España, ay España

19 / 12 / 2016 Luis Algorri
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¡Gracias!

Con la crisis de identidad nacional que estamos viviendo aparecen de nuevo libros sobre la idea de España.

El nacionalismo español, lo que podríamos llamar españismo, salió maltrecho de la dictadura franquista, a causa de su terrible y artificiosa hipertrofia, y nunca se recuperó. No es que no exista, que eso sería casi imposible: es que los españoles somos los europeos que menos importancia concedemos a nuestro hecho y cultura nacional, a nuestra identidad colectiva. Por decirlo pronto y mal: queremos a nuestra nación menos aún que los belgas a la suya, o que los italianos, que ya es decir. A veces tiende uno a pensar que lo único que nos hace sentirnos verdaderamente españoles es la selección nacional de fútbol.

En la primera mitad del siglo XX, una gran cantidad de intelectuales reflexionaron profundamente sobre la idea de España. Ortega y Unamuno fueron los más brillantes pero de ningún modo los únicos. Hoy no es así. Fuimos convencidos por la mediocridad de cierta izquierda (desde la Transición hasta hoy) de que reivindicar la idea y aun el nombre de España era facha, mientras que alentar los patiotismos periféricos, con la dosis de autoenamoramiento que hoy vemos, era algo progresista. Con perdón por la expresión: la cagamos para un par de generaciones, como poco, y hemos puesto en grave peligro una buena idea: la de España.

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