Colmenar Viejo, el "Hollywood español" olvidado

02 / 03 / 2012 10:24 Theo Peters (dpa)
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Cary Grant, Richard Burton, Charlton Heston, Sophia Loren, Claudia Cardinale, Clint Eastwood, Charles Bronson, Robert Mitchum, Alain Delon... Ninguna población española ha visto pasar por su calles tantas estrellas del cine internacional como Colmenar Viejo. Y directores de la talla de Anthony Mann, Stanley Kubrick, Raoul Walsh, Richard Fleischer u Orson Welles.

Situada a unos 30 kilómetros al noroeste de Madrid, en las faldas de la Sierra de Guadarrama, la modesta población ganadera de Colmenar Viejo llegó a ser conocida en los años 60 del siglo pasado como el "Hollywood español" por las más de 200 películas, la mayoría de ellas del género western, que se rodaron en su perímetro municipal. Todo había comenzado en 1955, cuando el dictador Francisco Franco autorizó al director estadounidense Robert Rossen, acosado por el macarthismo en su país, que rodara en la dehesa colmenareña de Navalvillar "Alejandro Magno", con un joven Richard Burton como protagonista.

Cuatro años después se rodó en el mismo sitio otra película del género romano, muy en boga en aquella época: "Spartacus" (Espartaco), protagonizado y producido por Kirk Douglas, acompañado por un elenco de lujo integrado, entre otros, por Charles Laughton, Laurence Oliver, Tony Curtis y Peter Ustinov. Tanto en "Alejandro Magno" como en "Espartaco", así como en "El Cid" (1961), con Charlton Heston y Sophia Loren, aparece nítidamente, en segundo plano, el Pico San Pedro, un cerro de 1.423 metros, de color ceniza, que domina el paisaje de Colmenar Viejo y varios pueblos de la comarca.

El escritor y cineasta colmenareño Víctor Matellano, quien ha documentado en varios libros la historia cinematográfica de su pueblo natal, recordó en una entrevista cómo prendió la chispa de su pasión: de adolescente, le asombraba que el mismo paisaje con el Pico San Pedro que veía por la ventana aparecía en la pantalla televisiva de su casa, "pero con Alain Delon o Anthony Quinn".

La dehesa de Navalvillar, de poco más de 1.000 hectáreas, se extiende a los pies del Pico San Pedro y por sus características fue utilizada como decorado ideal para películas ambientadas en geografías tan distantes como las praderas de Texas o las canteras de yeso del norte de África. A ello se sumaban otros factores determinantes como una luz espléndida y un cielo profundamente azul.

Franco ofrecía toda clase de facilidades para el rodaje de películas extranjeras en España, pero no permitía que ni una peseta de las ganancias saliera del país. De ahí que les resultara muy atractivo a las compañías productoras y distribuidoras reinvertir los beneficios en nuevos rodajes en España, lo que explica la gran cantidad de películas estadounidenses que se hicieron en este país, sobre todo en Colmenar Viejo pero también en Almería, en el sur.

La industria del cine "revolucionó", en palabras de Víctor Matellano, a Colmenar Viejo y pueblos aledaños, de donde los productores reclutaban a los miles de extras que necesitaban para películas épicas como "Alejandro Magno", "Espartaco" y "El Cid". Por cada día de rodaje, un trabajador o campesino colmenareño contratado como figurante no solo recibía comida y bebida gratis, sino también una paga de 100 pesetas, unas cuatro veces más de lo que ganaban en aquellos días franquistas de gran penuria económica.

Algunos colmenareños, hoy casi todos mayores de 70 años, aún conservan reliquias de su participación como extras tales como cascos romanos, espadas o lanzas.  Otros muestran fotos tomadas en el centro de Colmenar Viejo de actores tan consagrados como Sophia Loren, Alain Delon y Brigitte Bardot o del "galán de los galanes", Cary Grant.

Juan de la Molina, de 74 años, recuerda haber visto pasear por las calles del pueblo, entonces de poco más de 8.000 habitantes (hoy son 45.000), a los dos grandes "malos" del cine estadounidense de aquella época, Charles Bronson y Robert Mitchum, lanzando miradas lascivas a las pudibundas muchachas locales, sexualmente inhibidas por la severa moral católica del franquismo.

Gran revuelo causó la presencia en Colmenar Viejo de Charlton Heston, "El Cid", quien culmina su historia de amor con Jimena (Sophia Loren) en la emita de Nuestra Señora de los Remedios, situada a las afueras del pueblo y convertida en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Los colmenareños no estaban viendo al actor Charlton Heston: estaban viendo al mismísimo Ben Hur.

En la dehesa de Navalvillar, el director romano Sergio Leone rodó su "Trilogía del Dólar", las tres películas del género "spaghetti western", protagonizadas por un todavía joven Clint Eastwood: "Por un puñado de dólares" (1964), "La muerte tenía un precio" (en Latinoamérica: "Por unos pocos dólares más", 1965) y "El bueno, el feo y el malo" (1966).

También rodó algunas escenas en Colmenar Viejo, en el único "spaghetti western" en que participó ("Navajo Joe" o "Joe, el implacable", 1967), el actor estadounidense Burt Reynolds, quien pocos años después alcanzaría fama mundial al ser proclamado el "hombre más sexy" del mundo, por ser el dueño de un espectacular trasero perfectamente masculino.

Con la decadencia del género western en la segunda mitad de los años 70 comenzó también el declive de Colmenar Viejo como tierra de cine. De los decorados estables levantados en la Dehesa de Navalvillar, entre ellos un poblado del oeste, un fuerte y varios ranchos, solo quedan hoy unos pocos restos. Algunas construcciones fueron pasto de las llamas, otras fueron desmontadas. Por este descuido o falta de previsión se perdió para siempre lo que hoy podría haber sido una especie de parque temático para turistas cinéfilos, y una atractiva fuente de ingresos para el Ayuntamiento de Colmenar Viejo.

Una de las últimas películas extranjeras que se rodaron en parajes colmenareños fue "Conan, el bárbaro" (1981), que catapultó a la fama como actor al fisiculturista Arnold Schwarzenegger. Los toros de lidia han vuelto a pastar a la dehesa de Navalvillar, pero ahí sigue, para siempre, como testigo mudo del pasado cinematográfico de Colmenar Viejo, el Pico San Pedro.

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