Aitor Esteban

12 / 05 / 2017 Antonio Rodríguez [Foto: Paco Llata]
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Portavoz del PNV en el Congreso

“Rajoy puede acabar la legislatura si aprueba los Presupuestos de 2018”

Foto: Paco Llata

El PNV venía del no a la investidura de Mariano Rajoy, pero ahora ha conseguido cerrar un acuerdo sobre los Presupuestos de este año. Este balón de oxígeno para el Gobierno tiene fecha de caducidad, ya que para los de 2018, “Dios dirá”. Niega que la devolución del cupo sea una “millonada” ya que esos 1.400 millones se irán descontando “en cómodos plazos”.  

¿Qué ha pasado para que el PNV no alcanzase un acuerdo de investidura en octubre con Mariano Rajoy y ahora le dé su apoyo a los Presupuestos?

Nosotros no vamos donde no nos llaman. Ni ha habido esa oportunidad ni nosotros la hemos buscado. Rajoy nunca tuvo intención de pactar [la investidura] con el PNV. Él hizo su apuesta con el PSOE y recuerdo el discurso de investidura como algo infumable que me molestó muchísimo. Estábamos y seguimos estando en muchas materias muy alejados. 

El PNV pedía la devolución de 1.600 millones del cupo vasco por los desagravios de la última década y han conseguido 1.400...

No, de desagravios nada. Tampoco ha sido una devolución. Aquí no se ha aplicado la ley: cada cinco años hay que buscar una base de cupo que es el equivalente al 6,24% de las competencias del Estado que no han sido asumidas por la comunidad autónoma. Luego se va calculando cada año en función de lo que recauda el Estado. Si recauda más, nosotros tenemos que pagar más, incluso si nosotros recaudamos menos ese año en el País Vasco. En 2008, el Estado cedió una serie de competencias a las autonomías y nosotros pedimos volver a calcular la base del cupo. En aquel momento, como los flujos financieros le iban bien al Estado, dijo que naranjas de la China. Y así hemos llegado a 2017 con unas discrepancias de 1.600 millones. 

¿Se imaginaban llegar a los 1.400 millones al inicio de la negociación, una cifra que se ha tildado de cuponazo?

Esto no es el cupo futuro, sino la liquidación de los 10 años anteriores. Además, [la cifra] está dividida entre diez, es decir 140 millones que el Estado va a ir descontando en cómodos plazos durante cinco años porque tampoco queremos alterar las finanzas de las administraciones. No nos dan ninguna millonada, ajustamos lo que tiene el 6,24% de las competencias del Estado. Por cierto, somos el 6,09% del PIB, el 4,6% en población y pagamos el 6,24. 

¿Cómo ha encontrado al PP en esta negociación?

Más abierto a hablar de algunas cosas que antes, evidentemente. 

El portavoz del Gobierno vasco habló de una “paz fiscal” de 15 años, al sumar los diez de discrepancias y los cinco del nuevo cupo. ¿Garantiza el PNV lo mismo a Rajoy para la legislatura?

Dijimos claramente que es un acuerdo para los Presupuestos de 2017. Para 2018, Dios dirá. No sabemos qué va a pasar con el PSOE, tampoco si nos vamos a desayunar con otro escándalo terrible en la clase política. Por lo tanto, no sé qué va a pasar con esta legislatura, en la que tenemos sobresaltos cada semana, así que no me gusta adelantar acontecimientos.

Ciudadanos ha dicho que votará en contra de la nueva ley del cupo. ¿Temen una especie de pacto anticupo en el Congreso?

Dicen [los de Ciudadanos] que van a votar en contra de algo que todavía no sabemos, pues se prevé aprobarlo a finales de año. Lo de votar en contra es por sistema, por ideología. Siempre van a decir que es un sistema fatal, pero el resto de los grupos van a ser suficientemente reflexivos para ver que el acuerdo al que se llegue será razonable. 

¿Necesitarían a los partidos grandes?

Con el PP y el PSOE es suficiente. 

Otra pata del acuerdo son los 3.380 millones de inversión estatal en la Y vasca. ¿Qué podrán exigir en 2018?

En España se han gastado 70.000 millones en alta velocidad en 25 años. Llega hasta Huesca y en ese tiempo, los vascos pagamos el 6,24% de esa infraestructura. Y lo que pagábamos, no se invertía en el País Vasco. Tampoco está hecho el eje atlántico, que es una prioridad europea. Así que ya era hora, es un acuerdo de justicia. Más allá del tema económico, ha habido asuntos de sentido común y sensibilidad política como la cooperación policial y el acceso a los datos e información de la Ertzaintza. Eso para nosotros tiene un valor muy importante y el PP, por fin, ha empezado a cambiar. 

