Julio Llamazares: “Varios premios”

22 / 02 / 2016 Luis Algorri
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El gran escritor ha rechazado ser aspirante a un premio literario que da la Junta de Castilla y León.

Julio Llamazares es uno de los escritores vivos de los que más aprendo cuando los leo, y lo tengo entero, despiezado en páginas subrayadas y anotadas, en esa estantería. Además es un ser humano de extraordinaria bondad con el que me une un afecto tan largo ya como córvido: nos vemos cada noche de Jueves Santo, infalibles los dos como las agujas del Big Ben, en un bar de León que se llama El cuervo. Por eso digo lo de córvido. No vayan ustedes a pensar otra cosa.

Julio acaba de hacer algo que casi nadie hace hoy en España: rehusar un premio literario. Es más: ha rechazado –muy educadamente, como es norma en él– incluso su condición de aspirante al galardón, que es el premio de la Crítica de Castilla y León. Se enteró por la prensa de que aspiraba. Debió de pensar, no sin razón, que aspirar es verbo activo; es decir, que es necesario que el sujeto quiera, consienta o al menos sepa que aspira algo o a algo (salvo que el tal sujeto sea una máquina de las de quitar el polvo, pero no es el caso). Y él no tenía noticia ninguna de sus propias aspiraciones, así que se dio por expirado a la candidatura.

Me pregunto por qué lo ha hecho. El diario digital por el que me entero de la frustrada aspiración añade a la noticia, de su propia cosecha, un dato insinuante: que Julio es y se siente leonés, y no castellanoleonés. Que no le gustan los premios castellanoleoneses; que el mismo adjetivo, “castellanoleonés”, le suena como “austrohúngaro pero en pobre”; y que la propia Comunidad Autónoma de Castilla y León le parece un engendro artificial que debería deshacerse y reconstruirse conforme a la voluntad (y a las aspiraciones, por qué no decirlo) de sus ciudadanos.

No sé más del asunto. Puede que sea esa la razón por la cual Julio Llamazares ha decidido unir su nombre a los de Woody Allen, Marlon Brando, Javier Marías, Jordi Savall, Thomas Piketty, Jean-Paul Sartre, Simone de Beauvoir, Albert Camus, Daniel Gil, Albert Boadella, Louis Aragon, George C. Scott, Dudley Nichols, la fotógrafa Colita, el historietista Juan López Jan y otro centón de nombres que ahora mismo no recuerdo, y que también rechazaron diversos galardones, bien en condición de aspirantes o bien en la de ya aspirados.

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