Unos reyes de larga duración

03 / 12 / 2010 0:00 Luis Reyes
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ESPAÑA, SIGLOS XV AL XX • Desde los Reyes Católicos a Alfonso XIII, los monarcas españoles han tenido reinados prolongados.

27/11/10
Ser rey de España es bueno para la salud, los monarcas españoles suelen disfrutar de largos reinados. Don Juan Carlos cumplió el lunes 35 años en el trono, y sin embargo aún le faltan once para alcanzar el récord de reinado. Y lo que es más significativo, hay todavía ocho soberanos que fueron reyes más tiempo que Juan Carlos I, y otro, Isabel II, a quien sólo ha alcanzado justo esta semana.
La longevidad de la monarquía española apareció con los Reyes Católicos. Isabel la Católica vivió 53 años, lo que para la época era mucho, y reinó durante 30. La sobrevivió su esposo Fernando, a quien le dio tiempo a casarse otra vez y vivir hasta los 63. Había compartido la titularidad de la corona de Castilla como cosoberano con Isabel mientras ésta vivió, pero además era rey de Aragón, y en total reinó 41 años.
El caso más notable fue el de la heredera de los Reyes Católicos, Juana, que tuvo a la vez uno de los reinados más cortos y el más largo de la historia de España. La explicación de la paradoja está en el desafortunado nombre con el que la conocemos: Juana la Loca.
Su complicada peripecia en el trono parece ideada a propósito para desesperar a los estudiantes de antes, cuando se exigía un conocimiento detallado de la historia. A la muerte de Isabel la Católica, en 1504, su padre la proclamó reina de Castilla, aunque conservando Fernando el Católico las riendas del gobierno. Hubo un serio conflicto entre el padre y el marido de Juana, Felipe el Hermoso, que podría haber llegado a una guerra civil, pero finalmente Fernando se retiró a Aragón y Felipe fue proclamado por las Cortes de Valladolid rey de Castilla, conjuntamente con Juana, en 1506. Pero la cosoberanía sólo duró tres meses, pues Felipe el Hermoso murió inesperadamente.
Esto desató la locura de Juana (ver Historias de la historia “El cadáver errante de Felipe el Hermoso”, en el número 1.292 de Tiempo), que de hecho era incapaz de reinar, con lo que volvió a asumir el gobierno Fernando el Católico, pero Juana, aunque recluida por su demencia desde 1509, no perdió la condición de reina. Es más, en 1515 Navarra fue anexionada a la corona castellana y Juana se convirtió en soberana de ese reino. Por fin, a la muerte de Fernando en 1516, heredó también la corona de Aragón, convirtiéndose así en la auténtica primera reina de España.
La Casa de Austria.
Simultáneamente, su hijo mayor Carlos, que se había criado en Flandes y acababa de cumplir 16 años, se proclamó rey de España en cosoberanía con su madre. De hecho, el nombre de Juana precedía al de Carlos I en todos los documentos oficiales hasta la muerte de ella.
Juana, aun encerrada y presa de la enajenación, vivió lo suficiente para reinar durante 51 años. Murió por fin tan desgraciada señora en 1555, con lo que Carlos, pese a disfrutar de un extenso reinado de 40 años, reinó en solitario en España solamente uno, pues abdicó en 1556.
Todos sus sucesores, miembros de la Casa de Austria, estuvieron mucho tiempo sobre el trono. Felipe II fue durante 42 años rey de España, y además rey de Inglaterra cuatro. Cuando se casó con la soberana inglesa María Tudor, en 1554, su padre le traspasó el reino de Nápoles, para que acudiese a la boda con la misma categoría que la novia, con lo que puede decirse que Felipe II fue rey durante 44 años.
Su hijo Felipe III fue el Austria español de más breve reinado, aunque no fuera corto: 23 años. Cuarenta y cuatro años duró el de Felipe IV, y 35 el del último de la dinastía, Carlos II, cuya mala salud de hierro le permitió, contra todo pronóstico, vivir hasta los 39 años.
En otras monarquías, después de un soberano que reina mucho tiempo viene otro breve. Así, en Inglaterra, tras la longeva reina Victoria, Eduardo VII solamente duró nueve años en el trono, y algo parecido le puede pasar al actual príncipe de Gales, dada la buena salud de Isabel II. Entre los Austrias españoles, sin embargo, tras las más de cuatro décadas de Felipe II y Felipe IV, sus hijos pudieron reinar bastante porque eran los últimos vástagos de varios matrimonios. Felipe III nació en el cuarto matrimonio de Felipe II, y era en total el séptimo hijo del rey, pero cuatro hermanos varones mayores fallecieron en la infancia o juventud. Lo mismo le pasó a Carlos II, fruto de segundas nupcias y último de los 13 hijos legítimos de Felipe IV.
La tradición de largos reinados llegó a su punto culminante con el cambio de dinastía. El primero de los Borbones, Felipe V, se mantuvo en el trono 46 años, con un brevísimo interregno (véase recuadro). Luego hubo un bache en la duración con Fernando VI, sólo 13 años, para elevarse a los 29 con Carlos III. Carlos IV sólo reinó 20 años, pero no fue culpa suya: el Motín de Aranjuez le forzó a abdicar en 1808 en Fernando VII. El reinado de éste fue interrumpido por la invasión napoleónica y su cautiverio en Francia, pero teniendo en cuenta que las Cortes (las famosas de Cádiz) siguieron considerándole único rey legítimo, puede decirse que ciñó la corona 25 años.
Carreras interrumpidas.
También tuvo un reinado convulso, de duración sujeta a factores externos, Isabel II. Se repitió en ella el caso de hija tardía, pues lo fue del cuarto matrimonio de Fernando VII. La falta de descendientes varones la convirtió sin embargo en reina titular a la muerte de su padre, cuando aún no había cumplido los 3 años, pero esto provocó una tremenda reacción en contra, el carlismo, que desató varias guerras civiles. Aun así se mantuvo 35 años y un día en el trono, y no fueron los carlistas, sino una revolución liberal, la que la expulsó de España en 1868. De no ser por este destronamiento, si hubiera conservado la corona hasta su fallecimiento, habría tenido un reinado de casi 71 años, superando en ocho a Victoria de Inglaterra.
La dinastía volvió con Alfonso XII, que sólo tenía 17 años recién cumplidos cuando se produjo la Restauración, pero murió también muy joven, no llegando a 11 años en el trono. Fue el más corto de los reinados normales (los del recuadro son excepcionales), pero en compensación le sucedió el segundo más largo, el de Alfonso XIII: 45 años.
Alfonso XIII fue rey en el mismo momento en que nació, pues fue hijo póstumo y el presidente del Gobierno, el liberal Sagasta, tuvo que hacer una chapuza constitucional. Al morir Alfonso XII, en noviembre de 1885, tenía que haberse proclamado reina a la princesa de Asturias, María Mercedes, pero en vez de eso, como la viuda de Alfonso XII estaba embarazada de tres meses, se mantuvo un interregno de medio año, con la esperanza de que naciese un varón, como sucedió en mayo de 1886.
Al nuevo rey le pasó sin embargo lo mismo que a Isabel II: fue derrocado y no pudo terminar sus días con la corona ceñida. Si la proclamación de la II República en abril de 1931 no le hubiera expulsado del trono, Alfonso XIII habría reinado casi 55 años, pues falleció en el exilio, en Roma, el 28 de febrero de 1941, cuando le faltaban dos meses y medio para cumplir esa edad.

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