Estrenos de la semana

08 / 09 / 2017 Antonio Díaz
  • Valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
  • Tu valoración
  • Actualmente 0 de 5 Estrellas.
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
¡Gracias!

El francés Ozon dirige El amante doble, un thriller psicológico con alto contenido erótico. Brian Cox encarna a Winston Churchill en un biopic plano y superficial.

El amante doble

Dirección: François Ozon

Reparto: Marine Vacth, Jérémie Renier y Jacqueline Bisset

Hasta hace unos años, la escritora estadounidense Joyce Carol Oates, candidata fija en las quinielas de los premios Nobel de Literatura, se divertía escribiendo novelas de intriga que firmaba con el pseudónimo Rosamond Smith. De esa forma disociaba su nombre de estas oscuras travesuras con las que experimentaba otras formas narrativas. Una de esas novelas es El amante doble, de la que el prolífico director francés François Ozon ha dirigido esta adaptación que ha suscitado reacciones radicalmente encontradas en la última edición del Festival de Cannes.

Después de su sobria y contenida Frantz (2016), Ozon ha elegido divertirse como Oates con este thriller psicológico protagonizado por una mujer que explora los límites de su sexualidad con el hermano gemelo de su pareja. Aunque la premisa no resulte particularmente original y el desarrollo parezca emparentarla con 50 sombras de Gray, el director se sirve de la perversión recreativa para explorar las profundidades de la psicología humana, donde la fantasía y la realidad se confunden, al más puro estilo de maestros como Alfred Hitchcock, David Cronenberg o Brian de Palma.

Churchill

Dirección: Jonathan Teplitzky

Reparto: Brian Cox, Miranda Richardson y John Slattery

Siempre he considerado un desaliño y un síntoma de una dejadez imperdonable concluir una película con unos cartelitos explicativos. A mi entender son pocas las circunstancias en las que podría completarse con un texto una historia que se ha contado en imágenes, sin que parezca que el cineasta haya abdicado por pura vagancia. Por supuesto, no es un elemento que pueda enmendar la totalidad de un juicio sobre una película, pero muy a menudo lo que hace es redundar sobre una impresión ya formada a lo largo del metraje. Y eso es lo que ocurre al final de Churchill: una frase sobreimpresa en la pantalla nos informa de que el bueno de Winston ha sido elegido en varias encuestas de la BBC como el ciudadano británico más importante de la historia. El principio anglosajón del storytelling, ese del show don’t tell arrojado por un barranco en un arrebato de inseguridad artística que exuda toda una reflexión: no hemos sido capaces de contar cuánto era importante este señor, recalquémoslo con un texto. Pero llegados a ese punto, no es que el recurso al argumento ad populum nos empañe el conjunto, sino que en realidad esta falacia lógica -que describe el auténtico significado de la tan manoseada palabra “populismo”- es el perfecto epítome de la película: un retrato superficial, banal y complaciente del histórico político británico en sus horas más difíciles.

churchill-(1)
Grupo Zeta Nexica