El abusón del patio

30 / 01 / 2017 Luis Algorri
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

El nuevo presidente de EEUU ha eliminado el idioma español de la web oficial de la Casa Blanca.

Don Donaldo: ha dicho el papa Francisco, que es hombre de criterio por lo general ponderado y ecuánime, que antes de echar a volar opiniones sobre usted como presidente le gustaría ver qué hace, cómo se conduce, cuáles son sus primeros pasos, medidas, palabras e incluso ocurrencias. No ha tenido que esperar mucho el Santo Padre. Lo primero que firmó usted sobre su nueva mesa de trabajo fue un papel con el que comienza a destruir la obra más importante de su predecesor, don Baraquio, que pretendía algo tan sensato como poner al alcance de todos el acceso a la salud y por lo tanto a la vida, sean pobres o sean ricos. A usted eso no le parece bien porque piensa, como las compañías farmacéuticas a las que tanto debe, que vivir es algo que solo debe estar al alcance de quienes puedan pagar por ello.

Lo segundo ha sido visitar a los servicios secretos y decirles que “pelillos a la mar”; que todos los denuestos y calumnias que usted lanzó sobre ellos en su campaña electoral, en abundante número y calibre, fueron, en realidad, invenciones de los periodistas, raza de réprobos a la que usted detesta como a pocas cosas de este mundo. Todos se dieron cuenta de que usted mentía, como suele, y que usaba una vez más el recurso del niño cobarde que quiebra un cristal de una pedrada y luego, cuando le miran, señala al niño de al lado y dice: “Ha sido este, señorita, que lo he visto yo”.

Y lo tercero que ha cometido usted, don Donaldo, ha sido eliminar la versión en lengua española de las páginas de Internet de su Gobierno. Ante semejante disparate ha tenido que salir ese chico Spicer que usted tiene contratado de jefe de Prensa, y ha sacado la cara por el patrón con otra excusa inimaginable en un verdadero canalla: que estaban cambiando tantas cosas en la web que, oye, se les fue la mano quitando, pero que ya lo arreglarán, que tranquilos. Este Spicer teme, y no sin motivo, por su puesto de trabajo: usted parece convencido de que para relacionarse con sus súbditos no necesita servicio de prensa porque le sobra con su cuenta de Twitter, que maneja usted con la habilidad y la gracia con que los críos de mi tiempo manejábamos los petardos y las bombas fétidas.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital en Tiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica