Enrique Gallud Jardiel

16 / 05 / 2017 Hernando F. Calleja [Ilustración: Luis Grañena]
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Teórico del humor

“El humor puede provocar malestar, pero el malestar no es un crimen”

Ilustración: Luis Grañena

Experto en la teoría del humor, entra sin complejos en la polémica surgida a partir de controvertidas sentencias judiciales que ponen en causa los límites de la propia libertad de expresión.

¿El humor es un correctivo para la vida social?

Lo es, pero no exclusivamente. Hay quienes han sostenido que es un correctivo social, castigat ridendo mores, se decía. Una sátira puede asustar al poder más que otro tipo de ataque. La cuestión es si se usa el humor para hablar de un mal social para que se corrija o si se utiliza como un medio para atacar a algún enemigo personalizado, lo que podría incurrir en un acto censurable...

¿Hay límites para el humor? Algunas sentencias judiciales recientes han abierto un debate.

No creo que deba existir intervencionismo o censura. Si llamo a una persona simple, tonta, necia, estúpida, y voy aumentando la intensidad del adjetivo, ¿a partir de qué momento se considera un insulto? Un burócrata o un jurista no podrían determinarlo. Debe primar la libertad. Otra cosa es la sensatez de quien se pronuncia, que puede provocar malestar en alguien, pero el malestar no es un crimen. 

¿El humor es un compartimento de la inteligencia?

Es un producto de la inteligencia. Para desarrollar el humor se necesita un alto grado de cultura. Para la sátira hay que tener una visión crítica del mundo; para la parodia hay que tener un conocimiento cultural que te permita comparar con el objeto parodiado; para el juego de palabras hay que tener un dominio alto de la lengua. Las formas del humor necesitan de la inteligencia.

Se asocia el humor con los colores, blanco, verde, negro...

El humor negro es libre. Tenemos la autoridad de Leonardo da Vinci, que decía que si es posible, hay que reírse hasta de los muertos. El muerto no sufre. Habría que medir la susceptibilidad del pariente vivo. Hace más daño el ataque a una persona viva que las bromas en torno a la muerte. El humor negro nos ayuda a sentirnos menos temerosos ante la muerte.

¿El humor se mueve por un mecanismo complejo?

John Locke decía que el ingenio es fruto de la inteligencia y consiste en la asociación de ideas y en ponerlas juntas con rapidez y variedad. Ese es el humor más elevado. Pero también nos podemos reír de un defecto físico, de unas costumbres o de unas creencias, de lo que sentimos inferior, que es lo que Aristóteles consideraba lo cómico. Es el humor más fácil y el que, por desgracia, se practica más en España.

El humor ha sido víctima de los integrismos.

El integrista es un enfermo que reacciona anormalmente. Una excesiva provocación puede dar lugar a una reacción también excesiva que ponga en peligro la vida de algunos. Ahí deberíamos calcular los efectos de lo que hacemos. La vida humana sería un precio demasiado caro para pagar.

¿Lo políticamente correcto es el antihumor?

¿Quién ha inventado lo políticamente correcto? ¿Quién genera las ideas correctas y las que no lo son? Lo políticamente correcto lleva a la alienación, a que nos comportemos de manera uniforme, dócil y sin sentido crítico, para beneficio de los poderes, y eso es negar el humor.

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