Estrenos de la semana

Francofonía

Dirección: Aleksander Sókurov.

Aleksander Sókurov venció un León de oro en 2011 con Fausto, una adaptación de la obra de Goethe que funcionaba como anexo a su trilogía sobre el poder en la que retrató a Hitler (Moloch, 1999), Lenin (Taurus, 2000) e Hirohito (El sol, 2004). En su nueva película, Francofonía, Sókurov ha vuelto a rodar dentro de un museo, como ya hizo en El arca rusa (2002), capturada en un único plano secuencia en el Hermitage de San Petersburgo. La relación entre el arte y el poder es una de sus obsesiones y en esta caso la escenifica dentro del museo del Louvre durante la ocupación nazi de París para construir el relato de la improbable alianza entre dos enemigos. De nuevo, una pieza imprescindible de un cineasta único.

Las mil y una noches: Volumen 1. El inquieto.

Dirección: Miguel Gomes.

“La libertad de cantar y de pensar, parece que haya censura en este país. Parece que el gallo ya no pueda despertar las conciencias”, le dice un hombre a una señora anciana. “Me gusta dar, no recibir”, dice esta última, a la que la policía ha venido a obligarle a matar a su gallo. “Desgraciadamente hoy en día hay pocos hombres que entiendan la lengua de los animales”, añade más tarde una voz fuera de campo. Estas son algunas frases que pueden escucharse en El inquieto, primer volúmen de la trilogía Las mil y una noches del portugués Miguel Gomes, “una película monstruo o una película mundo”, como la ha definido la revista francesa Cahiers du cinéma después de su proyección en el Festival de Cannes de 2015.

Monstruo porque se trata de una sola película de seis horas dividida en tres partes. Mundo porque pone en escena a actores y a gente de la calle y mezcla en su narrativa el periodismo, la fábula, el documental, la poesía y la denuncia social en un único relato sobre los desocupados y los desadaptados en el Portugal oprimido por los mandatos de la troika en una suerte de adaptación pasoliniana de la clásica recopilación de cuentos.

Gomes es un director formado en las revistas cinematográficas especializadas, crítico y teórico del cine, y en su proyección fílmica ha plasmado todo su conocimiento, pero sus películas buscan una conexión emocional y sentimental con el público, sin perderse en las citaciones para iniciados. El inquieto, como toda la trilogía, merece ser vista lentamente como otros sueños anárquicos llevados a la pantalla -Otto e mezzo de Fellini o Mulholland Drive de David Lynch- y un público cómplice que no se rinda ante su forma inusitada. Necesita, al menos, una revisión para poder extraerle todo el jugo concentrado en el metraje. Gomes ha rodado una utopía que es digna de celebrar.