La alta velocidad habla español

Hablar de recortes presupuestarios en infraestructuras suele poner de los nervios a las empresas constructoras, sobre todo en épocas de crisis como la actual. Sin embargo, las empresas del sector buscan puertas de salida y en esa tarea cuentan desde hace tiempo con un aliado de excepción, la empresa pública Adif, que además de gestionar la infraestructura ferroviaria en España exporta experiencia, ideas y tecnología que después deben llevar a cabo las constructoras. Fruto de esa actividad de colaboración se han concretado últimamente proyectos en países como Reino Unido, Turquía, Marruecos, México, Rusia, Polonia y Colombia. Según confirman fuentes de Adif, la empresa mantiene perspectivas de ampliación de esta actividad a países como Estados Unidos, Arabia Saudí, India, Túnez, Argelia y Brasil.

España ha sido uno de los países con un desarrollo más rápido e intenso de la alta velocidad ferroviaria. Gracias a este esfuerzo, que ha supuesto más de 20.000 millones de euros de inversión en obras durante los últimos cinco años, Adif, como empresa gestora, ha logrado una gran experiencia que la ha convertido en un referente mundial.

A modo de ejemplo, en la parte de la obra gestionada por esta empresa pública en la conexión de alta velocidad que unirá el centro de la península con el País Vasco, la orografía tan especial de la zona, unida a las medidas de protección medioambientales, han provocado que prácticamente el 70% del recorrido esté construido a través de túneles o con viaductos. Es decir, que sólo tres de cada diez kilómetros de vía se asientan sobre una plataforma que podríamos llamar normal.

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Obras como esta, recuerdan en Adif, son las que han dado también a las empresas constructoras españolas una experiencia en nuevas técnicas que ahora pueden exportar al extranjero. Con la vista puesta en esta cooperación, Adif despliega una intensa actividad en foros y organizaciones que tratan temas estratégicos como la revisión de las redes transeuropeas o la coordinación de la construcción de la conexión de alta velocidad con Francia y Portugal, entre otras.

El amigo americano.

Uno de los proyectos de colaboración con mayor protagonismo público ha sido con EEUU, por el que han mostrado un gran interés las autoridades de ese país, y se ha materializado en numerosas visitas a España de delegaciones oficiales (Secretaría de Transportes, Congreso, Senado, Administración Federal de Ferrocarriles, y diferentes Estados y autoridades). El ministro de Fomento, José Blanco, anunció incluso, en una reciente visita a Estados Unidos, junto a su homólogo, el secretario de Transportes, Ray Lahood, la creación de un grupo de trabajo para compartir información e impulsar la colaboración tecnológica entre ambos países.

España se ha convertido así en una de las principales referencias para el desarrollo de la alta velocidad en EEUU y las cifras son importantes. La Casa Blanca ha decidido, dentro del Plan de estímulo de la economía lanzado por el presidente Obama, dedicar ayudas por importe de 8.000 millones dólares (más de 6.500 millones de euros) a la potenciación de diversos corredores de alta velocidad en territorio estadounidense.

En ese sentido tampoco es casualidad que Adif haya sido la empresa elegida para trasladar su experiencia y conocimiento en materia de alta velocidad como responsable de un módulo de gestión de infraestructura en el seminario de formación sobre alta velocidad International Practicum on Implementing High-Speed Rail in the United States, que tuvo lugar en las ciudades de Washington DC, Chicago y Los Ángeles en febrero de este año. La empresa española ha participado también en el congreso Joint Rail Conference en mayo de 2010, desarrollado en la Universidad de Illinois.

Próximamente está prevista una nueva visita de miembros del Congreso de los Estados Unidos a instalaciones de alta velocidad española gestionadas por Adif, que se une a otros viajes realizados ya por diversas autoridades estadounidenses y delegaciones de diferentes países, como Suecia, China, Chile, Arabia Saudí, India, Túnez, Argelia, Brasil, México o Reino Unido.

Toda esta actividad internacional es consecuencia del esfuerzo realizado en España y que ha llevado a Adif a gestionar actualmente 2.200 kilómetros de líneas de alta velocidad, de los que 1.579 tienen ancho de vía internacional y los 621 restantes cuentan con ancho de vía ibérico pero con alta velocidad en servicio. Junto a ello, tiene 1.893 kilómetros más en fase de ejecución y 905 en estudio o proyecto. A pesar de los recortes presupuestarios, a finales de 2010 España tendrá 2.638 kilómetros de alta velocidad en explotación comercial.

Investigación.

La construcción y administración de esta nueva red de infraestructuras ha necesitado también de una labor de investigación, ya que un crecimiento de este tipo es pionero en el mundo. Para ello, Adif cuenta en la actualidad con 47 proyectos en marcha de I+D+i que tienen un presupuesto global de 107 millones de euros en inversión y que se canalizan a través de una estructura de intermediación con empresas, centros de investigación y universidades españolas.

Entre los proyectos de investigación en ejecución destacan los relacionados con la eficiencia energética (sistemas avanzados de almacenamiento de energía), el aumento de la seguridad y la fiabilidad en infraestructuras ferroviarias (monitorización de infraestructuras, auscultación, predicción meteorológica y control sismológico), la protección del medio ambiente y la sostenibilidad (construcción sostenible de estaciones ferroviarias, prevención y evaluación de riesgos de incendio) y los sistemas internacionales de señalización y cambiadores universales de ancho de vía.

Es precisamente en este último aspecto, el de la capacidad de unir redes de distintos países, en el que España se ha convertido en el líder mundial en desarrollo e implantación de un sistema de señalización que se está desarrollando para la gestión común del tráfico ferroviario en Europa, denominado ERTMS, que controla la circulación de trenes y la comunicación de estos con sus bases.

Para la puesta de largo definitiva de esta nueva tecnología, España ha puesto en marcha la creación de un equipo de expertos técnicos pertenecientes a Adif, Renfe, empresas tecnológicas y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), coordinados por el Ministerio de Fomento. En las instalaciones españolas de este centro de estudios es donde se ha creado el principal laboratorio mundial de referencia en ERTMS.

Más tecnología punta.

Otro ejemplo de tecnología punta española es el sistema Da Vinci, una plataforma diseñada por Adif para las nuevas líneas de alta velocidad que, sin embargo, también es capaz de adaptarse a otros tipos de tráfico ferroviario en líneas convencionales de ancho de vía antiguo o de vía estrecha como metros o tranvías.

Para el desarrollo de este sistema, Adif ha contado como socio tecnológico con otra empresa española, Indra, junto con la cual ha movilizado a 150 personas que han trabajado durante cuatro años para ponerlo en marcha. En la actualidad, Da Vinci gestiona no sólo la red de alta velocidad española, sino también redes de diferentes características como la de Feve (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha), el metro de Medellín o el metro de Londres (Metronet). Este mismo año ha sido la solución elegida para la gestión integral del tráfico ferroviario de Marruecos y, en estos momentos, opta a la adjudicación de otros concursos internacionales en China y Reino Unido, entre otros países.