Alberto Núñez Feijóo

¿Los resultados de las generales le permiten ser optimista de cara a las gallegas?

Los resultados de las generales han supuesto un incremento importante de voto y porcentaje. Hemos pasado del 37% al 41,5% y conseguido mayoría absoluta. En Galicia se eligen 23 escaños y el PP tiene 12. El PP se encuentra ilusionado y motivado, tenemos un balance y argumentos para pedir la confianza a los votantes, tenemos ganas y una enorme determinación en conseguir la mayoría absoluta, pero también es verdad que es muy difícil.

¿Qué extrapolación han hecho de esos resultados?

El PP se quedaría a dos escaños de la mayoría absoluta en el Parlamento gallego y Ciudadanos tendría seis. El BNG se quedaría sin escaño y eso es muy difícil de entender. Mareas y PSOE empatarían. El objetivo es la mayoría absoluta, hay que trabajar en ello. El empeño es muy difícil.

¿Cómo son sus relaciones con Ciudadanos?

La gente de la cúpula de Ciudadanos normalmente proviene del PP y les conozco. Pero la clave es si los gallegos entienden que hay dos posibilidades: tener un Gobierno estable o no tenerlo. El voto a Ciudadanos es un voto que respeto pero no es útil desde el punto de vista de la estabilidad política. Así, en las generales el voto a Ciudadanos, que no sacó diputado, ha facilitado tres escaños a las Mareas de Podemos.

¿Va a centrar su campaña contra la formación de Rivera o se cuidará muy mucho por si les necesita para gobernar?

Vamos a plantear una campaña para conseguir la mayoría. Tenemos un equipo y un proyecto que vamos a intentar mantener unidos, no condicionados, con un apoyo parlamentario suficiente. Voy a intentar explicarles a los gallegos por qué les vuelvo a pedir su confianza, porque creo que es muy importante mantener una estabilidad política y un proyecto cohesionado; que es muy arriesgado pensar que para que no gobiernen las Mareas de Podemos puede ser útil el voto a Ciudadanos. El partido más posible para establecer un acuerdo de Gobierno es Ciudadanos, no hay ninguna duda, es el único, pero podemos quedarnos como en Castilla-La Mancha, en que saca cero pero sus votos son justamente los que benefician a Podemos.

¿Se ve como Cristina Cifuentes, con un Gobierno con apoyos parlamentarios externos?

En un ambiente de volatilidad y de enorme inestabilidad política no es bueno para Galicia tener un presidente de la comunidad autónoma, un Gobierno y a Galicia permanentemente condicionados por uno o dos diputados de distinto signo. Hemos vencido la recesión y estamos saliendo de la crisis, pero queda pobreza, desigualdad, deuda pública, déficit... la verdad es que dudo de que a Galicia le beneficie mucho que el presidente de la comunidad esté en esa situación.

¿Sería presidente de la Xunta bajo esas circunstancias?

No puedo ni confirmar ni desmentir. No me he visto en esa situación todavía. ¿Podemos sacar la mayoría?, sí, pero soy perfectamente consciente de que sería una excepción. Es verdad que ganamos en 2009, cuando no había una sola encuesta que nos diera la mayoría absoluta. Aquello fue una excepción. ¿Es posible conseguir dos excepciones y la mayoría absoluta e una tercera convocatoria con una política como la actual? Normalmente no ocurre. Los tiempos de Fraga, de Bono, de Ibarra se han acabado, por lo menos, de momento. Yo lo tengo que intentar. Si tengo que pensar ahora en si voy a gobernar en el supuesto de que me falten dos escaños o voy a dimitir... hombre, vamos a tomar una decisión la semana siguiente de las elecciones en ese sentido, pero no lo descarto.

¿No descarta irse y que administre esa situación otra persona?

No lo descarto.

¿Eso explica sus dudas sobre repetir como candidato?

No, al contrario. Fue la causa de la confirmación de mi candidatura. Es verdad que propusimos que fueran dos legislaturas y lo que tocaba ahora era abrir un escenario profesional al que un político debe estar siempre abierto, pero entendí que este era un momento difícil, que le debo muchas cosas a mi partido y que Galicia me había apoyado en los momentos complicados. En mi partido se pensó que mi candidatura podría conseguir la mayoría. Con este contexto de incertidumbre no puedo irme. Lo fácil es irse y lo comprometido es quedarse. Yo me quedo, ahora, lo que pase después...

