Albert Rivera

17 / 07 / 2015 Luis Calvo
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Está convencido de que el proceso soberanista acabará con Ciudadanos presidiendo la Generalitat de Cataluña. Su pelea llegará más tarde, cuando le toque batirse por La Moncloa. 

Foto: Emilio Naranjo/Efe

El pequeño despacho de Albert Rivera en el Parlament de Cataluña está presidido por una foto de Martin Luther King durante su famoso alegato de reconciliación racial en 1963. Debajo reza la famosa leyenda que lo convirtió en uno de los mejores discursos de todos los tiempos: “I have a dream”. Es la misma fórmula que utilizó Rivera cuando se presentó como candidato a la presidencia de Gobierno. El resto de la habitación es austera, unos pocos libros y algo de humor: sobre la mesa, la portada que El Jueves le dedicó al presidente de Ciudadanos.

Fue elegido sin necesidad de votar, como Sánchez o Garzón en PSOE e IU. ¿No falla algo en estas primarias?

No puedo hablar por otros partidos, pero creo que en Ciudadanos hemos sido bastante ejemplares. Primero, que los avales sean digitales y nadie canalice la recogida quita poder al aparato. Segundo, hemos puesto un umbral [de avales] tan bajo, el 2%, que es como si no lo hubiera. Si tú no eres capaz de recoger el apoyo del 2% de los militantes, ¿cómo vas a conseguir el voto del 51%? También quiero recordar que yo he tenido 2.940 avales y el segundo, 44. Además, algo estará cambiando Ciudadanos cuando sus pactos de investidura han obligado al PP a abrir un debate sobre primarias. Hace un mes y medio decían que las primarias eran un invento...

¿Cree que ya no lo piensan?

Sí, no lo dudo. Pero ahora Cristina Cifuentes o Juan Vicente Herrera han tenido que firmar por escrito que las van a impulsar. Yo sé que Rajoy no cree en una nueva etapa política ni en que haya que cambiar nada. Es un señor que ha hecho cosas mal y alguna bien, pero al que, sobre todo, las reformas y regeneración políticas le quedan lejos. No van con él. Pero su partido sabe la pérdida de apoyos que tiene y quiere gestos. El problema es que a la gente ya no le vale con gestos, quiere hechos.

En un escenario a cuatro, ¿no deberían los partidos dejar claro con quién van a pactar tras las generales?

Sí, y nosotros lo vamos a decir, pero no de forma sectaria ni con cordones sanitarios. Nosotros diremos cuál es nuestro plan de Gobierno o, si no ganamos, cuáles son las condiciones para llegar a acuerdos. Pero Ciudadanos, desde la centralidad política, no necesita criminalizar a los votantes del PP, del PSOE o de Podemos. Ese es el problema de estar en los extremos, tienes enemigos. Nosotros consideramos al resto de votantes compatriotas, no enemigos.

¿Pero mantendrán el principio de apoyar al partido más votado?

Es que es sentido común. Si alguien gana unas elecciones con el 28%, el 30% o el 35%... y quiere dialogar, habrá que escucharle. Pero eso no le garantiza gobernar. Cuando tú ganas debes tener cintura. En los últimos 30 años no se hablaba en el Congreso con otros proyectos nacionales. Se hablaba con Pujol o con Arzalluz. Y para muchos, cuando tienes que hablar con tu adversario es cuando empiezan los problemas.

¿Y si el margen entre primero y segundo es muy pequeño?

Pues habrá que afinar más. Pero sigue siendo importante que se dialogue. Por eso de los extremos no van a llegar los cambios. Los cambios no pueden dejar fuera a parte de la sociedad.

Francesc De Carreras optaba por un pacto de centro PSOE-C’s.
 ¿Qué le parece?

Yo no soy objetivo. A mí la centralidad me parece evidente que es Ciudadanos. El PSOE es izquierda. Moderada, pero izquierda. Pero sí que quizá sean, tras C’s, los que tienen más capacidad de negociar. Nosotros hemos pactado medidas con todos, incluso con Podemos. Creo que nuestra función es importante. Es el papel que jugó el centro político en la Transición, capaz de sentar en la mesa a los extremos. Sin Suárez, Carrillo o Fraga no habrían entrado por el aro de la Constitución democrática. Nosotros solo excluimos un acuerdo posible, el de los separatistas. Yo me puedo poner de acuerdo en cambiar la Constitución, pero no en una enmienda a la totalidad que diga “España no es mi país ni Europa mi espacio común”. Se autoexcluyen.

¿Hasta dónde debe llegar la reforma constitucional?

