Honras funerarias

02 / 02 / 2016 Luis Reyes
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

Nueva Deli, 31 de enero de 1948. Comienza el sepelio de Gandhi, asesinado el día 30. Durará 60 años.

Sacaron el cadáver a la terraza y lo colocaron sobre la barandilla, para que lo vieran las masas que acudían a la más extravagante capilla ardiente. Al morir un gran personaje la capilla ardiente se instala en palacio, en el Parlamento, en un templo... Pero Mahatma Gandhi no era rey, ni líder político, ni papa, era casi una divinidad para las muchas religiones de la India, la única reverenciada a la vez por hindúes y musulmanes, que desde la proclamación de la independencia, seis meses atrás, su mataban entre sí.

Esa masacre interreligiosa se había llevado por delante al propio Gandhi. El 30 de enero un extremista hindú había disparado sobre él por considerarlo demasiado promusulmán. Fue un golpe demoledor para el nuevo Estado, pero además el Gobierno de Nehru, aún en rodaje, se encontró con el problema de organizar un evento sin precedentes: unas honras funerarias en las que participarían millones de personas.

Hoy los megafunerales son cosa corriente. La histeria que dominó a Inglaterra a la muerte de Lady Di fue televisada a una audiencia de ¡2.000 millones de personas!, pero en 1948 prácticamente no existía la televisión. No obstante, la India, con su enorme población, iba a producir el primer gran espectáculo de duelo popular de la Historia.

El catafalco de Gandhi sería, durante todas las ceremonias fúnebres, una simple tabla de madera. No era una elección simbólica, se trataba de la ascética cama en la que durmiera Gandhi. Fue colocada sobre la barandilla de la terraza de Birla House, la mansión que el millonario Ghanshyam Birla había puesto a disposición de Gandhi en Nueva Deli, y donde había sido asesinado. La mortaja blanca era sucinta, como había sido la vestimenta de Gandhi, y dejaba ver cabeza, hombros y pecho desnudos; unas pocas flores estaban esparcidas sobre el cuerpo.

Para leer el artículo completo puede comprar la revista de papel o acceder a la versión digital enTiempo, Zetakiosko o Kiosko y más.
Grupo Zeta Nexica