familia taurina, parecía que no le gustaban los toros. En el libro he recogido las reflexiones que yo me hacía y los argumentos que podría darle ante sus preguntas, para que, preservando su libertad de decisión, al final, ella tomara la determinación que quisiera. Debo decir que ella los descubrió por sí misma. Un día que fue a los toros y cambió de opinión.

¿Le ha dicho qué le hizo cambiar?

Al ser una novillada en la que actuaban chicos de pocos años más que ella, entendió que la fiesta también es algo para los de su generación, más cercano de lo que ella creía, no solo para gente mayor.

“Los toros es la forma más brutal y sangrienta de distraer al público”. Lo escribió Eugenio Noel hace poco más de un siglo.

La fiesta es una de las actividades más reglamentadas que existen y buena parte de sus disposiciones conducen a preservar la integridad del animal. En los toros hay una supremacía del hombre, pero con verdad, sin artimañas para limitar la capacidad del toro para defenderse.

¿La corrida es un espectáculo cruel?

La fiesta no es cruel. Tiene facetas artísticas, facetas de riesgo, facetas de valores. ¿Hay algo más hermoso que el nacimiento de un ser humano? El alumbramiento tiene un punto de crueldad; en realidad todo en la vida lo tiene. Para la sociedad actual todo tiene que ser light, todo tiene que divertir y distraer. Pero, ya que hablamos de crueldad, recordemos a Víctor Barrio, muerto en la plaza, y las barbaridades y los insultos que han recibido él y su familia. Eso es crueldad gratuita.

Eso nos lleva al runrún antitaurino.

Quiero suponer que la mayoría de los antitaurinos expresan su parecer, a lo que tienen todo el derecho, pero no son como esas personas que se han manifestado de manera tan bárbara y eso sí, cruel.

Hace unos meses, un publicista de televisión calificó a un torero como asesino múltiple. Por ahí se empieza. ¿Usted se ve reflejado en esos términos?

Creo que ese personaje ejerce la provocación por sistema. Estuvo muy bien El Juli contestando con templanza y sin caer en la provocación. Yo nunca me he sentido un asesino, he sido torero, he expresado mis sentimientos a través de un arte, los toros. El que no entiende lo que yo expreso, no tiene por qué compartirlo y lo respeto.

Hablábamos de la integridad del toro. Como ganadero, ¿cree que se respeta?

Los ganaderos tratamos de conseguir un animal cada vez más idóneo para un espectáculo en el que el público reclama un toro con más belleza y más poderío. Los ganaderos tratamos de hacer evolucionar las reses hacia mayor bravura y hacia mayor nobleza, pero un simple cambio en la forma de embestir solo se consigue con años de espera. Y no siempre se logra.