El genocidio

19 / 10 / 2015 Luis Algorri
  • Valoración
  • Actualmente 3 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 3 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Según Ada Colau, el 12 de octubre se celebra un “genocidio”. Es lo que pasa cuando se habla sin pensar

José María González (Kichi) y Ada Colau.

La Excelentísima señora Alcaldesa de Barcelona, doña Ada Colau Ballano, ha manifestado por los conductos habituales (es decir, por su cuenta de Twitter) que le produce vergüenza ver cómo el Estado se gasta 800.000 euros en celebrar, con una parada militar, un “genocidio”, que es la calificación que a la Excma. Sra. le merece el descubrimiento y colonización de América, comenzados el 12 de octubre de 1492.

El no menos Excelentísimo señor Alcalde de Cádiz, don José María González Santos, a quien aquellos que le tienen afecto otorgan el cariñoso sobrenombre de Kichi, ha ido un poco más lejos y ha escrito en el mismo medio que “nunca descubrimos América, masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios. Nada que celebrar”.

Miren ustedes, esto solo puede querer decir una cosa: que ambos excelentísimos tienen las luces que tienen y ni un vatio más. En doña Ada el asunto tiene cierta disculpa porque la arriscada vida que ha llevado en favor de pobres y menesterosos no le permitió terminar sus estudios de Filosofía, en los que algo le habrán dado a leer, imagino. Pero lo del Excmo. Sr. Kichi no tiene nombre porque este señor es licenciado en Historia y ha dedicado varios años de su vida a dar clase en varios institutos andaluces.

Uno de los errores más comunes que cometen los ignorantes (o los manipuladores; sobre todo, los manipuladores) al hablar de historia es el desconocimiento de lo que se llama campo histórico. Esto quiere decir que, en el mejor de los casos, se les olvida que la historia es algo que sucede a lo largo del tiempo, generación tras generación; y que cada generación o cada época tiene su forma de pensar, que no puede ser sino la que es, y que unas maneras de ver las cosas suceden a otras. Eso es la evolución de la cultura.

Los ignorantes (o manipuladores) actúan como si todo sucediese en el mismo momento; como si todas las generaciones de seres humanos fuesen la misma, o sea la nuestra, la de ahora; y como si los valores, ideas y principios que hoy tenemos por válidos y buenos hubiesen estado vigentes todo el tiempo, generación tras generación, siglo tras siglo. Como si fuese lícito exigir que la gente de hace 500 años se haya conducido según los códigos morales que rigen ahora.

Pongamos, queridos niños, Excmos. sres. Alcaldes, un par de ejemplos, a ver si conseguimos que lo entiendan.

La tropa de salvajes y carniceros que se hacen llamar yihadistas en sus distintas variedades de sanguinolencia se dedican a destruir monumentos construidos hace miles de años (los budas de Bamiyan, que tenían 1.600; la ciudad de Palmira, unos 2.000) porque los consideran blasfemos e idólatras contra su dios, Alá. Pero ni los afganos ni los romanos ni los sirios habrían podido blasfemar contra ese dios ni aun habiéndoselo propuesto, porque los monumentos de Bamiyan y de Palmira fueron construidos entre 300 y 700 años antes de que nadie en el mundo oyese hablar de Alá. No se puede faltar al respeto a alguien a quien no se conoce. No se puede incumplir una ley que no existe.

Excmo. Sr. Kichi: su concepto de la historia se parece extraordinariamente al que me enseñaron a mí los profesores del franquismo. Utiliza usted, como ellos, la primera persona del plural: nosotros. La historia franquista se dividía en dos bandos: nosotros, que éramos los cristianos, los católicos, los generosos y los buenos, y luego todos los demás, que eran (sucesivamente) los árabes, los indios, los protestantes, los franceses, los ingleses y, en fin, los malos. Pero todos a la vez, ¿eh? Yo, niño de 9 años que leía la Enciclopedia Álvarez, estaba en la toma de Tarifa del lado de Guzmán, en la rendición de Breda alistado en los Tercios, en Bailén junto al general Castaños y en la Guerra Civil bajo el mando de Franco. Eso es un disparate, como incluso usted mismo puede ver. Yo no hice nada de todo aquello. Yo no descubrí América, Excmo. sr. Kichi. Ni usted tampoco.

Decir que la conquista y colonización de América fue un genocidio, cuando esa palabra ni siquiera existía entonces, es ignorar (¿deliberadamente?) que en las cruzadas se hizo algo parecido, y en la invasión de Europa por los hunos, y en la de China por los mogoles, y en las guerras de religión europeas, y en la colonización de Norteamérica por los británicos, y en decenas de ocasiones más. Un genocidio no se comete sin querer; hay que saber que se está cometiendo, y ninguno de los conquistadores de historia podía saberlo: se limitaron a hacer lo que hacía todo el mundo cuando podía, lo que se hacía siempre. Los contactos entre diversos pueblos y civilizaciones se hacían así, siempre, en todos los casos.

Me imagino que la Excma. Sra. Alcaldesa de Barcelona no estará ahora mismo planeando declararle la guerra a Italia por el “genocidio” que cometieron los romanos en la toma de Sagunto, ¿verdad? Y que el Excmo. Sr. Kichi no irá a pedir perdón al Ayuntamiento de Béziers por lo que nosotros (los católicos; él pertenece, como yo, a la civilización católica, nos guste o no) les hicimos a ellos, los herejes cátaros, cuando en 1209 tomamos la ciudad y pasamos a cuchillo a todos sus habitantes, sin distinguir entre nuestros y de ellos, al grito de “Matadlos a todos: Dios reconocerá a los suyos”.

Sí hay, Excmo. Sr. Kichi, mucho que celebrar. Porque aquel 12 de octubre se encontraron dos mundos distintos (que no son ni el nuestro ni el de ellos, perdóneme que se lo recuerde), y eso produjo incontables progresos para todo el planeta, además de, también, injusticias, crímenes, sangre y destrucción. Como ha ocurrido siempre en el mundo desde el Paleolítico. Eso debería usted saberlo, Excmo. Sr., ¡que ha sido usted profesor de historia de bachillerato!  

(Pobres niños, ahora que lo pienso).

Grupo Zeta Nexica