Alberto Fabra

05 / 02 / 2016 Cristina De la Hoz
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Senador y expresidente de la Comunidad Valenciana

“Hubo mucha gente con los brazos cruzados ante la corrupción”

Desde la Cámara Alta asiste con preocupación a la última trama de corrupción que ha destapado la operación Taula, que afecta al PP y al ayuntamiento valencianos. Cree que la percepción del ciudadano, “desgraciadamente”, es que se “ampara” a los corruptos.

 ¿Cuánto daño les ha hecho la corrupción?

Muchísimo. Ha hecho y está haciendo mucho daño, vistas las últimas intervenciones de Valencia. Y eso es vergonzoso. Esto de la política es, con mayor o menor acierto, vocación de servicio, ayudar para que las cosas vayan a mejor, y eso es lo que piensa la inmensa mayoría de los que están metidos en política en todos los partidos. El PP tiene muchísima gente así. Es el ejército del partido y cuando encuentras a algunos que su principio es ver cómo pueden beneficiarse, cabrea mucho.

¿Hasta dónde pudo o le dejaron llegar en la limpieza del PP valenciano?

Me encontré con dos problemas: la situación económica y la corrupción. La Comunidad Valenciana era de las que tenía más déficit, más deuda y más desfase entre ingresos y gastos. Tenía problemas hasta para pagar la sanidad o la educación. Y luego había muchas personas de referencia en el partido que estaban inmersas en procesos judiciales que escandalizaban a todo el mundo: los casos Gürtel, Cooperación, Brugal, Emarsa... Había que dejar fuera a toda esa gente que nos avergonzaba. Lo que pasa es que hasta entonces el criterio general del partido era que no se actuaba hasta que hubiera sentencia firme y yo defendí que había que separar lo que era responsabilidad política de responsabilidad judicial. Lo que hice fue limpiar. Acabé la legislatura sin ningún imputado en Cortes. Y ese camino no fue nada fácil. Como era una situación extraordinaria de la Comunidad Valenciana nadie la entendía.

¿Por parte de quién encontró más resistencias: Barberá, Rus, Carlos Fabra...?

Fueron momentos muy complicados, pero no voy a decir nada de nadie porque hasta la gente más próxima tenía dudas y, al final, no es que el tiempo me haya dado la razón, es que uno abre los ojos. La gente puede entender que haya un chorizo pero si tú respondes con contundencia, caña al mono. Lo que no entiende es que tú te quedes con los brazos cruzados cuando cada vez hay más casos que avergüenzan a todo el mundo.

¿Hubo mucha gente con los brazos cruzados?

A la vista de lo que me encontré, que eran once personas imputadas en el grupo parlamentario y procesos que nos han avergonzado a todos, pues sí que debía de haber, porque si no, eso no se hubiera producido.

¿También hubo tibieza?

No se era consciente de la gravedad de la situación, se estaba en otras cosas, no se creía que eso pudiera tener el calado que luego tuvo.

Si estaban en otras cosas es porque no querían ver lo que pasaba a su alrededor.

O porque creían que no era importante, que no era para tanto, o lo de siempre: “Esto es una trama mediática”, o “están todos contra nosotros”...

Esos han sido muchas veces los argumentos de Génova.

Sí, pero eso no es así. Yo creo en la Justicia. Si no creyera en la Justicia no creería en la división de poderes o en la democracia. Hay cosas que me gustarán más o menos, pero claro que hay que creer en la Justicia.

Alertó usted en Génova de muchas de las cosas que veía en su comunidad.

Lo hacía cuando había que actuar sobre imputados como Rafa Blasco, que era el portavoz y un peso pesado. Dejó de ser portavoz y se le expulsó del grupo. No era una práctica habitual en el partido aunque poco a poco se fue cogiendo conciencia, pero al principio costó. La situación de la Comunidad Valenciana era extraordinaria y hubo que actuar de forma extraordinaria, y fue lo que intenté hacer.

¿Se sintió respaldado por la sede nacional?

Cuando he hablado con el presidente o con la secretaria general siempre me he considerado escuchado y entendido. Cuando explicabas tus decisiones era mucho más fácil de entender. Lo peor que nos podía pasar era que la gente pensara que el PP amparaba corruptos.

¿Y no cree que es una fama que se han ganado?

Si nos quedamos con la opinión de la gente, desgraciadamente sí, porque se tiende a simplificar todo y cuando hay muchos casos de corrupción que afectan últimamente a un partido concreto, piensas que todo el mundo es igual.

