El maestro puesto en duda

31 / 03 / 2016 Javier Memba
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En el 500 aniversario del Bosco, los holandeses dudan de la autoría de algunos cuadros del pintor que hay en el Prado. En el museo están indignados.

La dama del armiño (1488-1490)

Es relativamente frecuente que los expertos disientan respecto a los autores de las grandes pinturas. Este retrato de Cecilia Gallerani –poeta, musa y amante del duque de Milán– es uno de los cuatro retratos femeninos pintados por Leonardo da Vinci. Sin embargo, no fue atribuido fehacientemente al renacentista italiano hasta el siglo XVIII.

Las tentaciones de San Antonio Abad (1490)

El catedrático Jos Koldeweij, al frente del equipo de expertos holandeses, ha concluido que esta tabla no es del Bosco sino de su taller. En cambio le atribuye La tentación de San Antonio (1500 o 1510), considerada hasta ahora de sus discípulos. El Prado replicará en la próxima primavera, en su propia exposición sobre El Bosco.

Extracción de la piedra de la locura (1500-1510)

Este óleo sobre tabla de roble es otra de las obras atesoradas en El Prado que los expertos holandeses atribuyen al taller del Bosco. La pinacoteca madrileña, que naturalmente ha realizado los análisis oportunos, rebatirá la teoría de Koldeweij aportando las pruebas pertinentes a su debido tiempo.

Mesa de los pecados capitales (Hacia 1480)

Es la pupila del ojo de Dios, inexo-rablemente abierto, lo que pintó El Bosco. A su alrededor hay estampas que ilustran las flaquezas humanas. La organización del cuadro es buen ejemplo de las lúcidas fantasías del pintor, pero fue el primero de cuya autoría se dudó el pasado mes de noviembre.

El hombre del yelmo de oro  (1650-1655)

Hasta que un equipo de expertos alemanes demostró lo contrario, esta obra, perteneciente a la colección del museo berlinés de Dahlem, era tenida por una de las más famosas de Rembrandt. Hoy se sabe a ciencia cierta que, como casi siempre en estos casos, se debe a alguno de sus discípulos, quien, naturalmente, imitaba al maestro.

La (otra)dama del armiño (1580)

Como si el título diera lugar a la duda, la autoría de esta otra Dama del armiño, atribuida frecuentemente al Greco, todavía sigue estando en tela de juicio. Son muchas las voces cualificadas que estiman que fue obra de la italiana Sofonisba Anguissola, la primera pintora del Renacimiento. Pero también hay quien asegura que es una falsificación de finales del siglo XIX.

El coloso (1808-1812)

Fue el propio Museo del Prado, donde se conserva este cuadro considerado de Goya hasta 2008, quien entonces atribuyó su autoría a Asensio Juliá, un acólito del aragonés. El anuncio, resultado de una investigación de Manuela Mena –responsable de Goya en la pinacoteca–, fue rebatido por el hispanista inglés Nigel Glendinning, quien sigue diciendo que es de Goya.

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