La hucha municipal peligra
Los alcaldes, incluidos los del PP, hacen causa común contra la regla de gasto de los municipios. En juego quedan 7.000 millones que suponen casi un 0,6% del PIB.
España cumplió su objetivo de déficit público de 2016 gracias a la hucha que acumulaban los ayuntamientos. Los datos de 2017, que saldrán a la luz de forma oficial a finales de marzo, serán muy parecidos. No es de extrañar que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se resista a modificar la norma que obliga a los ayuntamientos a seguir ahorrando.
De momento, cuando se reanude la actividad parlamentaria, el Congreso tendrá que dar cumplimiento al trámite de enmiendas a una proposición de ley para suavizar la dureza de la denominada “regla de gasto”, que impide a los ayuntamientos invertir el dinero que les sobra en otras cosas que no sean “inversiones financieramente sostenibles” o “amortización anticipada de deuda”.
La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) reconoce en su último balance de cuentas públicas que a los ayuntamientos españoles les sobraron en 2016 un total de 6.847 millones de euros, que suponen un 0,6% del PIB. Sin ese superávit, España no habría sido capaz de cumplir el objetivo de déficit marcado por Europa, que estaba fijado en el 4,6% y que se quedó finalmente en el 4,3% del PIB. El ministro de Hacienda se opone a cualquier cambio, pero los alcaldes, incluidos los del PP, quieren romper las bridas que les amarran a un ahorro forzado.