Estrenos de la semana

Múltiple

Dirección: M. Night Shyamalan

Reparto: James McAvoy

Tres adolescentes despiertan cautivas en un sótano retenidas por Kevin (James McAvoy), un tipo que alberga una veintena de personalidades diferentes. Cineastas como Alfred Hitchcock o Brian de Palma se han inspirado en el trastorno de personalidad múltiple como mecanismo narrativo en clásicos como Psicosis o Vestida para matar, pero no son los únicos. Lo que representa una excepción es que este desorden psicológico funcione como premisa de una historia y no como desenlace. Eso es lo que ha hecho M. Night Shyamalan en su nueva película, titulada precisamente Múltiple, un ejercicio estilístico y formal en la estela de sus dos grandes obras, El sexto sentido (1999) y El protegido (2000).

Lion

Dirección: Garth Davis

Reparto: Dev Patel, Rooney Mara y Nicole Kidman

Lion está basada en la auténtica odisea de Saroo Brierley, documentada en un libro autobiográfico, una de esas historias tan increíbles que parecen una película y acaban, por tanto, adaptadas a la gran pantalla. Una premisa que por un lado atrae, por su componente real, pero que por otro generalmente decepciona en términos narrativos -en la vida real los arcos narrativos no siempre se completan, no siempre concluyen en una enseñanza o una derrota-. Y eso es exactamente lo que proporciona este filme construido con pasión por su director, el debutante en el largometraje Garth Davis. Una primera mitad vibrante en su reconstrucción de la infancia de Saroo, desde que abandona su localidad natal en compañía de su hermano mayor hasta que se pierde en las calles de Calcuta, hiperpobladas de gente y de peligros; y una segunda mitad más pausada, en la que el actor Dev Patel (Slumdog Millionaire, The Newsroom) trata de reconstruir su memoria a golpe de click y de búsquedas infructíferas en Internet desde su nuevo hogar adoptivo que le ha proporcionado la familia Brierley (Nicole Kidman y David Wenham), que contrasta fuertemente en ritmo y tono con la primera. Davis logra engarzar un desenlace emotivo, sin caer en el melodrama, que no obstante, más allá de la alucinante experiencia personal del protagonista, no ahonda en ningún aspecto fundamental del alma humana. Su historia es única en todos los sentidos: es difícil identificarse con ella, pero es hermosa.