¿Le incomoda compartir escaño con Rita Barberá?

No. Ella es una persona que lleva mucho tiempo en el partido y sabrá asumir la responsabilidad en el caso de que pudiera haber alguna cuestión. Seguro, y ella va a hacerlo. Es una persona con experiencia y sabe en cada momento lo que tiene que hacer.

¿Tuvo alguna duda sobre la corporación de Valencia?

No.

¿Deben actuar contra los imputados valencianos aunque se queden sin grupo municipal?

Sí, lo tengo claro. Peor no nos puede ir. La gente necesita respuestas y contundencia.

¿El PP de la Comunidad Valenciana tiene que regenerarse por completo?

Sí, sí. Hay que celebrar un congreso en el que hable el afiliado, que tiene cosas que decir y ha sufrido como nadie. Intenté cambiar las cosas en Valencia y reconozco que fui incapaz, no pude, no conseguí lo que quería.

Exactamente, ¿qué quería?

Quería que se viera el PP como yo lo siento, un partido de gente con ganas de cambiar las cosas, que se conociera a la Comunidad Valenciana por todas las cosas que tiene y no por temas de corrupción o despilfarro, por representar a esas personas que de forma desinteresada intentan que le vaya mejor a su municipio, y no pude.

¿Está apostando el PP por la repetición de elecciones generales?

Por el escenario que se está planteando, es la opción menos mala, viendo que el PP no cuenta con apoyos suficientes para poder generar un Gobierno estable, que creo que es lo que necesita este país. Lo que habría que hacer es buscar una solución, por el tiempo que sea, para consolidar la recuperación y no intentar, como Pedro Sánchez, conseguir el Gobierno a costa de lo que sea. Ahora muchos en el PSOE se llevan las manos a la cabeza y se rasgan las vestiduras porque puede haber un pacto con Podemos, pero, ¿qué pasó en los ayuntamientos y en las comunidades? ¿Nadie entonces decía nada? Podemos es lo mismo a nivel local, autonómico y el camino es que PP, PSOE y Ciudadanos se pongan de acuerdo. No hay otra. 

¿Se debiera haber presentado Mariano Rajoy a la sesión de investidura?

Si no tenía apoyos, ¿para qué? Hizo lo que había que hacer. Es más, quitemos las puestas en escena en política. Pero sí ha habido demasiado alejamiento entre PP y PSOE.

Tampoco ha contribuido su partido a un acercamiento.

No, no. Cuando dos no se entienden ambos tienen la culpa, y lo cierto es que era necesario. Porque en esta situación, en otros tiempos y con otras personas, entre las que no hubiera habido tanto enfrentamiento, habría sido más fácil.

¿Cuando habla de otras personas alude solo a Sánchez o también a Rajoy?

El debate en televisión fue más un combate que un cara a cara. No es fácil. Creo que todos deberían hacer un esfuerzo de generosidad y de altura de miras, y el que tiene ahora más posibilidades de hacerlo es el PSOE.

¿Y esa generosidad y altura de miras serviría para que el PP permitiera un gobierno PSOE-C’s?

¿Por qué el que ganó las elecciones tiene que apoyar al segundo? ¿Para qué se celebraron las elecciones? ¿Por qué no tiene que gobernar el que quiere la gente? Es que eso es una perversión.

Pero el PP puede ser acusado de haber echado al PSOE en brazos de Podemos.

No, no. Justo al revés. El PSOE tiene criterio propio y sabe lo que tiene que hacer, otra cosa es que quiera hacer, no lo que conviene al país, sino lo que les interesa a ellos.

¿Rajoy sigue siendo el candidato del PP en una hipotética investidura y en un adelanto electoral?

Se lo ha ganado. Se lo ha ganado haciendo cosas que nadie pensaba que se podían hacer. Consiguió remontar la situación en la que nos habían dejado los socialistas y estamos ahora creciendo, generando empleo y oportunidades. Hizo lo que tenía que hacer e incluso obtuvo mejores resultados que los que nos daban las encuestas. ¿Por qué tiene que ser otro?

¿Es partidario de un congreso del PP abierto?

Debe ser el más participativo de la historia del PP. La gente quiere hablar, nuestros afiliados han sufrido mucho, han tenido que aguantar muchas críticas por las decisiones que se habían tomado y por asuntos de corrupción. Habrá que escucharles.

¿Está pendiente la renovación del PP?

Hay que hacerlo. El partido tiene que cambiar la imagen, su comportamiento, actitudes, ideas...

¿Y de líder?

Ya lo dirán los afiliados.

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