¿Qué ha ocurrido con las Mareas, se han desinflado?

Han tenido un aviso importantísimo, pero lo constataremos en las autonómicas. Lo que antes se llamaba AGE, irrumpió con fuerza, rompió el nacionalismo gallego y le quitó votos al Bloque y al PSOE para convertirse en tercera fuerza. Menospreciarlos es una temeridad, porque han sido capaces de desbancar al nacionalismo tradicional del BNG y empatar con el PSOE.

¿Habrá terceras elecciones en España?

No. Porque los españoles no se lo merecen y España no puede permitírselo y, además, porque el político o políticos que nos lleven a las terceras elecciones verán finalizada su carrera.

¿A quién corresponde la responsabilidad? ¿No es injusto meter toda la presión al PSOE?

El líder de mi partido ha consultado dos veces a los ciudadanos y estos le han votado para que sea el candidato a la presidencia del Gobierno. Además, todos han bajado en apoyos y él ha subido. Ha propuesto un Gobierno de coalición y un pacto de legislatura. Ha dicho: “Dígame en qué ministerio cree que puede ejercer mejor su labor política. Le propongo que se venga de copiloto conmigo, en el asiento de al lado”.

¿Eso lo dice más por Pedro Sánchez o por Albert Rivera?

Lo digo primero por Sánchez, porque el PSOE no acaba de nacer. Es el partido por excelencia del Gobierno de España, 22 años frente a los 12 del PP. Tiene que ser consecuente con su historia. El partido que más conoce, desde el punto de vista de su responsabilidad real, la importancia de la gobernabilidad del país es el PSOE. Y, como consecuencia de que se ha olvidado de su responsabilidad como proyecto nacional, está en una situación crítica. Ha perdido el proyecto de España.

Reforma de la Constitución, derogación de la ley educativa, mercado laboral... ¿Cree que hay posibilidades de un pacto en torno a estos asuntos?

¡Estos temas se abordan en la mesa del Consejo de Ministros! Si el PSOE asume la cartera de Educación traerá al Consejo su propuesta. Estoy en disposición de entrar en el Gobierno con una serie de condiciones: que la política educativa la marco yo; que la exterior o la social, la marco yo, lógicamente dentro del contexto económico actual... pero antes de recibir el documento ya están anunciando que votarán no en la investidura.

¿Hasta qué punto el PSOE podría dificultar la investidura si Rajoy se presenta con el apoyo de Ciudadanos y Coalición Canaria (CC)?

Me parece un escenario inverosímil. Imposible que el PSOE no deje gobernar al PP si tiene el apoyo de Ciudadanos y CC, pero también que no le deje gobernar si tiene la abstención de Ciudadanos y CC. Somos la cuarta potencia de la UE y podemos ser la tercera. Hemos hecho una segunda vuelta que no tocaba y el PP sube casi un millón de votos y le saca 52 escaños al segundo.

 

¿Si hubiera dos derrotas de Rajoy los días 3 y 5 de agosto debería ir a una nueva sesión de investidura?

No me atrevo a opinar ni mucho menos sobre lo que tiene que hacer un jefe del Estado, que es a quien corresponde la propuesta. Sí digo que solo hay una posibilidad: o elegimos a Rajoy como presidente del Gobierno o vamos a unas terceras elecciones. Ahí coincido con Alfonso Guerra. ¿Qué hubiera ocurrido si Sánchez tuviera 137 diputados y Rajoy 85? 

 

¿Cree que el PP hubiera facilitado la investidura de Sánchez?

Sin la menor duda. Si no ganamos tenemos la obligación de facilitar el Gobierno. Por otra parte, Rajoy, con 85 diputados, se hubiese ido. No estoy invitando a Sánchez a que se vaya, pero un partido cuyo objetivo fundamental es no ser tercera fuerza política tiene una aspiración bastante baja.

¿Es inaplazable la reforma de la financiación autonómica?

Sí, pero más urgente es aprobar el presupuesto del 17 que está bloqueado. Los efectos del bloqueo los vemos a partir de ahora. El ministro de Hacienda debería tener la convocatoria señalada para decirnos a las comunidades el techo de gasto. El bloqueo en serie, generalizado de todas las administraciones públicas, viene ahora.

¿Será, esta vez sí, su última candidatura a la Xunta de Galicia?

Yo creo que sí.

 

¿Y dará el salto a la política nacional?

Yo creo que no.