Las mil caras del cine español
30 / 01 / 2017 Antonio Díaz
Las películas Un monstruo viene a verme, El hombre de las mil caras y Tarde para la ira parten como favoritas en los premios Goya de este año, que reconocen la diversidad del cine español. El cómico Dani Rovira presentará la ceremonia de entrega, que se celebrará el próximo 4 de febrero.
De izquierda a derecha: Antonio de la Torre, Penélope Cruz, Raúl Arévalo, Rodrigo Sorogoyen, Carlos Santos, Marc Crehuet, Emma Suárez y Nely Reguera
Cine de autor, thrillers políticos, películas de acción, fábulas de fantasía, dramas históricos y comedias románticas. La lista de títulos nominados en la 31 edición de los premios Goya, que se celebrará el próximo 4 de febrero, demuestra la amplia diversidad de géneros, de registros y de miradas del cine español, una industria que si bien atraviesa problemas estructurales –una ausencia de modelo definido de financiación y el peso del llamado IVA cultural–, disfruta de una excelente salud creativa. Si la ceremonia de los Goya marca el final del curso cinematográfico en España, la gala de este año debería ser una celebración por la conclusión de un ejercicio notable en una fiesta que amenizará por tercer año consecutivo el cómico y ganador de un Goya Dani Rovira.
Un monstruo viene a verme, de Juan Antonio Bayona, parte como favorita de la noche. Los miembros de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas han recompensado con doce nominaciones el universo fantástico que ha inventado el cineasta barcelonés y que además ha sido la película española más taquillera del año, con más de 26 millones de euros de recaudación.
Una nominación menos han recibido los filmes El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez, y Tarde para la ira, del debutante Raúl Arévalo. El drama histórico 1898. Los últimos de Filipinas, primer largometraje del realizador de televisión Salvador Calvo compite en nueve categorías y Julieta, de Pedro Almodóvar, en siete. El eclecticismo de las propuestas con más candidaturas augura una noche llena de suspense.
Buena cosecha
Alberto Rodríguez ya sabe lo que significa arrasar en una noche de los Goya. Hace dos años conquistó diez de los catorce premios a los que aspiraba por La isla mínima, incluidos los de mejor película, mejor dirección y mejor guion original (compartido con Rafael Cobos, coguionista también de El hombre de las mil caras).
Responde al teléfono a esta revista en mitad del proceso de búsqueda de localizaciones para su nuevo proyecto, la serie La peste, que empezará a rodar a mediados de febrero. “Creo que este año hay que celebrar dos cosas: la variedad del abanico de películas y la calidad, no solo de las que están nominadas. La gran noticia es que ha sido un año de cine, como cosecha, muy buena”, asegura.
Según datos recogidos por comScore y publicados por la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (Fapae) y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, la recaudación de las películas españolas en las salas del país ha alcanzado los 109 millones de euros, que en términos de cuota de pantalla se traduce en un 18,1%, el cuarto mejor dato de la serie histórica cuya cima en 37 años de estadística es el 25,5% de 2014, el año del récord de taquilla cosechado por Ocho apellidos vascos.
Rodríguez se muestra agradecido por el apoyo del público, pero lamenta “como espectador” que muchas películas pasen desapercibidas. “Sigo escuchando ciertos prejuicios sobre el cine español y me da mucha lástima. El cine español es una industria que requiere apoyos y ayudas, no solo en sentido económico, sino también institucional. Que la preocupación por la cultura en general fuera mayor nos vendría bien a todos”, concluye.
