Estrenos de la semana

Algo muy gordo

Dirección: Carlo Padial

Reparto: Berto Romero, Carolina Bang y Miguel Noguera

El cine comercial es reconfortante: garantiza aventuras, diversión sin efectos secundarios. Sabes lo que vas a ver y es muy improbable que no te guste. En las últimas décadas, además, las grandes producciones se han hinchado de tal manera que la experiencia cinematográfica se extiende también al largo proceso de producción de las películas: nos llegan constantemente imágenes de rodajes, fotos de vestuario, clips de escenas grabadas sobre fondos verdes antes de pasar a la postproducción, de forma que cuando llegamos verdaderamente al cine, en realidad ya lo sabemos todo: es como si nos vendieran las palomitas ya masticadas. De esa reflexión parte Carlo Padial en Algo muy gordo, una película que ha concebido junto al humorista Berto Romero y que durante meses han presentado, juguetones, como una “peli de gran presupuesto y con efectos digitales”, como las de Eddie Murphy, Adam Sandler o Ben Stiller. Pero claro, nada más lejos.

Algo muy gordo es el falso Cómo se hizo de una película que jamás se ha realizado y que reconstruye con hilaridad y mala baba esa especie de mundo fantástico que es un rodaje, lleno de tensión y de falsedad. Padial reúne a un grupo de cómicos y los encierra en un set en una suerte de experimento científico (que no es nada improvisado y que, al contrario, está medido hastas la última línea). ¿Cuál es el lugar del cómico cuando se introduce en una maquinaria más grande que él, que no permite la espontaneidad porque se sale del calendario de producción y en la que la comicidad se vuelve burocrática a medida que se repiten las tomas de una misma escena? Esas preguntas, para nada reconfortantes, plantean Padial y Berto mientras nos arrancan carcajadas.

La librería

Dirección: Isabel Coixet

Reparto: Emily Mortimer, Patricia Clarkson y Bill Nighy

Luz de mis ojos, fuego de mis entrañas

Entrar en una librería es un acto de coraje y de humildad que significa de forma implícita abandonar, a las puertas, toda certeza: hay pocos lugares en el mundo que representen con tanta contundencia la inmensidad del conocimiento humano y nuestra incapacidad de abarcarlo. La última película de Isabel Coixet se titula precisamente La librería y presenta a una mujer, Florence Green, viuda de guerra en la Inglaterra de los años cincuenta, que trata de sacar adelante una librería en una pequeña localidad costera contra la voluntad de una déspota aristócrata. Lo de Green, por tanto, ya no es solo coraje, sino puro gesto revolucionario. Por si el desafío no fuera suficiente, uno de sus pocos aliados en el pueblo la convence de vender la “escandalosa” novela de Vladimir Nabokov, Lolita, porque sabe que sabe que el poder de la literatura es el de poner al lector en el lugar de cualquier persona, incluso del más espantoso de los hombres. Y es que dudar despereza el cerebro. Coixet -que adapta la novela homónima de Penelope Fitzgerald- construye un drama que contiene una rabia incendiaria de justa y precisa relevancia contemporánea.