75 años de anuncios

07 / 07 / 2016 Javier Memba
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El 1 de julio de 1941, antes de un partido de béisbol, los norteamericanos vieron el primer anuncio televisado.

Bulova. 1941

“América marcha al ritmo de Bulova”, rezaba el eslogan del reloj que inauguró la publicidad catódica hace ahora 75 años. Era el umbral de un procedimiento que influiría en las audiencias como ningún otro reclamo. Acababan de nacer “los anuncios” por excelencia.

Fundador. 1964

Entre los spots de bebidas alcohólicas, destacaron los dedicados al brandi. “¡Está como nunca!” repetía el eslogan del de Fundador. Rodado a mediados de los años 60 por el más tarde ilustre José Luis Borau, descubrió a los bebedores de coñac –y a no pocos abstemios– a un mito de la publicidad y el cine españoles: Patty Shepard. Los anuncios de coñá, como se le llamaba entonces, solían insistir en la acrisolada virilidad del consumidor.

Un mensaje de paz. Coca-Cola, 1969

“La chispa de la vida” que se autodenomina el popular refresco en el más célebre de sus eslóganes, siempre se ha caracterizado por la “profundidad” de sus mensajes publicitarios. Uno de los más acertados fue el de 1969, que sintonizaba de lleno con el buen rollo de los hippies y su flower power, tan en boga en la época.

Calmante vitaminado. Años 70

La idea procedía de la Grecia clásica. Este analgésico decía, como los griegos, que la felicidad era la ausencia de dolor. De ahí la canción de unos alegres excursionistas: “Feliz sin dolor todo el día...”

Marlboro. Años 70

Cuando fumar era un placer sensual, el humo del tabaco transportaba al fumador. Los cigarrillos Marlboro lo hacían a los inmensos espacios del wéstern. Uno se sentía como un cowboy con la música de Los siete magníficos.

El hombre de la tónica. Años 80

El actor francés Bernard Le Coq se hizo popular en España ofreciendo tónica Schweppes a diversos personajes, incluso a unos extraterrestres. Aunque las situaciones eran inverosímiles, apetecía un refresco. Ese era el caso de la sauna. 

Busque y compare. 1985

Camp era una empresa al borde de la quiebra cuando Manuel Luque fue contratado como director general. Decidió anunciar personalmente el producto estrella de la casa –el detergente Colón– invitando al consumidor a comparar su oferta con las de la competencia. Una revolución publicitaria.

Grupo Zeta Nexica