Deep Purple, la banda infinita

09 / 05 / 2017 Jesús Casañas
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El grupo publica su 20º álbum de estudio, Infinite, y emprende gira de despedida.

Considerados (junto a Led Zeppelin y Black Sabbath) como uno de los tres pilares fundamentales del hard rock y el heavy metal, y autores del riff de guitarra más famoso y reproducido de la historia (hablamos, claro está, de Smoke on the Water), Deep Purple llevan desde 1968 haciendo del morado oscuro algo mucho más grande que un color, y por todo ello no necesitan demostrarle a estas alturas nada a nadie. ¿Ahora qué?, se preguntaban en el título de su anterior disco (Now what?, 2013). Pues cuatro años después han lanzado su vigésimo álbum de estudio, Infinite, por pura diversión. Por alimentar la siempre insaciable sed de material nuevo de sus fans, por desengrasar, por no volver a tocar el mismo set list que llevan tocando desde, al menos, su gira anterior... Diez nuevos temas (nueve descontando la innecesaria versión del Roadhouse Blues, de The Doors, que cierra el trabajo) en los que desempolvan el sonido clásico de la banda con la tecnología actual, con Ian Gillan poniendo a prueba su garganta a sus 71 tacos, con Don Airey esforzándose con creces por estar a la altura de los teclados del difunto Jon Lord y con Ian Paice (batería) como único miembro original de aquella lejanísima formación Mark I (actualmente van por la Mark VIII).

Este nuevo lanzamiento ha servido además como excusa (aunque no necesitaban ninguna) para emprender The Long Good Bye Tour, gira con la que piensan celebrar además los 50 años que la banda cumplirá el año que viene y cuyo título parece indicar que será la última, pero que irá para largo. En cualquier caso, otros viejos dinosaurios del rock como Scorpions nos han enseñado que no conviene fiarse demasiado de estas advertencias, puesto que suelen responder más a artimañas de los promotores para agotar entradas bajo la presión de que será la última oportunidad de verlos sobre un escenario que a las verdaderas intenciones del grupo. Y además, siempre pueden hacer como Bob Dylan, que lleva desde 1988 con su Never Ending Tour. De momento ya tienen echado el año con media centena de bolos por Europa y América en los que recaerán en Bilbao (30 de junio), Barcelona (1 de julio, dentro del festival Rock Fest) y Madrid (3 de julio).

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