Yo estuve en esa primera reunión con Garicano, De Carreras, Wagner y De la Nuez, gente de mucho nivel. Lo que planteé entonces fue que la reforma no puede ser solo territorial. Ya no se trata de ver qué le das a Cataluña o al País Vasco. No, no. La reforma debe ser para que las instituciones funcionen, para mejorar la democracia, para garantizar derechos básicos a todos por igual, para modernizar las instituciones, para suprimir las diputaciones... A diferencia del PSOE, nosotros marcamos el para qué, no el cómo. Ellos creen que el cambio es un fin en sí mismo, pero la Constitución se puede tocar y quedar peor. Si queremos un Senado que sea cámara territorial, pues pensemos el artículo hay que tocar... Hay que decir qué queremos cambiar, por qué y para qué. El PSOE se limita a crear una comisión de estudio.

Se necesitan al menos tres de los grandes partidos para la reforma. 

Sí y en eso creo que Ciudadanos puede volver a ser decisivo. Somos poco sospechosos de querer romper la Constitución, así que creo que podemos convencer al PP de que se sume y conseguir los dos tercios necesarios en la mayoría de reformas. Ciudadanos con PSOE y PP es posible que bastaran para ello. Si además consiguiéramos que Podemos dejara de decir que todo es papel mojado y lo hacemos entre los cuatro, pues mucho mejor. Pero insisto en que Ciudadanos está en condiciones de jugar ese papel que jugaban los nacionalistas. Esta reforma no va a depender de lo que quieran a cambio Convergència o el PNV. Y hay que advertir que una reforma no es la panacea. La corrupción o las políticas económicas equivocadas de España y Europa no se arreglan con ella.

¿Se aprobará la comisión de investigación de los cursos en Andalucía?

Sí, se aprobará. Queremos que se investiguen los cursos de formación, pero también Aznalcóllar. Estamos cumpliendo un papel que muchos no se creían. Apoyamos las investiduras, pero al mismo tiempo controlamos a los Gobiernos. Somos responsables, pero contundentes contra la corrupción. Por eso no entramos en ningún Gobierno, para poder ser libres.

Y si no responden, ¿dejará caer a los Gobiernos de Madrid y Andalucía?

Sí, claro, estamos dispuestos a preparar una moción de censura con el resto de la oposición. Es que en política no existe otra amenaza democrática. A mí me sorprende gratamente que tanto PSOE como PP están queriendo cumplir los acuerdos rápidamente. Chaves y Griñán ya se han ido, va a haber comisiones de investigación, en los presupuestos se incluirá la rebaja del IRPF... En Madrid hemos conseguido que no se privatice la sanidad tras años de follones en las concesiones. En poco tiempo hemos conseguido más que otros en 30 años haciendo oposición.

Cambiando de tema, ¿qué escenario espera en las próximas catalanas?

Es complicado de prever. Será el Parlamento con más partidos de toda la historia. Quien gane será con 30 escaños de los 135.

¿Qué opina de la lista unitaria?

Es que más que una lista unitaria es un enésimo intento de tratar de tapar el fracaso de Artur Mas. Mas sacó 62 escaños en 2010, convocó anticipadas en 2012 y consiguió 50. Y ahora vuelve a convocar y la mejor encuesta le da 28 o 30. Y ERC también va a la baja. Es la gestión de un fracaso más que un intento de éxito. La paradoja es que este proceso puede servir para que Ciudadanos gobierne en Cataluña. Pero no vamos a formar bandos de catalanes buenos o catalanes malos. Nosotros, ya se lo he advertido al PSC y al PP, vamos a ir con nuestras siglas y nuestro programa para gobernar. Y le transmití a Rajoy y Sánchez que, si somos la segunda o primera fuerza, pediremos ayuda, como hemos ayudado nosotros en otros sitios, para poder configurar un Gobierno. No me gustaría ver al PP apoyando a CiU ni al PSC a ERC, como los últimos 20 años.

¿Para Cataluña no vale ese principio de que gobierne el más votado?

Es que hay una excepción. Yo entiendo las reglas del juego cuando quien se sienta a mi lado respeta la Constitución, el Estatuto y el marco europeo. Si lo que dice es que va a subirse a un balcón para dar un golpe contra el orden democrático, no hay forma de dialogar. La única forma de desactivar el proceso es que Ciudadanos gane las elecciones.

¿Con quién sitúa a Podemos en Cataluña?

Pues es difícil decirlo. Ada Colau ha dicho que votó a la independencia. Así que supongo que con ella no contamos. En el propio Podemos hay quien defiende un referéndum secesionista y otros que dicen que no va con ellos. Yo de momento sitúo a Podemos como uno de los que quieren trocear la soberanía española y levantar fronteras. Pero sí creo que es importante que cada uno nos definamos y digamos qué defendemos ante los votantes, porque será importante para configurar las mayorías del día después. Si CiU y ERC, como parece, no tienen mayoría absoluta, Rajoy, Sánchez, pero también Pablo Iglesias, tendrán que mojarse.

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