¿Cuándo estará concluida la Y vasca?

En 2023. Por primera vez tenemos un cronograma mes a mes. Luego, la conexión con Francia se deja para 2025.

¿Con este acuerdo se cumple ya el Estatuto vasco?

Queda la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. También el tema de las prisiones. Y no hay que olvidar que el Parlamento vasco está discutiendo un nuevo Estatuto, así que estos temas terminarán apareciendo en la dialéctica política de las Cortes.

¿Cuándo podría llegar el nuevo Estatuto vasco aquí a Madrid?

No lo sé, pero entiendo que para esta legislatura del Parlamento español.

¿Ha quedado algo en el tintero de la negociación con el PP?

Siempre quedan cosas. Hay asuntos de cajón y lógicas por diligencia administrativa y colaboración entre instituciones que aún no ha sido posible desatascar. Todavía me hago cruces cuando estos últimos años ha habido una recentralización política y administrativa indudable. Le pongo un ejemplo muy claro. Durante 35 años ha habido un asunto que ha sido pacífico, ningún Gobierno español, fuese de izquierda o derecha, nos lo ha discutido. Es la capacidad del País Vasco para tener su propio sistema de becas. Pues bien, desde hace dos años se cuestiona por parte del Gobierno de Rajoy, a través de decretos o de recursos ante los tribunales, este derecho. 

En el tema penitenciario y el acercamiento de presos de ETA a cárceles próximas al País Vasco, ¿han notado síntomas de flexibilidad por parte del Gobierno del PP?

No hemos hablado de esto en los Presupuestos. Creo que voy a tener que hacer el pino para que alguien me crea. No hemos querido mezclarlo porque hubiera sido nefasto para las negociaciones en sí. Lo que sí veo es que empieza a calar en conversaciones en Madrid, en círculos influyentes, que no estamos en la época en la que ETA estaba actuando. Se ha producido ya el desarme y este tipo de cosas no se arreglan forzando una votación. Nuestra labor tiene que ser la de tratar de convencer al Gobierno de que está equivocado. También el Gobierno tiene sus miedos, porque Aznar creó sus propias esferas con las víctimas. Más allá de darles cobijo y apoyo, al final se han convertido en actores que intentan influir en la política. Eso no es positivo. 

Ante tanto caso de corrupción, se da la circunstancia de que en el País Vasco apenas hay. Y ello pese a que el PNV casi siempre ha gobernado en democracia. ¿A qué se debe ello?

Supongo que somos una sociedad pequeña, donde nunca ha habido mayorías absolutas. También hay una red institucional importante, con unas diputaciones que están ahí, y al final todos nos miramos a todos. Aquí en Madrid quise poner en el Tribunal de Cuentas un representante de cada partido y así nos miramos las mangueras entre todos. No lo conseguí, siempre se han repartido los puestos entre PP y PSOE. Además, somos bastante igualitarios. El País Vasco es muy pequeño y si alguien empieza a tener un chalé determinado, pues cantaría mucho. 

No parece que en el País Vasco se haya institucionalizado el 3%.

Así es, aunque no quiere decir que a pequeña escala pueda haber algo. 

¿Se atreve a hacer un vaticinio de lo que puede durar la legislatura?

No lo sé. Si el PP consigue sacar adelante el proyecto de Presupuestos de 2018, pues ya tiene la base casi para acabarla, pues siempre hay la posibilidad de una prórroga si las cosas se complicaran. Pero claro, también en este país, que se produzcan cambios incluso con noticias sorprendentes que hubieran provocado cataclismos en Dinamarca, el Reino Unido o Alemania, pues aquí no pasa nada. En España parece que el suelo es más firme, debe haber más roca. Dicho esto, no sé qué va a pasar. Cada día por las mañanas hay que ver lo que sale en los periódicos, cuál va a ser la evolución del PSOE.

Precisamente, si un PSOE de Pedro Sánchez y un Podemos de Pablo Iglesias promueven una moción de censura, ¿de qué lado se pondrá el PNV?

En primer lugar, no les veo poniéndose de acuerdo. No lo consiguieron en febrero de 2016 para la elección de presidente, cuando era mucho más fácil. Segundo, quiero ver cómo está ese PSOE, si es firme, rocoso y con todos sus efectivos. Tercero, quién va a ser el candidato. Cuarto, cuál va a ser el programa. Visto todo eso, ya le contaré. La moción de censura de Podemos está pensada para erosionar al PSOE y al final, lo que puede demostrar es que, hoy por hoy, no hay alternativa.

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