Vida o ficción

09 / 12 / 2016 Daniel Jiménez
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Aluvión de libros de gente que cuenta su vida, o la escribe, pero desde ideas y ángulos muy diferentes.

Juan Soto Ivars

¿Coinciden en las mesas de novedades cuatro libros que circundan los fértiles (y pantanosos) territorios de la autobiografía, la autoficción, la biografía novelada y las memorias. El primero en llegar a nuestras manos ha sido El amor del revés (Anagrama), del escritor Luisgé Martín (Madrid, 1962), quien en más de una ocasión se ha referido a esta obra como sus “memorias gais”. En ellas, el autor se desnuda en la primera página y no se cubre hasta que cae el telón. Para explicar su desnudez y su puesta en escena, Martín se expresa con absoluta sinceridad y con la valentía de un condenado a muerte. Su máxima es derrumbarse y volverse a construir. Por eso el libro está lleno de iluminaciones como esta: “Las mentiras que se repiten solo para que otros las escuchen acaban siendo creídas por la propia conciencia y empiezan a formar parte de nuestro temperamento o de nuestra biografía. Por eso no sé bien, desde hace mucho tiempo, quién soy realmente”.

Para Juan Soto Ivars (Águilas, Murcia, 1985) “hay dos tipos de escritores: los que se creen profetas y los que envían cartas con la esperanza de que alguien se alegre al recibirlas. Yo soy de los segundos”. Sin embargo, si uno lee detenidamente su libro Un abuelo rojo y otro abuelo facha (Círculo de tiza) puede que no esté de acuerdo con la definición de sí mismo que hace el autor. Durante la primera parte de este striptease consentido, tierno, punzante y satírico, este joven escritor trata de saber por qué ha llegado a ser quien es, por qué vive y ama en Barcelona, por qué se cree a salvo del reduccionismo que caracteriza nuestras opiniones en dos presupuestos antagónicos: conmigo o contra mí. Tanto en esta suerte de memorias prematuras como en los artículos incluidos en la segunda parte, Soto Ivars expone sin tapujos sus opiniones y sus juicios, lo que más, que alegrarles, a algunos lectores les puede volver precisamente en su contra.

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