Estrenos de la semana

Spotlight

Dirección: Tom McCarthy

Reparto: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams y Liev Schreiber

Emana el aroma de buen cine político estadounidense de los años setenta -el de Pakula, Lumet y Pollack- y ha recibido seis nominaciones al Oscar de las cuales es considerada favorita en tres de las categorías principales -película, dirección y sobre todo guion original-. Efectivamente Spotlight es una joya de la escritura cinematográfica, construida impecablemente en torno a la investigación periodística llevada a cabo por el diario Boston Globe del caso de los abusos sexuales perpetrados por setenta sacerdotes de la archidiócesis de aquella ciudad. El cineasta Tom McCarthy combina en este potente thriller una puesta en escena clásica con un ritmo narrativo frenético que se apoya en un reparto sólido encabezado por Michael Keaton, Mark Ruffalo y Rachel McAdams.

Creed

Dirección: Ryan Coogler

Reparto: Michael B. Jordan, Sylvester Stallone y Tessa Thompson

En su aclamado debut en el largometraje, Fruitvale Station (2013), el cineasta afroamericano Ryan Coogler abordaba el conflicto racial en Estados Unidos a través de una historia real de violencia policial en San Francisco protagonizada por Michael B. Jordan como víctima desarmada de un policía. El mismo actor repite ahora a las órdenes de este director de apenas 29 años al que Sylvester Stallone ha cedido las riendas de su legado más precioso, la saga Rocky. Creed es la séptima entrega de la historia de superación y sufrimiento del orgulloso boxeador de la clase trabajadora, pero esta vez Balboa no es quien combate, sino su pupilo más especial, Adonis Creed, el hijo de Apollo, el boxeador que murió en el ring víctima de los puños del ruso Ivan Drago en el combate-catarsis de la Guerra Fría sobre el que giraba Rocky IV. Creed -credo, en inglés- es una declaración de amor a la saga, siempre coherente con sus principios y sus estructuras narrativas, pero Coogler logra rejuvenecer el lenguaje, quizá con la intención de marcar un nuevo punto de partida. Stallone se entrega a la causa y regala una de las mejores interpretaciones de su carrera, junto a la del primer Rocky (1976) y la de Cop land (1997).