Estrenos de la semana

El tercer asesinato

Dirección: Hirokazu Kore-eda

Reparto: Masaharu Fukuyama, Koji Yakusho y Suzu Hirose

El misterio abraza la metafísica en la nueva película del cineasta japonés Hirokazu Kore-eda (Nadie sabe, De tal padre, tal hijo). El tercer asesinato comienza con un crimen: un robo con homicidio en el que el espectador puede ver claramente el rostro del asesino. Se trata de Misumi, un hombre que ya ha cumplido una condena de treinta años por un doble asesinato. Todo parece indicar que el juicio se resolverá rápidamente en su contra y que volverá a ingresar en prisión. Sin embargo, en su defensa se erige un famoso abogado, Shigemori, que está convencido de la inocencia del acusado. La sala del tribunal en el que se juzga el caso se convierte, paradójicamente, en el lugar menos adecuado para determinar la verdad de los hechos.

Kore-eda cambia de registro -del drama familiar al suspense de calado filosófico-, pero no renuncia a abordar algunos de los que se consideran sus temas -los valores éticos que los hijos heredan de los padres y el determinismo familiar-, que funcionan como pilares de carga argumentativos de una narración en la que se discute sobre la práctica imposibilidad de determinar una verdad absoluta e incuestionable.

En cuerpo y alma

Dirección: Ildikó Enyedi

Reparto: Alexandra Borbély y Géza Morcsányi

El filme se abre con la exquisita visión de un bosque nevado en el que dos ciervos majestuosos, hembra y macho, retozan. Pronto descubriremos que este retablo bucólico es en realidad un sueño recurrente que comparten dos personas que acaban de conocerse: Endre, el director financiero de un matadero, y Maria, recién contratada como inspectora de calidad. La serenidad de sus sueños contrasta con la violencia sistematizada que les rodea cotidianamente entre animales degollados y desollados. De hecho, una nota acompaña al final de la película, que merece la pena tener en cuenta: “Algunos animales han resultado dañados en este filme, pero ninguno a propósito para este filme”. Y es que la cineasta húngara Ildikó Enyedi, que llevaba 18 años sin rodar un largometraje para el cine, no se ha limitado a imaginar una historia romántica al uso en la que los sueños sirven como evasión a una realidad angustiosa, sino que construye una fábula de emancipación personal a través de dos enamorados que comparten un sueño común. En cuerpo y alma resultó vencedora en la última edición de la Berlinale, en la que se alzó con el Oso de Oro.