Curro de Candela y Tomás García
Bailaor y monologuista
“Estamos buscando oxígeno al flamenco”
El mundo del flamenco se ha vuelto del revés. Ahora el flamenco se une al club de la comedia: llega Flamenco y monólogos, que se presenta en Madrid.
¿De quién fue la idea? ¿Quién hizo el primer chiste?
Curro de Candela: Se trataba de aprovechar la escenografía del día de descanso de The Hole, por tanto era imposible montar un espectáculo de los míos como Afrogitano. Preferí jugar con el espacio y buscar un maestro de ceremonias.
¿Qué fue primero: el guion o el comediante?
C. de C.: Primero fue Tomás. Yo creo en el trabajo en equipo, y darle un guion a un artista como él es cortarle las alas. Es rápido, es ingenioso. Lo que hice fue darle unas pautas y a partir de ahí que él aporte lo suyo.
¿En qué consiste el espectáculo?
C. de C.: Es un recorrido por los palos del flamenco. El que vaya a ver bailar por soleá o alegrías lo va a tener, le va a gustar al purista (si es buena gente y tiene gusto) y a un chaval de 20 años que vaya con su novia.
¿Ha conocido a algún purista y/o flamencólico?
C. de C.: Claro. He conocido a unos cuantos. Las críticas no siempre son constructivas, depende de la guasa con la que se hagan. Estamos buscando oxígeno al flamenco.
¿Cómo le sienta a un humorista algo tan serio?
Tomás García: Yo no conocía el trabajo de Curro, yo no sabía que era tan fresco, tan dinámico, tan fusión. Yo pensaba que era una postal típica y lo que hacemos es integrar los monólogos en el show de la manera en que los payasos del Circo del Sol parodian los números o el maestro de ceremonias de Hole. Lo bueno es la cercanía con el público.
En peores plazas habrá toreado.
T.G.: Cuando tenía que hacer reír en ferias con la mitad de la gente borracha.
En el flamenco hay ritos de esos que les dicen ancestrales.
C. de C.: Hay cosas en el flamenco que no hay que tocarlas.
Y sin embargo el humor en el flamenco alcanza toda la historia, de Silverio a Pericón, pasando por Lorca.
T.G.: Yo voy a acabar con el mito de que eso lo puede hacer cualquiera cuando me vean a mí con el mantón. Además, no es un cuadro flamenco, hay una banda de fusión.
C. de C.: El director musical es Juan José Suárez, Paquete. Son seis músicos que suenan como si fueran catorce, entre ellos el cantaor el Piculabe.
T.G.: Una mezcla de cubanos y gitanos maravillosa.
Tienen por delante una montaña rusa. ¿Tienen vértigo?
T.G.: Es más fácil hacer reír a mil personas que han pagado 20 euros en un teatro que a treinta personas en un bar. Esto me gusta porque es un reto nuevo. Intentamos que salgan del teatro felices, que se rían después de emocionarse con un número musical.